No es ninguna novedad decir que Julen Lopetegui ha sido nombrado seleccionador español. El vasco, a sus 49 años, sucede en el cargo a Vicente del Bosque y tiene ante sí la difícil tarea de conducir a un equipo en pleno relevo generacional. Se ha visto claro en la Eurocopa de Francia. Y es que el fútbol es así, es algo cíclico. No por repetir un equipo campeón o con algunos campeones significa que vuelvas a ganar o a obtener nuevos resultados. Hace falta mucho más. Trabajo, estudio del contrario y, sobre todo, entender que si un estilo de juego ha llegado a su fin no debe perpetuarse. En la innovación está la clave muchas veces.
No es que quiera ser crítica con Del Bosque. Ni mucho menos. Su legado para con la selección está ahí y habla por sí solo. Pero, en mi humilde opinión, considero que se ha equivocado en los planteamientos de los partidos de la Eurocopa. Parece erróneo llevar 23 jugadores para utilizar siempre la misma base. Tampoco es que el hecho de que España no la haya ganado o quedara eliminada tan pronto suponga el fin del mundo. El fútbol es solo eso, fútbol, un pasatiempo. Lo que pasa es que el aficionado, una vez que se acostumbra a ganar, no quiere volver a mirarse en el espejo del perdedor.
A decir verdad, el ciclo ganador de los nuestros se acabó materialmente con el Mundial de Brasil. Allí nos cayó la primera cura de humildad y, aunque se han hecho varios cambios desde entonces en lo que se refiere a jugadores, creo que contar ahora con un nuevo entrenador puede ser bueno para la selección.
Son muchos los que dudan de la capacidad de Lopetegui para dirigir el equipo. Su experiencia como técnico no es amplia y tampoco fructífera en cuanto a palmarés. No le fue bien en el Rayo (equipo en el que debutó como técnico) ni tampoco en el Oporto. Aunque sí cuajó buenos resultados en las categorías inferiores de nuestra selección.
Mirando a sus competidores, Caparrós y Paco Jémez han sido dos de los más nombrados. Ambos son técnicos a los que les gusta apostar por la cantera y eso habría sido un factor a tener en cuenta si hubieran sido los elegidos, pero quizá el carácter de ambos, más directo, ‘sin pelos en la lengua’, no es el que se espera de un seleccionador de cara a la galería mediática.
Por eso, considerando que Julen ya conoce a la cantera española y ha trabajado con ellos, quizá sea el mejor posicionado para llevar a cabo ese relevo generacional con la absoluta. El aspecto de la falta de experiencia se pule, precisamente, trabajando duro, haciendo méritos para ganar esa experiencia. Y, como siempre digo, todo el mundo merece una oportunidad. Dejémosle hacer antes de entrar a criticar.