Si hay un portero que es recordado con el halo de nostalgia y admiración que rodea a los cracks en Inglaterra, sin duda, ese es el ‘chino’ Banks. El guardameta nacido en Sheffield fue el que llevó a los pross a conquistar su único título mundial con actuaciones brillantes ante delanteras ávidas de meter goles como la Portugal de Eusebio o la Alemania de Seeler, por lo que su nombre está grabado con letras de oro en los anales del fútbol inglés.
Pese a que nació en la principal ciudad de Yorkshire, Gordon Banks no jugó en ninguno de los dos equipos profesionales de su localidad natal, el Sheffield Wednesday y el Sheffield United y comenzó su aventura bajo los palos del modesto Chesterfield. Sólo duró un año pues el conjunto de los ‘Spireites’ se le quedaba pequeño y firmó por el club donde se haría famoso, el Leicester City. En los ‘Foxes’ campeó varias veces el peligro del descenso gracias a su seguridad, reflejos y la tranquilidad que ofrecía a toda la zaga algo que no pasó desapercibido para Sir Alfred Ramsey, seleccionador inglés, que lo llevó en su combinado durante diez años (1963-1973).
En el equipo de «los tres leones» probablemente es donde Banks vivió sus mejores momentos como futbolista. Su participación en el mundial de 1966 fue vital para que Inglaterra se coronara campeona siendo además la selección menos goleadas (tan sólo tres tantos y uno de ellos de penalti) lo que valió para que se forjase entre la afición inglesa el juego de palabras con su apellido: «as safe as the Banks of England» (tan seguro como el Banco de Inglaterra). Otro de los momentos gloriosos de Banks con los ‘pross’ sería en el siguiente mundial en un encuentro contra la mágica Brasil de Rivelino, Jairzinho, Tostão y Pelé (a la postre campeona) donde realizó la que es considerada la mejor parada de todos los tiempos, ante un cabezazo efectuad por ‘O Rei’ Pelé. Tan espectacular fue esa parada que al propio Pelé le dejó huella como muestran estas declaraciones: «he marcado más de mil goles en mi vida, pero el que más recuerdo es aquel que no marqué ante Banks».
Tras el mundial de 1966, varios grandes del fútbol inglés como el Tottenham Hotspur, Manchester United y el Liverpool quisieron firmarle pero dio las espaldas a todos ellos para firmar en 1967 (tras aprovechar un mes de pretemporada para jugar en Estados Unidos con los Cleveland Stockers), por otro modesto como el Stoke City. En los ‘Potters’, Banks ganó el único título como jugador de club, una Copa de la Liga y fue amo y señor de su portería hasta que en 1973, un accidente de tráfico provocó que perdiera la visibilidad en uno de sus ojos lo que propició su retirada pese al clamor popular que pedía que continuara.
El segundo mejor portero del siglo XX, según la IFFHS (Federación Internacional de Estadísticas e Historia del Fútbol), sólo por detrás de Lev Yashin, volvería a jugar cuatro años después de su retirada, en la recién creada NASL, en el Fort Lauderdale Strikers para luego poner fin a su vínculo con el fútbol profesional haciendo sus pinitos como entrenador en el Telford United.
22 años de carrera deportiva que le ha servido para vestir 73 veces la casaca nacional británica (siendo el tercer portero con más internacionalidades) y para instruir a su discípulo Peter Shilton (que le sustituiría tanto en el Leicester como en el Stoke y ocuparía la meta inglesa durante veinte años siendo el jugador más veces internacional con Inglaterra,125) con el que coincidiría en Filbert Street. Toda una trayectoria de leyenda donde no le hizo falta defender los colores de un grande.