Hace poco se publicó un artículo en La Paradinha que decía que España había sido uno de los principales países exportadores de futbolistas durante la temporada 2014/2015. Eso significa que nuestros jugadores son cada vez más apreciados fuera de nuestras fronteras. Sin embargo, en esta variable pueden darse dos casos: el del futbolista al que le ha ido mejor en su devenir por el extranjero que en nuestro propio país, como puede ser el caso de Cesc Fábregas; o el del que tras una experiencia no fructífera en tierras foráneas prefiere volver a la madre patria, tal es el caso de Roberto Soldado.
El valenciano acaba de fichar por el Villarreal y con ello quiere poner fin a la mala racha vivida en el Tottenham, donde solo consiguió hacer siete goles en competición oficial durante los dos años que vistió su elástica. Esa cifra, al tratarse de un delantero nato, no es nada halagüeña. Cualquiera podría pensar que el jugador está ‘acabado’ y esa es una mancha muy difícil de quitar, pero por trayectoria, no es el caso del valenciano.
Soldado comenzó a jugar en el equipo de su colegio. De ahí pasó con catorce años a las categorías inferiores del Real Madrid, donde seguiría formándose hasta ascender al primer equipo en la temporada 2005/2006. Un año más tarde llegaría cedido a Osasuna y su buen hacer le llevaría de nuevo al club blanco, aunque Bernd Schuster no lo incluyó en sus plantes, lo que supuso un nuevo traspaso, en esta ocasión al Getafe, en el que estuvo dos años. Posteriormente recalaría en el Valencia, donde ofrecería su mejor versión y registros.
En el club ché Soldado demostró su casta y su olfato de cara a gol. Por ejemplo se convirtió en el primer jugador español en marcar dos hat-tricks en Champions y también en el futbolista valencianista que más tantos ha conseguido en esta competición, dieciséis. Todo ello le valió para que el entonces técnico Unai Emery contara con él como uno de los pilares y capitanes del equipo.
Tras despuntar en el Valencia llegó la hora de conocer el extranjero y militar en un equipo de la Premier League. El elegido fue el Tottenham. Sin embargo, Soldado no ha tenido muchas oportunidades de demostrar su valía en tierras inglesas con los tres técnicos que ha tenido y tras dos años de sequía goleadora, ahora vuelve a España con la ilusión de ser el delantero que una vez fue.
El mismo jugador indicó en su presentación que llega al Villarreal para “volver a ser otra vez Soldado”. No hay duda de que al club amarillo le vendría genial que el valenciano reencontrara su mejor versión. Tras quedar sexto el año pasado, los de Marcelino reeditan esta temporada su devenir por la Europa League donde todos los goles serán necesarios para llegar lo más lejos posible. Por todo ello será la mejor oportunidad para que Roberto Soldado resurja en la madre patria.