Existe un refrán muy conocido que dice que no hay mal que por bien no venga. Sin duda se le puede aplicar a Independiente, uno de los cinco grandes del fútbol de Argentina y en su momento el mayor ganador de torneos internacionales. El “Diablo” de la ciudad de Avellaneda salió del infierno del primer descenso de su historia y ahora se encuentra en el purgatorio de un buen presente futbolístico e institucional en este segundo semestre de 2014.
Tras una aguda crisis a todos los niveles en los últimos dos años, el equipo donde surgió Ricardo Bochini volvió a la Primera División, eligió al poderoso gremialista Hugo Moyano como presidente, comenzó a sanear su economía, contrató a un nuevo entrenador (Jorge Almirón) y algunos jugadores de poco nombre, conservó la base del conjunto ascendido y hasta aquí ha realizado una meritoria campaña, peleando los primeros tres lugares del Campeonato Ramón Carrillo.
A pesar de no tener las grandes estrellas de antaño, Independiente presenta un juego ofensivo con futbolistas útiles que, no siendo delanteros, sin embargo aportan peligrosidad en cada ataque y hasta goles. El caso más notorio es el de Federico Mancuello, surgido de las divisiones inferiores, que jugando como mediocampista y últimamente como lateral por la izquierda ha marcado ocho goles, siendo el máximo artillero del equipo, siete de ellos consecutivos. Algo similar muestra el bahiense Francisco Pizzini, hábil y que llega con frecuencia a la red. Hasta el guardameta, el excelente Diego “Ruso” Rodríguez, ha convertido tres goles ejecutando penales, como en la jornada 12 cuando definió el clásico ante San Lorenzo como visitante.
Ellos y otros valores poco conocidos como Cuesta, Figal, Zapata o Riaño han eclipsado a los de experiencia como Tula, Jesús Méndez, el goleador Penco o el mismísimo Daniel “Rolfi” Montenegro, que igualmente suman su habitual calidad para ensamblar un rojo que, en silencio, se ubica tercero a cinco puntos del imparable River Plate, el líder con 28 puntos.Con un perfil mucho más bajo después de aquella negra época de la B Nacional, Independiente está otra vez arriba y puede soñar con pasar del purgatorio de una buena campaña al cielo, difícil por ahora, del título.