Leo Messi superó el registro de Zarra/ Francesc Adelantado
Es indudable que Leo Messi está haciendo historia en el fútbol. Cuando se retire y la perspectiva del tiempo haga su trabajo, sabremos si el rosarino está por encima o en el mismo círculo que los Pelé, Di Stefano, Maradona, Cruyff, etcétera, o si es el mejor jugador de todo el siglo XXI.
Sin embargo, en este momento la vorágine embriagadora que rodea al argentino hace que la emoción fluya a raudales y que no se analicen con criterio todas las gestas que le atribuye los medios de comunicación al astro barcelonista. Es evidente que con tan sólo 27 años, Messi tiene en su mano dejar unos registros estratosféricos que sólo un fuera de serie como él, podrá batir en un futuro incierto. Probablemente en los próximos días el ‘10’ del Barcelona supere los registros goleadores de Raúl en la Champions como lo hizo con los de Zarra en la Liga, pero no hay que anticiparse y vender la piel del oso antes de haberlo cazado.
El más claro ejemplo de que la anticipación puede llevar a error se ha dado el pasado sábado. Con su ‘hat-trick’ al Sevilla, Messi sumó su gol número 253 en Liga batiendo así el registro que se le supone a Telmo Zarra de 251, pero si bien han reconocido muchos analistas y estudiosos del balompié español, no se sabe a ciencia cierta la cifra exacta de la marca del mito del Athletic, estableciéndose una horquilla que va de los 250 a los 254 tantos. En definitiva se podía haber celebrado la superación de un hito que realmente no ha tenido lugar.
Y es importante destacar el concepto de ‘superar una marca’, pues puede que Messi haya superado la marca de Zarra, pero no ha batido el récord del jugador vizcaíno como se anunciaba a bombo y platillo desde la megafonía y los videomarcadores del Camp Nou, porque como bien declaró en Cadena COPE, Carmen Zarraonandía, hija de la leyenda del Athletic, el récord sólo será batido cuando alguien consiga 251 goles en 267 partidos (Zarra lo consiguió en 268) y no en 280 como lo ha hecho el crack argentino.
Por tanto, si en la vida nos gusta ser quisquillosos y exigimos a los medios de comunicación ser rigurosos con la información, a los que nos gusta el fútbol y consideramos que es más allá de un simple deporte debemos apremiar a que todo lo que le rodee sea lo más correcto posible.
