Aunque la época estival suele ser de parón en cuanto a competición futbolística se refiere, los grandes diarios viven su particular agosto, pues con el verano llega el mercado de fichajes, y con los fichajes, los culebrones y demás parafernalia que rellenan las páginas y los minutos de la mal llamada ‘información’ deportiva.
Todos los años, entre clubes y periodistas, se encargan de fabricar buenas historias de idas y venidas entre directivas y jugadores para hacer más entretenido (o tener más ventas) el verano. Sin embargo, he podido observar que muchos de los medios ‘afines’ a ciertos clubes se encargan de hacer una verdadera campaña, ya sea a favor o en contra, de ciertos jugadores para conseguir con ello que la afición los quiera u odie incluso antes de que lleguen, o por el contrario, se vayan.
Me quiero centrar en un ejemplo que llevo viendo varios días en la prensa de corte más madridista. Es el hecho de que se supone que Di María no está a gusto en el club. El extremo argentino ha reconocido en alguna ocasión no sentirse valorado por la entidad merengue. Sin querer entrar en asuntos internos que desconozco, diré que razones no le faltan. Ángel Di María es de esos jugadores que resuenan más por sus acciones como futbolista que por la fachada de estrella típica que gusta al Real Madrid. Y eso que mercado no le falta. Fichado por alrededor de 30 millones en 2010, la inversión que hicieron por él está más que amortizada y ahora se coloca como un cromo muy goloso que cambiar al mejor postor.
De hecho, esa prensa afín ya ha empezado a vanagloriar a un posible sustituto. Se trata de James Rodríguez. El colombiano no sólo está siendo una de las revelaciones del Mundial (con cinco tantos en su haber), sino que lleva ya varios años dejando la huella de su calidad por clubes europeos como el Oporto o el Mónaco. A eso se une el hecho de que ha declarado su amor por el Real Madrid y ser fan de Cristiano Ronaldo. Todo ello lo convierte en el candidato perfecto para llenar portadas y justificar la decisión de Florentino Pérez.
Además, esta ‘campaña explicativa’ de los supuestos motivos que tiene Di María para querer irse del Real Madrid llegan en un año en el que el argentino se ha superado (con once goles en total y 26 asistencias). Tampoco se puede olvidar el papel desempeñado por él en la final de la Champions, donde fue el encargado de poner la nota de velocidad y desborde. Esas y otras virtudes son las que han hecho que Ancelotti no esté demasiado de acuerdo con que se vaya. Para Carlo es un jugador trascendental y quizá se convierta en el intermediario para frenar su partida.
Si conseguirán llegar a un acuerdo no lo sabemos, pero el caso de Di María me hace recordar los nombres de Özil o Higuaín, otros dos enormes jugadores que han sido desechados (y perdón por la expresión) por el Real Madrid. El alemán, llegado también en 2010, fue una de las piezas claves del centro del campo del equipo durante los tres años que perteneció a él. El verano pasado cambió de aires (casi por obligación) y su destino se fijó en Londres (actualmente milita en el Arsenal). Por su parte, el argentino siempre fue desvalorizado por la prensa madridista. No lo veían como un delantero completo, a pesar de los 121 goles totales que hizo mientras vistió la camiseta blanca. 2013 fue también su último año en La Castellana y su nueva casa la encontró en el Nápoles.
Ejemplos todos de que a veces para la prensa afín a ciertos equipos no es tan importante el buen desempeño de un jugador. Si es de sus favoritos, estará salvado, si por el contrario, es de aquellos que no casan con su gusto, ellos mismos se encargarán de mirar con lupa sus acciones, sacar punta a todos sus fallos y vender su futura salida como un alivio para que el club pueda fichar a sus nuevas y flamantes (y aprobadas por ellos, por supuesto), estrellas. Al final, sólo ellos deciden quiénes son sus elegidos.
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Como siempre contigo Esther muy de acuerdo en muchas cosas y no tan de acuerdo en otras jajajajaja. Aún así, bueno artículo una vez mas.