Hoy es un día histórico para la parroquia bética y sevillista. En los más de cien años de historia nunca se ha vivido un derbi hispalense en competición europea por lo que la cita de esta noche tiene una relevancia especial. Y este señalado evento llega en año de mundial por lo que no hay ocasión más propicia de repasar todos los jugadores que estando en las disciplinas de los conjuntos sevillanos disputaron un Campeonato del Mundo de la FIFA.
En el cómputo total, unos dieciocho sevillistas y unos trece béticos han representado a sus selecciones en doce mundiales. Desde Alemania Federal 74 no hay campeonato del mundo que no haya un sevillista o un bético en liza, habiendo un gran vacío en las décadas de los 50 y los 60, ya que desde Suiza 54 a México 70 hay una completa ausencia de futbolistas que representan a clubes de la ciudad de la Giralda. A estos torneos hay que unirles los de Uruguay 30 y Francia 38 en los que tampoco hubo representación por razones diversas (desconfianza general ante el ensayo del primer torneo por un lado y la Guerra Civil por otro) para llegar a las siete citas mundialistas sin delegación de Betis o Sevilla.
El primer torneo que vio a sevillistas y béticos en la pugna por alzar el trofeo mundial fue Italia 34, donde dos blanquirrojos y un verdiblanco veían como España era eliminada por artimañas orquestadas por ‘il Duce’ ante la anfitriona. El Sevilla, que por aquel entonces no se había estrenado en la Primera División, aportaba dos jugadores, Campanal I, primera gran figura del cuadro nervionense, y Fede Sáiz, mientras que el Betis contribuyó con Simón Lecue, uno de los baluartes de aquel equipo que conseguiría la liga el año siguiente. De los tres partidos que disputó el combinado español, Lecue jugó dos mientras que Campanal y Fede solamente uno.
En el mayor hito de la selección española antes de la conquista del mundial Sudáfrica, el cuarto puesto de Brasil 50, participó un futbolista que es historia para bien y para mal de los dos clubes hispalenses, Francisco Antúnez. Estrella de un Betis que eludía el descenso a Tercera, protagonizó el traspaso más polémico al abandonar las trece barras para ingresar en las filas sevillistas en 1946. El escándalo fue tal que Radio Moscú se hizo eco tachando al Sevilla de «entidad capitalista» que había robado a «un club proletario». Años más tarde de ese suceso, Antúnez sería uno de los 22 del tándem Eizaguirre-Díaz en la cita brasileña y disputaría el partido inicial en el que España venció por tres tantos a uno a Estados Unidos.
En 1978 el combinado español volvía a un mundial tras doce años de ausencia, y Kubala seleccionador por aquel entonces llamó a los dos puntales de un Betis, (que pese a ganar la temporada pasada la Copa del Rey acababa de probar los sinsabores del descenso), Julio Cardeñosa y Antonio Biosca. Cardeñosa disputó los tres partidos del cuadro español y destacó por su clamoroso fallo ante Brasil que hubiera significado el pase a segunda fase, mientras que Biosca sólo dos. La siguiente cita, en la que España sería anfitriona, la Giralda estuvo representada por Rafael Gordillo, leyenda viva verdiblanca, y el del Polígono San Pablo disputó por completo los cinco partidos que llevó a España a una decepcionante novena posición.
En Italia 90 se alcanzó el mayor número de representantes de un club hispalense en un mundial. El Sevilla fue el dueño de ese hito al ceder cinco futbolistas para la cita teniendo todas las demarcaciones representadas en ese campeonato. El portero Rinat Dassaev defendió la meta soviética en el partido inicial, Toni Polster era el artillero y capitán del combinado austriaco en los tres partidos que dispuso la selección centroeuropea, Pablo Bengoechea disputó el encuentro que emparejó a su selección con Bélgica y en el que marcó el único tanto charrúa. Por último, en el combinado español que dirigía Luis Suárez, estaban Manolo Jiménez (por aquel entonces lateral) y Rafa Paz. Ambos sevillistas jugaron en los mismos partidos: el encuentro inicial ante, precisamente, la Uruguay de Bengoechea, y el partido de octavos donde Yugoslavia dejó en la cuneta a España con un tanto en la prórroga de Stojkovic.
