No es ninguna novedad asegurar que la Liga española se suele definir entre los dos equipos más grandes (o con más estrellas si quieren verlo así), es decir, Barcelona y Real Madrid. Pero por suerte para los aficionados, han entrado en liza otros conjuntos capaces de hacer frente a esa supremacía y dispuestos a copar los puestos altos de la tabla. Es el caso del Atlético de Madrid, que ganó la competición en la 2013/14.
Aunque nuestro protagonista de hoy nunca se haya proclamado campeón, este año sí está cerca de arrebatarle su posición a uno de esos grandes, pues el Villarreal en la actualidad es cuarto con 52 puntos, a solo dos de un Real Madrid que está de capa caída. Y lo mejor de todo es que estos números los firma tan solo tres años después de haber dejado la Segunda División.
Uno de los baluartes de ese éxito recae en las manos de Marcelino García Toral. El entrenador asturiano cogió el equipo cuando éste aún estaba en la categoría de Plata y lo llevó a finalizar segundo la temporada y, con ello, a certificar su ascenso. En el año de su vuelta a Primera (2013/14), el Villarreal hizo una buena campaña que se selló con la clasificación para Europa League (quedó sexto, posición que repitió la campaña siguiente).
Y es que García Toral ha sabido imprimir a su equipo un espíritu competitivo, capaz de hacerle frente a lo que sea, como pudo verse en el último enfrentamiento con el Nápoles para el pase a octavos de la mencionada competición europea. Su buen devenir por la antigua UEFA este año lo llevará a medirse próximamente al Bayer Leverkusen en una eliminatoria más que interesante.
Por supuesto, para que el entrenador sea pieza fundamental debe contar también con un grupo de jugadores que entiendan bien sus consignas. Resaltan nombres como los de Bruno y Nahuel (ambos de la cantera, aunque el primero es referente del primer equipo desde hace años), los fichajes de Bakambu (máximo goleador) Denis Suárez, Soldado y Samu Castillejo, y las incorporaciones (vía cesión) de Areola, Baptistão y Adrián.
Ese buen entendimiento llevó al Villarreal a ser líder de esta Liga 2015/16 durante dos jornadas y a puntuar contra dos de sus principales rivales: le ganó al Real Madrid (en uno de los últimos partidos de Benítez al frente de los blancos) y empató con el Atlético de Madrid (0-0). Por el contrario, en Copa este año ha caído demasiado rápido y el Athletic lo eliminó en octavos.
Con todo ello, si el ‘submarino amarillo’ continúa por este camino puede terminar la temporada en puestos Champions (competición que no juega desde la 2011/12) y revivir la época dorada de Pellegrini al frente del club. Así, sin ser portada de los grandes diarios ni el centro del foco mediático, el Villarreal puede volver a poner el nombre de una ciudad de poco más de 50.000 habitantes en la élite del fútbol español y europeo.