El fútbol francés tiene dos vertientes opuestas, una la de su selección que se caracteriza por haber llenado sus vitrinas hasta en tres ocasiones con un mundial y dos Eurocopas, y otra la de sus clubes que se caracteriza por vagar por las competiciones europeas sin lograr llevarse el gato al agua. De hecho, de las grandes ligas europeas (España, Francia, Alemania, Inglaterra, Italia y Portugal), la francesa es la que menos títulos tiene con diferencia con una sola Copa de Europa (Olympique Marsella en 1993) y una Recopa (PSG en 1996).
Con respecto a la segunda vertiente, cabe reseñar que sólo un equipo francés sea digno de levantar la Liga de Campeones, y es el actual París Saint-Germain que esta noche juega con el Chelsea de Mourinho. Quitando de la valoración a clubes franceses que llegaron a las puertas de conseguir el máximo título europeo como el Stade de Reims de primero Kopa y luego Fontaine (1956 y 1959), el Saint Étienne de Larqué (1976) y el Girondins de Tiganá, Giresse, Dieter Müller (1986) por la lejanía en el tiempo, tenemos a equipos como Olympique de Marsella, Nantes, Mónaco, Lyon o el propio PSG.
El primero de ellos fue el único que ha conseguido levantar la ‘orejona’ en 1993. En una época que va desde finales de los 80 hasta principios de los 90, el Olympique de Marsella era uno de los equipos ‘top’ de Europa gracias al número de estrellas que logró reunir: Amorós, Deschamps, Tiganá, Papin, el inglés Waddle, Abédi ‘Pelé’, Mozer, Barthez, Boksic, Desailly, Rudi Völler, etcétera; y que estuvo a punto de ganar la Copa de Europa en 1989 (semifinalista) y 1990 (donde cayó en la final ante el Estrella Roja por penaltis). Sin embargo, el artífice de esta gloriosa etapa del equipo, el millonario y dueño del club, Bernard Tapie, fue también su ruina. Al verano siguiente de ganar la Champions, se probó que Tapie había sobornado en la liga francesa al Valenciennes para dejarse perder y que en la competición europea lo había intentado con el CSKA, por lo que fue desposeído del título liguero y descendido a la Ligue 2 por un lado, y sancionado dos años sin participar en Europa por otro. Por tanto, si en 1993 se consiguió los títulos con estratagema quien dice que las buena participaciones en el 89 y en el 90 no se consiguieron de la misma manera, por lo que este Olympique no es un digno merecedor de ser el único club francés que ha ganado la Copa de Europa.
Otro de los equipos que estuvieron a punto de ganar el máximo torneo europeo pero sin llegar a ser digno de ello fue el Mónaco. En 1994 el conjunto del Principado tenía a auténtico ‘equipazo’ con Petit, Scifo, Djorkaeff o Klinsmann pero cayó en semifinales ante un rival que era más ‘equipazo’ todavía, el Milan de Capello, Massaro, Boban, Savicevic y compañía que ganó dignamente esa Copa de Europa, lo mismo le pasó a la escuadra rojiblanca en 1998 cuando liderados por los jóvenes Trezeguet y Henry cayeron en ‘semis’ ante un equipo superior como la Juventus. Mientras que en 2004, año en que los monegascos alcanzaron la final, lo único destacable que hicieron fue eliminar al Real Madrid en cuartos de final, ya que por lo demás influyó mucho el factor suerte y el olfato de gol de Morientes.
Por otra parte están Nantes y Olympique de Lyon. El primero de ellos, que se caracterizaba por la fuerza del bloque al no tener figuras reseñables a excepción de un joven Makélélé, que llegó en 1996 a semifinales (donde sería apeado por la Juventus) gracias a la benevolencia del sorteo. Su grupo con rivales asequibles como el Panathinaikos, el Aalborg y un Oporto pre-Jardel, y el cruce más facil de los cuartos de final (Spartak Moscú) le hicieron llegar lejos en una competición que con otra combinación de grupos hubiera caído a las primeras de cambio. Mientras que el Olympique de Lyon, gran dominador de Francia durante siete años y vivero de los grandes equipos europeos (Essien, Benzema, Malouda, Abidal, Dhorasoo, etcétera), pero que en Europa no terminaba de despuntar, llegando solamente una vez a semifinales (en 2010), algo lo suficientemente digno y justo (aunque quizá no sería disonante que hubiera estado en otra semifinal) visto su devenir en la Champions.
Así que llegamos al París Saint-Germain, un equipo que en 1995 con Ricardo Gomes, Le Guen y los grandes como Ginola o Weah se encaramó en las semifinales de la Champions donde se topó con el Milan que cercenó su sueño. El PSG encara hoy una eliminatoria muy igualada ante el Chelsea, en la que se presume más ‘chance’ al conjunto francés. El cuadro parisino cuenta con una de las mejores parejas de centrales del planeta fútbol con Thiago Silva y David Luiz, un mediocampo fuerte capaz de desactivar el juego de cualquier equipo gracias al físico y al oficio de Verratti, Matuidi y Motta, y un ataque que es pura dinamita con Pastore, Cabaye, Lavezzi, Cavani y especialmente, Zlatan Ibrahimovic. El delantero sueco es uno de los tres fuera de serie del fútbol actual junto a Cristiano y Messi y la principal arma de este equipo que ya estuvo muy cerca de alcanzar la semifinales de Champions el curso pasado. Habrá que ver como se desenvuelve el conjunto de la capital francesa en octavos y cuartos, pero es a priori el gran favorito para conseguir el título junto a Real Madrid y Barcelona, pues es un equipo sin puntos débiles, a excepción de uno, su entrenador Laurent Blanc (que aún debe demostrar muchas cosa). Repasando a los otros clubes franceses que estuvieron cerca del título, este PSG es el que más digno sería de alzar al cielo la ‘orejona’.