Cuando uno ha trabajo en algún medio de información deportiva o futbolística sabe que los hechos a contar pueden llegar a ser repetitivos. Seguimiento de las competiciones, de las lesiones de los jugadores, análisis de los partidos o de las declaraciones de los protagonistas. Pero hay un ámbito en el que la capacidad inventiva, imaginativa y especulativa de algunos periodistas se hace muy, muy grande: el de los fichajes. Y es que poner todo detrás de un “es posible que” o tal o cual jugador “suena” para tal o cual equipo, convierte un comentario, a veces lanzado a la ligera, en una verdad que te corona o en uno de tantos rumores que, con el tiempo, se terminan olvidando.
Y en todo este mundo de los fichajes, posibles, o nombres que algunos creen que puedan llegar, los clubes grandes son los primeros protagonistas. Uno puede incluso llegar a perder la cuenta de a cuántos futbolistas se ha vestido antes de tiempo con la camiseta del Real Madrid o el Barcelona. Algunos medios incluso se vanaglorian luego de haber ‘acertado’ en el fichaje, ya que lo anunciaron hace un trillón de años antes y ya no importa el tiempo que haya pasado, lo que cuenta es que la tan ansiada exclusiva la dieron ellos.
Pues bien, un año más, incluso antes de que llegue el verano, tiempo en el que se para la competición y el ritmo de invención y de creación de rumores sobre fichajes se acrecienta, volvemos a asistir a un culebrón que, aunque ya conocemos, quieren volvernos a colar.
¿Quién será el sustituto de Casillas en el Real Madrid? Es la pregunta que he visto en algunos medios a la hora de buscar información para hacer este artículo y me he quedado de piedra porque algunos ya buscan un suplente a una persona que ni siquiera ha confirmado que se vaya a ir. Iker tiene contrato hasta 2017 y, en principio, ‘su intención’ (y lo pongo entre comillas porque no tengo el gusto de conocerle y sólo él puede saber lo que quiere hacer) es terminar su carrera en el club blanco. Todo lo demás es especular y además crear un entorno enrarecido alrededor del jugador.
Y es que el pobre Iker ya tuvo que aguantar ser el centro de todas las miradas cuando Mourinho decidió que el portero titular del Madrid seguiría siendo Diego López. Por entonces, muchos fueron los buitres de los medios que vieron la situación perfecta para sacar todo su veneno y así lo hicieron. Además, la controvertida decisión del técnico portugués, añadida a su constante actitud chulesca y a su relación de amor-odio con el público, conllevó a que su etapa en la capital de España se terminara.
Tras su marcha, llegó Ancelotti y él decidió salomónicamente. Es decir, Diego López jugó en Liga y Casillas en Champions y Copa. No le salió mal del todo el plan pues el de Móstoles pudo ser protagonista en la consecución de la tan ansiada décima Copa de Europa de los blancos.
Ya sin Diego López en el Madrid (que había puesto, no sabemos si obligado o no, rumbo al Milan), el club contrató a un Keylor Navas que había demostrado en el Levante lo mucho que podía ofrecer en la portería blanca. De momento, el costarricense ha jugado menos partidos de liga que Casillas y el español parece seguir siendo el titular ‘indiscutible’.
Sin embargo, algunas malas actuaciones han propiciado las críticas del público hacia su ‘santo’ y que los continuos rumores de su salida se vuelvan a escuchar. Incluso se dan nombres de quiénes podrían ser sus sustitutos en la portería madrileña: David de Gea, Kiko Casilla o Bernd Leno (del Bayer Leverkusen) son sólo algunos de ellos.
No seré yo quien diga que no son buenos jugadores. Todos y cada uno de ellos han demostrado en sus diferentes equipos su valía, pero a veces los aficionados del Real Madrid y también los propios españoles (el debate de la portería blanca se ha extrapolado a la de la selección) olvidamos el buen hacer de Casilla para con su club y para con el equipo nacional.
Es cierto, comete errores. Fallos que podrían haber sido muy caros como en el caso de la eliminatoria que casi pierde el conjunto blanco contra el Schalke en octavos de la Champions; y otros que fueron más graves como los goles encajados en el Clásico (que se llevó el Barcelona). Pero son errores que no siempre son responsabilidad al cien por cien de Casillas. Un buen portero debe gozar de reflejos, de rapidez, pero también el hecho de tener una buena defensa lo lleva a asegurar más su zona de peligro. ¿Cuántas veces no habremos visto a la defensa madridista hacer aguas? No digo tampoco que Iker no haya tenido ningún despiste o mala salida. Sin embargo, en un equipo todos los pequeños fallos cuentan y tienen su importancia, lo que pasa que los que se dan de cara a portería, siempre conllevan el plus de encajar un gol.
Por eso me cuesta entender la actitud que tienen a veces los aficionados hacia Casillas. Al mismo al que ponen de ‘santo’, de un día para otro es un ‘cono’ que no sirve para nada. He de decir que yo soy la primera que me he podido exaltar con el portero de tal o cual equipo por una mala actuación. Pero no olvidemos que todos somos humanos y que, cuando el equipo cae, sea por la cuestión que sea, es cuando más debe animar la afición, es cuando más se debe hacer piña y no dar motivos, con silbidos o pancartas, para que los ya nombrados buitres de los medios hagan leña del árbol caído y comiencen de nuevo con un culebrón aburrido.