Para ningún sevillista habrá pasado desapercibido que el papel que desempeña Ivan Rakitic en el equipo es cada vez más importante. Designado como capitán esta temporada, tras la marcha de dos grandes como Negredo y Navas, el suizo, nacionalizado croata, se ha convertido en la estela que guía al equipo de Nervión.
Tanto es así, que los de Emery han notado, y mucho, sus ausencias. Rakitic es el jugador de campo que más minutos ha disputado esta temporada con el Sevilla. Con 1.530 minutos en sus piernas, sólo le supera en este ranking el portero Beto. De hecho, el centrocampista sólo se ha perdido dos de los 19 partidos jugados en la primera vuelta. Ambos se saldaron con el resultado de empate.
El primero fue el Valladolid-Sevilla, de la novena jornada (partido nefasto que el Sevilla llegó a ir ganando 0-2 y que dejó escapar hasta un 2-2 de manera inexplicable), del que Rakitic se ausentó por lesión. Mientras que el segundo fue el empate (1-1) cosechado contra el Athletic en la dieciseisava jornada, que el croata no jugó por acumulación de tarjetas.
De este modo, cabe decir que el Sevilla ha creado una especia de ‘Rakiticdependencia’. La palabra quizá sea inventada, pero lo que sí es cierto es que el equipo de Emery está demostrando que necesita a un hombre como Rakitic para ganar. Qué mejor que depositar toda tu confianza en quién ya lleva 8 goles (segundo goleador de su equipo por detrás de Bacca) y 1.143 pases (quinto en el ranking global de la Liga BBVA, por delante incluso de jugadores como Cesc Fábregas o Busquets).
Cierto es que desde que Emery llegó al Sevilla, le ha costado dar con la tecla que haga funcionar al equipo. Con una racha de malos resultados (tres derrotas y dos empates en las cinco primeras jornadas), sobre todo fuera de casa, el comienzo de la temporada 2013/2014 no fue muy halagador. Sin embargo, el Sevilla parece haber encontrado una sintonía que le va bien y que significa tener a Rakitic como hombre fuerte, dejando que todo el juego que se crea, pase por sus botas.
Aún así, ningún equipo que desee estar en la élite (recordemos que la pretensiones del Sevilla siguen siendo jugar en Europa) puede sostenerse por las buenas actuaciones de un solo jugador. Al tratarse, precisamente, de un ‘equipo’, todos sus miembros deben participar y esforzarse por igual. Es cierto, que habrá siempre quién aporte más y mejor al juego, pero el Sevilla ya ha vivido otras épocas dónde se ha encomendado al buen hacer de ciertos jugadores (ejemplos de Kanouté y Luis Fabiano), que por muy destacados que sean, siempre pueden tener días malos y de hecho, con Rakitic es algo que ya ha pasado. No es que el croata haya dado muchos minutos de mal juego, pero sí que el equipo ha notado cuando su desempeño ha sido algo más gris.
Ahora, a José Castro, nuevo representante de la entidad, le toca la difícil tarea de negociar la renovación con Ivan. El contrato del internacional termina en junio de 2015 y es probable que se repitan las condiciones que ya se dieron con sus ex compañeros Navas y Negredo, es decir, ofrecer varios años más de contrato pero con una cláusula de recisión más baja. Lo que dejaría a Rakitic en el escaparate para sus no pocas numerosas ofertas y al Sevilla en la difícil tarea de encontrarle un sustituto decente.