El mundo del fútbol tiene acostumbrados a todos sus seguidores a encontrar pequeñas y grandes controversias en sus historias y en sus personajes. Un claro ejemplo son aquellos entrenadores que en su día fueron jugadores y muestran desde el banquillo una idea futbolística muy distinta a la que se entendería como lógica por su posición en el campo.
¿Cómo un defensa puede jugar a ‘pecho descubierto’? Es una pregunta que muchos nos hacemos. Por eso la historia de Paco Jémez en los banquillos es sorprenderte. Central durante toda su carrera, ahora como entrenador no duda en jugar siempre buscando la portería contraria. Consciente de la inferioridad de sus equipos sigue apostando por sus ideas ofensivas para afrontar cada partido.
Cierto es que puede resultar extraño (por su condición de defensa), pero yo personalmente disfruto viendo al Rayo Vallecano, equipo actual del técnico ‘cordobés’. Posiblemente el conjunto del barrio madrileño sea el de menor presupuesto de Primera División, pero eso no quita que le intente ‘robar’ la pelota al mismísimo Barcelona. La idea de Jémez es clara y él no negocia con su propuesta.
Algunas voces en el fútbol español no han dudado en tacharlo de kamikaze o de vendedor de humo (por intentar jugar por encima de las posibilidades de sus equipos). Y es cierto que sus planteamientos son muy agresivos para un equipo tan débil, sobre todo defensivamente. De esta manera tiene más posibilidades de acabar perdiendo los partidos. Esto hace que lo de kamikaze deba mirarlo un poco (pensando de manera resultadista) aunque lo de vender de humo, para nada. Paco Jémez tiene una idea, muchos lo podrán tildar de loco, pero es su estilo y lo mantiene sea quién sea el rival. Como seguidor de fútbol, lo disfruto y ojalá esa ‘locura’ del entrenador nacido en Gran Canaria la tuviesen otros muchos técnicos, el gozo en los campos sería mucho mayor.
Soy de esos que piensa que un equipo debe responder a los aficionados asistentes a un campo, y para mí se les tiene más en cuenta dando espectáculo y perdiendo, que empatando jugando a no perder. Jémez será un kamikaze, deberá cuidar mucho más la defensa, pero las ganas por ver jugar al Rayo Vallecano, penúltimo de la Liga BBVA, son mucho mayores que las de ver un encuentro de la mayoría de sus rivales. Quizás los aficionados del equipo rayista pudiesen poner muchas pegas al respecto y los entiendo. Aun así, un hombre que no duda en hacer cambios en la primera parte y que no teme a ningún rival, merece todos mis respetos. De esa forma está mostrando que acepta sus errores en las alineaciones y no juega con una propuesta diferente supeditada al rival (otros entrenadores con equipos superiores sí lo hacen). Su estilo es inamovible y partiendo de esa base, buscar la portería contraria teniendo el balón en su poder es el único objetivo de sus equipos.
El descuidar la defensa pensando en atacar siempre ha sido su principal problema. En su etapa en Las Palmas y en Córdoba, sobre todo en su primera estancia, el sufrimiento de su zaga le llevo a ser muy criticado. Eso no le hizo cambiar. Todo sigue igual para Paco, también continúa igual para los que nos gusta ver jugar a sus equipos. Además, ahora se le disfruta en primera. Jémez es como los amigos locos. Sin duda, te lo pasas bien con ellos, pero son los que en más líos te meten. Bendita locura la suya.