A la hora de firmar algunos jugadores hay que considerar que determinados futbolistas tienen la ventaja de que todos los veranos acuden a la pretemporada descansados y sin ninguna presión añadida, puesto que defienden selecciones que no consiguen clasificarse para ningún torneo de naciones. Por tanto, apostar por el fichaje de jugadores andorranos, luxemburgueses o fineses, tiene sus cosas buenas.
Una de esas selecciones que se incluyen en en ese ramillete de combinados con todos los veranos libres es la del país británico de Gales. Desde el mundial de Suecia de 1958 no vemos a ‘los dragones’ en un torneo de máxima importancia, de hecho ha sido la única competición de enjundia que han disputado los galeses.
A pesar de haber cobijado en su seno grandes jugadores como Ian Rush, Mark Hughes, John Toshack, John Charles o Dean Saunders la selección galesa nunca ha estado cerca de acudir a una gran cita futbolística encadenando derrotas injustificadas con ‘mala fortuna’.
Sólo una vez estuvo cerca de conseguir el pase a una competición de mayor calado. Fue en 2003 y la selección de Gales comandada por el gran Ryan Giggs y con ilustres en sus filas como John Hartson, Craig Bellamy o Gary Speed disputaba la repesca para lograr entrar en la fase final del Europeo de Portugal del año próximo. El rival fue Rusia y tras un esperanzador empate a cero en Moscú, el once del dragón aspiraba a batir a Mostovoi, Onopko y compañía en el Millenium y poder volver a poner al principado galés en el panorama internacional. Pero un tempranero gol de Evseev cercenaba toda esperanza y volvía a Gales a la realidad, la de otra buena generación de futbolistas que se quedaban sin degustar las mieles de una gran cita.
Hace unos días se inició una nueva oportunidad para que el principado británico consiga estar en un gran torneo futbolístico, la Euro de 2016. Encuadrado en el Grupo B, Gales tiene en su grupo a las selecciones de Bélgica y Bosnia que presumiblemente serán las que ocupen los dos puestos que dan acceso automático a la cita que se disputa en Francia. Más de lo mismo entonces, pensarán algunos galeses, pero el cambio de formato para esta Eurocopa (se amplían de 16 a 24 las selecciones participantes) abre una pequeña posibilidad.
Esa pequeña posibilidad es la que se refiere Chris Coleman, actual seleccionador de Gales, como principal objetivo de su combinado. Así el exentrenador de la Real Sociedad ha marcado como rivales a batir a Israel y Chipre en busca de conseguir una tercera plaza que de acceso a una repesca para optar a un puesto en la fase final de la cita francesa.
El momento actual del combinado de Gales está lleno de buenas noticias. En el último ranking FIFA ha subido de golpe doce puestos y se sitúa en el puesto número 30 (19 si sólo contamos selecciones adscritas a la UEFA) y cuenta con un abanderado de clase mundial como Gareth Bale que a su vez está escoltado por buenos jugadores como Aaron Ramsey o Ben Davies.
Quizá este resurgimiento del fútbol galés parece beneficiarse de la presencia en la Premier League de clubes de la nación céltica como el Swansea o el Cardiff. Lo que si está claro es que si Gales gana el máximo de partidos en casa y consigue puntos en su visitas a las selecciones menos fuerte, el sueño de la clasificación no será una quimera. ¿Podrán los chicos de Coleman conseguirlos? De momento han comenzado con buen pie, venciendo a Andorra…