El curso que viene habrá una nueva sensación en el calcio italiano, pues es que la Serie A tendrá un nuevo inquilino, uno muy modesto, el Carpi. Siguiendo la estela del Eibar o el Paderborn, este equipo de la Emlia-Romaña pese a ser un sinónimo de sencillez con un de tres millones de euros y un estadio para cuatro mil espectadores se codeará con los gigantes del fútbol italiano.
Un equipo centenario
Pese a su modestia el Carpi es un equipo con historia, no en vano tiene más de cien años de vida. El conjunto de la pequeña localidad cercana a Módena fue fundado en verano de 1909 por el estudiante Adolfo Fanconi como Jucunditas (en latín, felicidad) un nombre que sería cambiado por el de Associazione Calcio Carpi después de la Primera Guerra Mundial.
En los años 20, el cuadro ‘biancorossi’ se inscribe en la Federación italiana y comienza a competir en la liga transalpina, concretamente en la Seconda Divisione Nord, donde realizaría estupendas temporadas llegando a rozar el ascenso a la élite del calcio italiano. En 1929 con la reforma del campeonato la categoría en la que se encontraba el Carpi pasaría a ser la Prima Divisione (renombrada luego Serie C) donde se mantendría hasta su descenso a categorías inferiores en los años 50.
Tras años coqueteando entre la Serie D y categorías aún más modestas el Carpi volvió al tercer escalón profesional italiano en la 64/65, un pequeño impás tras el que volvería al pozo de las categorías amateurs hasta 1974, donde volvería a disfrutar de otra campaña en la Serie C, para volver a ‘la D’ y ver como se creaba una nueva categoría la Serie C2 suponiendo otro escalón más en su lucha por volver a estar en el fútbol profesional.
Por fin, con Ugo Tomeazzi al mando, el Carpi volvería al tercer escalón del calcio, la ‘C1’, en 1989. La década de los noventa, década de bonanza para el fútbol italiano también sería una buena etapa para el conjunto ‘carpigiani’ llegándose a amoldar por fin a la categoría y rozando el ascenso a la Serie B en la 96/97, donde los ‘biancorossi’ dirigidos por Luigi De Canio cayeron en los play-offs de promoción ante el Monza. Una vez llegada a la gloria vino inmediatamente la desesperanza, pues en 1999 se confirmaba su descenso a la Serie C2 y un año después un nuevo descenso a Serie D que conllevó la bancarrota y desaparición del club emiloromañol.
La refundación
Tras su desaparición, los tifosi del conjunto biancorosso refundaron el equipo con el apoyo de un pequeño consorcio de empresarios locales, todo ellos del sector de la moda, que aún siguen siendo los propietarios del club. En tan sólo dos años el nuevo Carpi pasa de las ligas regionales a la Serie D donde se curtiría hasta que la llegada de una nueva década supusiera el triunfo de este modesto equipo al lograr dos ascensos seguidos: uno en 2010 a la Serie C2 y otro el curso siguiente a la C1.
En su primer año en la actual Serie B, y tras la marcha del artífice del ascenso Fabio Brini, se confía en el entrenador Stefano Vecchi, que el curso anterior entrenó al Südtirol, rival de los carpigiani en la fase de ascenso. El equipo comienza de manera irregular lamiendo los puestos de descenso, pero una buena racha de tres victorias consecutivas lo sitúa en los puestos medios de la tabla, sin embargo al mes después una sonrojante derrota en casa ante la Reggina (0-3) conlleva a la directiva a sustituir a Vecchi por Giuseppe Pillon que es quien acaba la temporada y logra una meritoria dúo décima plaza que sirve para cumplir el objetivo, la permanencia.
Una temporada histórica
Pero la verdadera gesta de este club con 106 años de historia ha sido lograr el ascenso a la Serie A en esta temporada después de haber gastado sólo cien mil euros en fichajes el pasado verano y destinar 2,5 millones de euros para los salarios de toda la plantilla (la mitad del salario de cualquier estrella de la Serie A).
Al inicio de la temporada, el objetivo era, evidentemente, la permanencia en la Serie B, no pudiendo aspirar a algo más ya que se había reducido el presupuesto un 40 por ciento por el tema de la crisis y el único capricho, o gasto importante, fue el fichaje del técnico Fabrizio Castori. A sus 60 años, Castori, es un auténtico maestro de los ascensos pues acumula en su haber hasta nueve (la mayoría para la Serie B), siendo el que ha conseguido con el Carpi, su primer ascenso a la élite del Calcio.
En esta campaña los ‘biancorossi’ han sumado números de récord como son los 26 puntos de los 30 posibles conseguidos en casa, en el modesto estadio Sandro Cabassi con apenas capacidad para 4.000 espectadores. Un estadio, el cual no podrá ver como su equipo debuta en la Serie A, ya que la federación italiana obliga a que los estadios tengan un mínimo de 16.000 espectadores como aforo.
Lo de la posible mudanza de estadio es un pequeño inconveniente para un modesto equipo que ya ha inscrito su nombre en el libro de oro del calcio italiano y que llenará de ilusión y felicidad una pequeña localidad de la Emilia-Romaña.