No hay duda de que cuando un seleccionador elabora la lista para un mundial aparte de incluir en ella a los mejores jugadores a nivel nacional, puede apostar también por aquellos que le trasmiten más confianza. Ese al menos ha sido el caso de Del Bosque a la hora de elegir la delantera que se encargará de hacer los goles españoles en Brasil.
Desde que la selección española empezara a enamorar a propios y extraños con su fútbol de toque ha tenido entre sus filas a un bloque que podríamos calificar de fijo, sobre todo en lo que al centro del campo y la zaga defensiva se refiere. Pero, es la línea atacante la que, por un motivo u otro, más cambios ha sufrido.
Bien es sabido que los delanteros puros suelen ser jugadores irregulares. En un momento pueden ofrecer lo mejor de sí y dejar sentados a sus rivales, y al siguiente partido no acertar en puntería y entrar en una espiral de malos resultados. Si hay un jugador al que se le pide efectividad en esto del fútbol es al delantero, pues de ellos nacen los goles casi siempre; y sin goles, no hay victoria.
Bajo esta premisa, pensó Del Bosque en las mejores opciones para llevar al Mundial del Brasil e incluyó en la pre-lista a hombres como Negredo, Llorente, Torres, Villa y Diego Costa, a sabiendas de cualquier descarte sería mirado con lupa y generaría el debate.
Finalmente, Álvaro Negredo y Fernando Llorente fueron los descartes. Sorprendente lo del jugador de la Juventus y no tanto lo del vallecano. El recién estrenado ‘sky blue’ comenzó la temporada de la mejor forma posible. Goleaba y gustaba por el feudo inglés. Sin embargo, su progreso se cortó en seco y, a pesar de su veintena de goles, Pellegrini no siguió apostando por él. Todo lo contrario ha ocurrido con Llorente. Le costó integrarse al sistema de juego de la liga italiana pero pronto se convirtió en un referente y ha terminado el año como segundo máximo goleador de su equipo, aspecto que no ha sido suficiente para Del Bosque, que ha preferido contar con hombres más aclimatados y experimentados al estilo de juego de la selección.
En el apartado de los elegidos, el primero en postularse como ‘fijo’ fue Diego Costa. Lo de que el brasileño nacionalizado español estaría en la lista final era casi obligatorio después de la ‘campaña’ que hicieron algunos medios a favor del jugador. Nada malo puedo decir de él pues ha demostrado estar en forma en todo momento. Es un auténtico killer que ha ayudado, y mucho, al Atlético a conseguir la Liga de este año. Si tuviera que destacar algo negativo es el aspecto de su lesión. Todo parece indicar que está recuperado, pero también lo estaba (o eso decían) para el partido de Champions y ya se sabe lo que pasó. Mientras Del Bosque ha descartado a otros jugadores por estar lesionados (Thiago) o recién recuperados (Navas), sí ha confiado en que Costa estará al 100% para el Mundial. Esperemos que no suceda lo contrario.
El caso de su ya excompañero David Villa es diferente. El asturiano decidió cambiar el Barça por el Atlético de Madrid en busca de más minutos y no inició mal su primera temporada como colchonero. Sin embargo, su evolución ha ido de más a menos y a final de temporada contaba con 13 goles en 36 partidos. Esos números quizá no le ayudan para ser uno de los elegidos por Del Bosque, pero el marqués se ha centrado en la confianza que le tiene como jugador, aspecto que se sostiene en que Villa sea el máximo goleador de la selección con 56 tantos y al que se añade el buen entendimiento que ha demostrado tener con Costa en el campo.
Por otro lado, al ‘niño’ Torres le ha pasado un poco como a Villa. Empezó bien la que ha sido su tercera temporada en el Chelsea, pero con el pasar de los meses, se fue desinflando. De ahí que sólo haya conseguido 5 goles en sus 28 partidos en Premier League. El paso del de Fuenlabrada por la selección ha deambulado siempre en una relación de amor-odio, pasando de ser un fijo intocable a épocas de ostracismo. No había contado Del Bosque con él para sus últimas listas pero sí decidió llamarle para el Mundial. No olvida el seleccionador que siempre el equipo ha necesitado de sus goles, Fernando, ha respondido, y además, Luis Aragonés, ya lo definía como el “mejor 9” para La Roja. Otra demostración de confianza.
Y es que confianza es la palabra para entender la decisión final de Del Bosque. Contar con Villa y Torres supone incluir entre sus filas a dos hombres veteranos con la selección y que en muchas ocasiones han sido la dupla atacante de este equipo, mientras que la frescura prefiere dejársela a un Diego Costa que se encuentra en plena explosión de su potencial. Esperemos pues que las lesiones respeten a uno y los goles les lleguen a los otros. Si España quiere volver a hacer algo grande necesita a los mejores ‘killers’, y si resulta que, como ahora, algunos de los elegidos no pasa por su mejor momento, al menos, habrá que recordar cuando fueron los más confiables.