Marruecos suspiraba por Munir El Haddadi tras verlo en acción en la UEFA Youth League con el Barcelona juvenil y comprobar que tenía dinamita en sus primeros goles con el Barcelona Atlétic. Pero cuando Luis Enrique lo presenta al ‘gran público’ como futura promesa culé, la RFEF estrechó el cerco sobre él y terminó vistiendo la camiseta española en partido oficial dando un portazo a las aspiraciones marroquíes.
Nacido en El Escorial y criado en la localidad de Galapagar, Munir siempre fue a las categorías inferiores españolas, pero la modificación del reglamento de la FIFA en la reunión de Nassau (Bahamas) de 2009 permitía la posibilidad de que jugadores de doble nacionalidad puedan elegir la selección que deseen sin límite de edad, por lo que Marruecos estaba al acecho por si el joven barcelonista quisiera defender el país de sus ancestros.
De hecho el seleccionador Badou Zaki (o Ezaki según los cromos que sacaba Colecciones Este del exportero del Mallorca) tenía en mente dejar al chaval madurar en nuestra liga y llamarlo a filas justo después de la Copa África de 2015, pues el propio Munir no había cerrado nunca la puerta a las solicitudes del reino alauita. Said Chiba (exjugador del Compostela), asistente de Zaki, había ido a hablar con la familia del canterano azulgrana y, Mohamed Ouzzine, ministro de Juventud y Deportes del país magrebí, lo había visitado en el Camp Nou para ver el partido entre el Barcelona y el Elche, y en todas esas visitas, el entorno del hispano-marroquí siempre era favorable a la idea de representar a Marruecos. Al sentir la amenaza de los planes de la federación marroquí, Del Bosque y los suyos se pusieron manos a la obra y la RFEF se adelantó a los ‘Leones del Atlas’. Así Munir debutó ante Macedonia y luego declaró en Twitter: «Me siento muy honrado de vestir la camiseta de la Roja, sin olvidar mis raíces. Gracias a la selección española» iniciando así su carrera internacional con España que algunos ya vaticinan que será como la de Bojan Krkic. El hoy delantero del Stoke City debutó deprisa y corriendo con la selección española para evitar que defendiese a la selección de Serbia cuando despuntaba con el Barça en 2008 y ahí su andadura como internacional.
Otro jugador que se le ha escapado a Marruecos es Karim Bellarabi. A principios de septiembre, Zaki alardeó que el jugador nacido en Berlín había dicho que estaba «contento, motivado y agradecido» por vestir la camiseta de Marruecos próximamente tras un encuentro con miembros de la federación marroquí donde el atacante había posado con la camiseta del combinado norteafricano. Así las cosas el jugador del Bayer Leverkusen, entró en la preconvocatoria de Marruecos para los partidos ante la República Centroafricana y Kenya, los días 9 y 13 de octubre. Pero Joachim Löw, muy consciente del prometedor futuro de Bellarabi, lo selecciona para que represente a la Mannschaft en los partidos de clasificación para la Eurocopa de 2016 contra Polonia e Irlanda. El joven extremo prefirió la jugosa llamada de la campeona del mundo a defender sus raíces. Marruecos una vez más salió perdedora.
Y como no hay dos sin tres, otro revés golpeó a los ‘Leones del Atlas’ inmediatamente después de la negativa de Bellarabi. El delantero Nabil Bahoui (AIK Solna) prefirió unirse a Suecia pese a que Zaki dijera en septiembre la siguiente frase «A pesar del hecho de que Bahoui fue llamado para un partido amistoso con Suecia, el público marroquí lo verá con nosotros, a partir de octubre si todo va bien». Pero Bahoui no sólo jugó ese partido amistoso sino que siguió jugando con los escandinavos hasta llegar a disputar encuentro oficial y despedirse para siempre del combinado de Marruecos. Otra vez cara de póquer para Zaki. En el pasado, los antiguos seleccionadores Eric Gerets y Rachid Taoussi ya vieron como Bélgica le robaba in extremis a Nacer Chadli y Zakaria Bakkali por lo que el actual seleccionador no sufre en soledad.
También es verdad que Marruecos ha conseguido pescar en caladero europeo y reforzar sus selecciones con oriundos tales como Benatia, Boussoufa, Chamakh o Barrada pero sin embargo, como también le sucede a Argelia (Zidane, Benzema, Nasri, etcétera), los mejores jugadores de origen magrebí siempre terminan del lado del ‘Viejo Continente’. Fellaini, Rami o Afellay dan fe de ello.