Para el siguiente mundial, Estados Unidos 94, el Betis concurría en la Segunda División pero no por eso no tuvo su respectiva delegación mundialista. El uruguayo Tab Ramos aparcó los colores verdiblancos para enfundarse la elástica del combinado anfitrión, mientras que en la otra acera, el argentino Diego Simeone, fue el embajador nervionense. Cuatro años más tarde la situación era a la inversa, el Sevilla estaba en Segunda mientras que los de Heliópolis se paseaban en Europa, pero aún así ambos tuvieron representación en Francia 98. Alfonso y Finidi se vieron las caras en el España-Nigeria del grupo D y el danés Miklos Molnar llevó la bandera sevillista por tierras galas.
En 2002, el mundial viajaba a tierras asiáticas y allí donde nace el sol se vería al primer futbolista que se proclamaba campeón del mundo mientras pertenecía a Betis o Sevilla, y fue el brasileño Denilson. El mediocentro verdiblanco, suplente de lujo en esa ‘canarinha’, disputó los instantes postreros de la finalísima de Yokohama y pudo alzar al cielo el trofeo más deseado del ámbito futbolístico. Otro bético, Joaquín (el único que participaría en dos mundiales estando en la disciplina de un club sevillano), tendría un papel negativamente protagonista con España al fallar el penalti decisivo de la tanda que medía a los pupilos de Camacho con los coanfitriones de Corea del Sur por el pase a semifinales. Como representante sevillista estaban Nico Olivera, quien no llegó a disputar ni un solo minuto con Uruguay en esa cita mundialista, y Gerardo Torrado, quien llegó al club blanquirrojo en el mercado de invierno procedente del Poli Ejido, un pilar en la selección de México siendo titular los cuatro partidos que su selección disputó en el Mundial y anotando un gol.
El pasado mundial de Sudáfrica coronó a Jesús Navas como el segundo futbolista que era campeón mundial mientras pertenecía a la disciplina de Betis o Sevilla. El actual futbolista del Manchester City disputó un total de tres partidos con la selección española inclusive la final de Johannesburgo donde estuvo gran parte de la segunda mitad y participó en la jugada del gol de Iniesta que supuso el éxito patrio. El de Los Palacios no sería el único sevillista participante en la cita africana ya que el 9 de Brasil fue Luis Fabiano y la médular de Costa de Marfil estaba formada por Zokora y Romaric. El Betis, que por aquel entonces estaba en Segunda, mandó como emisario a Achille Emaná que disputó dos partidos con Camerún.
Todos los mundialistas de Betis y Sevilla:
Italia 34: Sevilla- Campanal I y Fede Sáiz (1 partido) / Betis- Lecue (2 partidos)
Brasil 50: Sevilla- Antúnez (1)
Alemania 74: Sevilla- Espárrago (3)
Argentina 78: Betis- Cardeñosa (3), Biosca (2)
España 82: Betis- Gordillo (5)
México 86: Sevilla- Francisco (4) / Betis- Rincón (-)
Italia 90: Sevilla- Polster (3), Jiménez y Rafa Paz (2), Bengoechea y Dassaev (1)
EE.UU. 94: Sevilla- Simeone (4) / Betis- Ramos (4)
Francia 98: Sevilla- Molnar (1) / Betis- Finidi (4), Alfonso (2)
Corea y Japón 02: Sevilla- Torrado (4), Olivera (-) / Betis- Denilson (5), Joaquín (2)
Alemania 06: Sevilla- Dragutinovic (1) / Betis- Joaquín (3), Juanito (1)
Sudáfrica 10: Sevilla- Luis Fabiano (5), Zokora, Romaric y Jesús Navas (3) / Betis- Emaná (2)