En su momento ya recogimos el avance que suponía para el fútbol la tecnología del gol para el mundo del balompié cuando este se aprobó en la Premier League. El tener un mecanismo parecido al ‘Ojo de halcón’, cien por cien fiable, consigue que el fútbol sea un deporte más equilibrado al no dejar la responsabilidad de dar o no posibles goles fantasmas a los ojos de un árbitro que como parte humana que son pueden fallar, lo que si fuera el caso, haría que una injusticia pueda determinar el resultado de un partido.
La tecnología se aplicó más tarde en el mundial de Brasil 2014 (la FIFA según le dé está a la vanguardia o no de estos temas), y parecía que el siguiente destino sería el fútbol español, ya que si se supone que detrás de la Premier League como mejor liga del mundo (o eso piensan muchos) viene a colación la Liga BBVA, pero se ve que quien esperaba eso erraba de manera estrepitosa. ¿Será que (y viendo que cariz ha tomado el asunto de la venta centralizada) en muchos aspectos nos comportamos como si fuésemos un país tercermundista?
Sea como fuese, somos reacios en ser la vanguardia de algo (salvo el justificado descontento, de ahí que el movimiento 15-M naciera en España) o nos aferramos a lo antiguo, lo arcaico y lo tradicional (algo típico de los países del sur de Europa, que si el asirnos a nuestro folclore puede tener un hálito romántico, a veces el hecho de mirar siempre para atrás nos hace caer en lo ridículo…) y así ni siquiera nos planteamos el introducir en nuestro fútbol la maravilla de la técnica, como la tecnología de gol, algo que aplicarán el curso que viene en Alemania.
Vale, Alemania siempre ha estado socialmente (por algo son los padres de la socialdemocracia moderna) y tecnológicamente por delante de España y además la Bundesliga es una competición de una nivel similar, pero no sólo se aplicará esta moderna tecnología en el país germano en la campaña que viene , sino que el ‘ojo de halcón futbolístico’ también se adoptará en las ligas de Francia y Portugal.
Así campeonatos de menor importancia que el español como la Ligue 1 o la Primeira Liga gozarán de un avance totalmente asumible por nuestro fútbol, pero parece ser poco interesante para los mandamases de nuestro fútbol. Recalcando que un país menos desarrollado en muchos de los sentidos (no sólo el fútbol) como Portugal (y lo digo con conocimiento de causa) disponga de una tecnología que potencie su fútbol y que España no, debe suponer un síntoma de indignación para cualquier aficionado español. Pero en un país en el que todo (o casi todo) se hace mal, era de esperar una situación así.