Pocos partidos en Europa tienen más rivalidad que el ‘Derby di Genoa’ conocido por todos como ‘Derby della Lanterna’ en honor a la Torre della Lanterna, el antiguo punto de referencia y faro principal del puerto de la ciudad, que se disputará este sábado (20:45 horas) en el estadio que ambos comparten, el Luigi Ferraris, en el barrio genovés de Marassi.
Génova, capital de la Liguria italiana, lleva semanas preparándose para un evento que paraliza la ciudad, impaciente por ver, metafóricamente hablando, la lucha por el dominio de la luz de Génova, por ser el poseedor del faro de la ciudad. El colorido y la animación de las gradas no tiene parangón en la Serie A pero, a diferencia del derbi de Liverpool, la relación entre ambas aficiones no es cordial. Así, la Gradinata Nord la ocuparán los aficionados del Genoa, mayoritariamente establecidos en el centro de la ciudad, y la Gradinata Sud la hinchada de la Sampdoria relacionada con las zonas periféricas.
El derbi como tal es el más joven de Italia, dado que la U.C. Sampdoria es el club de más reciente creación, tras fusionarse la Ginnastica Sampierdarenese y la Società Ginnastica Andrea Doria en 1946. Paradójicamente, el Genoa C.F.C es el club más antiguo de Italia fundado en 1893 como un club de cricket que en 1899 cambió el nombre a Genoa Cricket and Football Club y comenzó a dar sus primeros pasos en el Calcio. Este hecho alimenta también la rivalidad entre ambos. Sin embargo, el embrión de este enfrentamiento data de principios del Siglo XX, cuando el Genoa competía con la Sampierdarenese y el Andrea Doria por ser el equipo dominante de la ciudad, hasta que ambos decidieron unir sus fuerzas en la actual ‘Samp’.
El derbi entre Sampdoria y Genoa es el único derbi italiano que se ha jugado en Serie A, Serie B y también en Coppa de Italia, dato que demuestra que no siempre han estado en la élite del fútbol transalpino. Los dos han tenido sus épocas gloriosas, primero el Genoa que ganó nueve ‘scudettos‘ entre los años 1898 y 1924 y después la Sampdoria de recuerdo más reciente para nuestra generación que ganó el Scudetto de la temporada 1990/91 de la mano de Vujadin Boškov y con jugadores de la talla de Pagliuca, Katanec, Vierchowood, Lombardo, Cerezo y su mítica delantera Mancini-Vialli. Los aficionados ‘rossoblù’ presumen de su hegemonía doméstica, mientras que la hinchada del equipo ‘blucerchiato’ saca pecho de sus éxitos europeos casi siempre cruzados en el camino con el FC Barcelona, contra el que perdió dos finales, la de la Recopa del año 1989 y la Copa de Europa de Wembley de 1992 (el único título europeo que luce en Génova lo ganó la ‘Samp’ en 1990 al derrotar al Anderlecht en la final de la antigua Recopa de Europa en Göteborg).
A día de hoy, ambos están más pendientes de luchar por evitar el descenso que de pelear por las posiciones europeas, zona que transitaron por última vez los ‘rossoblù’ en la temporada 2008/2009 apoyados en Thiago Motta y Diego Milito y los ‘blucherciato‘ un año más tarde con los goles de Antonio Cassano y Gianpaolo Pazzini, pero no por ello el partido deja de tener interés, ya que ambos están separados por nueve puntos en la tabla y la lucha por ser el mejor equipo de la ciudad sigue abierta.
Llevan unas dinámicas opuestas en Serie A, y llega mejor la Sampdoria que encadena seis partidos sin perder mientras que el Genoa cortó el domingo una pésima racha de diez jornadas sin ganar que se llevó por delante a Ivan Juric. Con la llegada de Mandorlini, han parado la caída libre y han sumado un empate y una victoria en los dos últimas jornadas. Y es que el mercado invernal ha destrozado al equipo con las salidas de Pavoletti, Rincón y Ocampos, dejando a Gio Simeone como referencia atacante. Por su parte, la ‘Samp’ vive una temporada más placida y quiere completar la victoria de la primera vuelta con otra como visitante para hacer pleno y, de paso, establecerse en la mitad de la tabla.
Como dijo un entrenador del Genoa citado en el libro El Derbi de las palabras: “En Génova cuenta sólo el derbi. Si usted no gana, es como robar un banco y darse cuenta de que ha quitado una maleta llena de trapos“.