«Refuerzo del año» titulaba en su portada el diario Record sobre el regreso de Nani a Alvalade algo que es más la plasmación del sentimiento de los seguidores del Sporting de Lisboa que un hecho (habrá que esperar hasta final de la temporada para saberlo). Sin embargo entiendo ese entusiasmo, pues a pesar de que no han llegado cracks mundiales, el retorno del primer hijo pródigo es una fantástica noticia para la hinchada leonina.
El Sporting acostumbra a lanzar de su prolífica cantera jugadores interesantes que llegan a ser cracks mundiales o se quedan a medio camino de serlo, y que tras estar un par de años en Alvalade promulgándose como diamantes por pulir, abandonan el club lisboeta para recalar en un equipo ‘más grande’ y no vuelven a defender los colores que les dan a conocer. Seguramente con esta descripción vendrá a la cabeza Luis Figo que tras abandonar el conjunto leonino no retornó ‘a casa’ pero el exjugador del Inter ya había estado cinco años de blanquiverde antes de recalar en el Barcelona, por lo que esta premisa no le es aplicable. Estamos hablando de jugadores como Simão y Quaresma que tras despuntar en el Sporting firmaron tempranamente por Can Barça, teniendo que retornar rápidamente a tierras lusas por su discreto papel en el cuadro blaugrana, pero no a su club de origen sino a los eternos rivales, Benfica y Oporto. Por supuesto, incluimos en esta lista al gran producto de la cantera sportinguista, Cristiano Ronaldo, que se sigue manteniendo en la élite y que de seguir así, difícil será volver a verle vistiendo la casaca del Sporting de Portugal.
Por tanto Nani constituye el primer futbolista que tras abandonar tempranamente el Sporting como una gran promesa vuelve al club lisboeta consagrado como un futbolista de élite con un historial envidiable de títulos cosechados con el Manchester United y desata la ilusión de la hinchada leonina. Así, de manera inmediata, el futbolista nacido en Cabo Verde seguramente traerá más gente a Alvalade y ayudará a vender camisetas. Además su llegada apaga el efecto depresivo de las irregulares últimas temporadas, y lo que es más importante, aumenta el valor deportivo del club.
El Sporting, como cualquier equipo, sólo puede crecer de dos formas: ofensivamente o defensivamente. La contratación de Nani conlleva un crecimiento en la parcela ofensiva, porque antes que nada, el internacional portugués es un futbolista desequilibrante, algo que precisamente los leones no tienen. Con Nani, Marco Silva puede dejar de mirar envidia las soluciones de ataque de los rivales. O sea, Salvio y Gaitán en el Benfica, y Quaresma, Brahimi y Tello en el Oporto. Ahora el técnico sportinguista también tiene una referencia en los costados, que aporte bastante más de lo pueda ofrecer Carrillo o Diego Capel.
Por otra parte, la euforia al rededor de la llegada de Nani no permite que se olviden dos aspectos:
Primero, tal como ocurrió con el regreso de Quaresma al Oporto la pasada campaña, es legítimo tener dudas. En las últimas tres temporadas, Nani disputó sólo 41 partidos en la Premier League y en los dos últimos cursos marcó solamente un gol. Además, desde 2012 sólo consiguió convencer a un entrenador: Paulo Bento. Es evidente que el nivel del fútbol portugués es inferior al inglés y que la competencia en Alvalade es evidentemente menos férrea que la de Old Trafford. No hay ninguna duda sobre la calidad de Nani, pero sí alguna ‘reserva’, que sólo será disipada una vez vistos los números finales que aporte el medio caboverdiano.