Seguro que a estas alturas todos han visto el desafortunado gol que metió Robin Van Persie en propia puerta en el partido que medía a la selección holandesa contra la de República Checa. Si el perfecto cabezazo hubiera entrado en la portería adecuada no es de extrañar que también hubiera sido ‘trending topic’, sino que además le habría supuesto enormes alabanzas al delantero.
Pero el destino quiso poner punto y final a las posibilidades de la ‘Oranje’ de estar en una nueva Eurocopa de forma un tanto caprichosa, y es lo que puede pasar cuando en una clasificación no se depende de uno mismo. Hay que recordar que los de Blind necesitaban vencer a los checos y además una derrota de Turquía, que no llegó. Con todo ello, de nada sirvió el empuje del propio Van Persie y de Huntelaar, que dio algo de emoción al partido contra la República Checa. El marcador final certificó el 2-3 y con ello que Holanda no estará en la Eurocopa de Francia de 2016, una ausencia en el certamen europeo de selecciones que no ocurría desde 1984.
Que la finalista del mundial de 2010 y semifinalista en el del 2014 no esté en una Eurocopa es algo que escuece, y mucho. Más si se tiene en cuenta que la ‘Oranje’ fue eliminada a las primeras de cambio en el torneo continental de 2012. Así, todo lo que querían ahora los ‘Tulipanes’ era resarcirse con su afición y, también, consigo mismos.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que la plantilla que presenta Holanda ha sufrido cambios en todos estos años. Aunque mantiene hombres importantes como el ya nombrado Van Persie, o los cruciales Sneijder o Robben, se ha dado cabida a una nueva tanda de jóvenes, de los que muchos aún tienen que adaptarse, sobre todo en la parcela defensiva.
En este sentido, si echamos un vistazo por los jugadores alineados en el partido ante los checos, para la zaga, Danny Blind apostó por los siguientes: Riedewald (19 años), Van Dijk (24 años), Bruma (23 años) y Tete (19 años). No quiere decir esto que no se deba dar entrada a los valores jóvenes a una selección. Es más, es lo lógico y necesario, pues no se puede/debe depender de las grandes estrellas. Pero quizá esa decisión refleja que la selección holandesa, a día de hoy, se encuentra inmersa en un cambio generacional con todo lo que ello conlleva.
Tampoco ha ayudado mucho a que esta fase de clasificación sea más llevadera el que haya habido un cambio de seleccionador para Holanda. En el fútbol de a pie quizá sea más sencillo que un entrenador sea destituido o que dimita, pero en el ámbito de las selecciones es mucho más difícil toparse con este tipo de decisiones, ya que la tarea de ser director técnico del equipo de un país (más si es el tuyo propio) no es sencilla.
Eso debió pensar Guus Hiddink cuando abandonó el cargo de la ‘Oranje’ en julio de este año por los malos resultados que estaba cosechando precisamente en esta fase de clasificación para la Eurocopa. Como encargado de la nave se quedó Danny Blind, quien ya realizó las labores de asistente de la selección entre 2009 y 2011. Sin embargo, y a pesar de ello, para muchos es un técnico inexperto para estar al frente de una escuadra como ‘La naranja mecánica’.
Tampoco debería juzgarse a Blind por este primer tropezón, pues ha sido la primera prueba de fuego a la que ha tenido que enfrentarse. Sin la presión de la Eurocopa, al exentrenador del Ajax le queda mucho tiempo por delante para ver y probar a sus jugadores, para cerciorarse de cuáles son los mejores para cada posición y para cuadrar a la perfección la veteranía de los grandes con las ganas y el desparpajo de los jóvenes. No estar en Francia’16 puede que no sea ningún orgullo para Holanda, pero este contratiempo supondrá un buen descanso para renovar las pilas agotadas, la falta de ideas y el juego no tan vistoso que han ofrecido ‘los tulipanes’ durante esta fase de clasificación.