El Real Madrid fue el mejor club del siglo XX gracias a sus Ligas, sus Copas de Europa, sus Copas del Reyy a todos sus títulos en general. En esta década está perdiendo toda su hegemonía en favor del FC Barcelona y no parece haber dinero suficiente para solucionar este desajuste.
El Clásico del sábado debe ser un punto de inflexión en el rumbo de este club tan legendario. Todas las portadas de periódico retrataron el ridículo que hizo el conjunto de Rafa Benítez ante su eterno rival. El 0-4 se convierte en uno de los tres peores cosechados junto con la derrota por 5-0 en época de Mourinho o el 2-6 encajado por Juande Ramos. De momento, Florentino sigue confiando en el quehacer de Benítez pero lo cierto es que otra derrota como esa le pondría contra las cuerdas. Toca hacer autocrítica y analizar la situación. Vayamos por partes.
Sin duda una de las claves reside en el cambio de entrenador. Ciertamente Ancelotti no había conseguido ningún título en su segunda temporada pero tenía todo el apoyo de la plantilla. Para colmo, el exentrenador del Nápoles llegó con una serie de premisas y directrices que no encajaron nada bien las estrellas del Real Madrid. Una de las teorías que se comentan es que la plantilla le está “haciendo la cama” al entrenador y están buscando la manera de echarlo, precisamente por suplantar a Ancelotti.
Existe diálogo entre Benítez y los jugadores, pero o no quieren o no pueden entenderse. El entrenador insiste en la presión, en juntar más las líneas y en mejorar la estructura defensiva. La realidad es que la presión, salvo alguna excepción en la que sale bien, la realiza solo uno por su cuenta sin ayuda de los demás, una tarea agotadora y totalmente ineficaz. Las líneas sólo se juntan algo más en defensa pero, a la hora de sacar el balón para construir la jugada de ataque, el mediocampo queda totalmente desierto y no hay manera de hacerlo llegar hasta los delanteros. En cuanto a la solidez defensiva, se puede asegurar que el técnico no la ha mejorado nada en comparación con sus predecesores, ya que Keylor Navas ha recibido el mismo número de disparos que Casillas el año pasado, lo único que ha tenido mejor acierto, hasta el sábado.
Otro problema es la relajación que se ha podido notar en varios partidos, ocurrió ante el Atlético de Madrid, el Celta, el PSG y más recientemente, contra el Shakhtar. En todos esos partidos marcaron uno o dos goles tempraneros y después se dejaron llevar el resto del encuentro sin poner intención en sentenciarlo. Además, ante el miedo a encajar un tanto que suponga un empate o una derrota, el equipo se encierra cada vez más en su propio campo dando una sensación de inferioridad que termina aprovechando el rival.
Desde luego que no toda la culpa va a recaer en Benítez o en los problemas de comprensión que crea, los propios jugadores también han influido en este mal arranque. Para empezar, Bale ha reclamado un lugar para jugar de mediapunta, algo que resulta paradójico en un equipo repleto de enganches. Cristiano es solo una sombra del crack letal de los últimos años y no ha dado la impresión de poder pelear por el ‘pichichi’ esta temporada. Se le nota descentrado, frustrado con el juego, con su entrenador y con sus compañeros. Kroos también ha bajado ostensiblemente su nivel, sea por cansancio o por indecisión en el nuevo esquema. Este año está impreciso, descolocado, es más, en ocasiones se la ha visto abandonar su posición para subir a presionar él solo al delantero. Ramos tampoco está a la altura del aumento de salario que tantos problemas ocasionó. Es cierto que lleva meses arrastrando una lesión pero está dando una imagen muy por debajo de lo esperado. Danilo es otro jugador que crea discrepancias. Se le ha visto superado por Neymar o Konoplyanka, por poner un ejemplo. No termina de asentarse en la defensa y tampoco crea peligro en ataque.
Las lesiones suponen un factor clave también en esta crisis madridista, catorce se han registrado desde el principio de temporada, algunos incluso han recaído o han ingresado con otra diferente. Keylor, Carvajal, Danilo, Pepe, Ramos, Marcelo, Modric, Kovacic, James, Bale y Benzema, un once completo, han pasado por la enfermería.
La falta de eficacia de los delanteros también es un detalle a tener en cuenta, algunos partidos los han tenido que salvar los laterales ante la imposibilidad de marcar un gol. Sus números, 24 goles, no tienen nada que ver con los 100 que llegaron a marcar la campaña pasada. Sin embargo, su rendimiento no afecta a su puesto porque lo tienen siempre asegurado hagan lo que hagan.
El futuro del Real Madrid y el de Benítez pinta muy mal, hay demasiado aspectos que corregir desde la auténtica solidez defensiva hasta la efectividad en ataque, pasando por unas instrucciones claras a los jugadores, una mayor presión para tener más posesión de balón y una mejora de actitud para evitar esa relajación. Todo ello, unido a una atención especial a los cuidados médicos para evitar más periodos de lesiones. Mientras tanto, Cristiano y Benzema están buscando un destino mejor para continuar con su carrera y Florentino ya maneja una amplia lista de sustitutos por si la crisis no se soluciona.