¡¡¡Paren las rotativas!!! ¡¡¡Actualicen las webs y la emisión!!! ¡¡¡Tenemos una noticia de última hora!!! Así me imagino que fue la reacción cuando se dio a conocer que un partido de la Liga de fútbol femenino aparecería en el boleto de la quiniela de este pasado fin de semana por primera vez en sus 71 años de historia. En concreto, el encuentro elegido fue el Atlético de Madrid-Athletic (que a la postre se llevaron las colchoneras por un abundante 6-0), que ocuparía la casilla del pleno al 15.
Un acontecimiento que tiene dos lecturas. Por un lado, la triste, pues que en pleno siglo XXI y año 2017 el hecho de que las mujeres consigamos mismo reconocimiento que los hombres por realizar el mismo trabajo sea noticia es penoso. Sí, penoso. La quiniela ha tardado nada menos que 71 años en considerar que el fútbol femenino merece un espacio en sus filas. Aquí hay quien me dirá que este balompié lleva poco tiempo en desarrollo en España, casi unos 30 años de nada (nótese la ironía). Pero, y conectando con la parte buena que vendrá a continuación, al menos la quiniela, una septuagenaria, se anima a evolucionar en pro de la igualdad, aceptando lo que hasta poco era más que impensable. No se puede decir lo mismo de otros aspectos (inserte el que guste) de este país.
Por otro lado, la buena. ¡¡¡Sí señor, las mujeres llegamos a la quiniela!!! (léase con aplausos por favor). Una apuesta donde solo había partidos jugados por hombres, lo que significa que el fútbol femenino tiene cada vez más reconocimiento.
Como es lógico, esta última lectura es contradictoria a la primera. Personalmente, prefiero quedarme con ella. ¿Por qué? Para muestra, un botón: “Estar en la quiniela implica que todos los seguidores que le dedican un tiempo durante la semana a apostar por la Liga Santander, estén ahora pendientes de nosotras”, afirmaba Ainhoa Tirapu, portera y capitana del Athletic. En los mismos términos se pronunciaba el entrenador del Atlético, Ángel Villacampa: “Es un paso más que el fútbol femenino necesita para encontrar el lugar que le corresponde”.
Los propios protagonistas de la noticia reconocían así la importancia del hecho. Y la cosa no queda ahí. Durante esta temporada, un mínimo de cinco boletos de la quiniela tendrá partidos de la Liga Iberdrola. A eso hay que añadir que, con motivo del Día Internacional de la Mujer, se celebrará una jornada especial el 11 de marzo incluyendo varios encuentros.
Y es que tenemos que abrir los ojos a la realidad. El fútbol femenino está calando en nuestro país. Por ejemplo, en cuanto a afición, 26.000 espectadores se dieron cita en un Athletic-Barcelona en 2013 (partido que ostenta el récord). Igualmente, son muchos los españoles que siguieron el devenir de las nuestras durante la última Eurocopa. De este modo, y según los datos extraídos de la web de la UEFA, la audiencia, a fecha de 29 de julio (tras la fase de grupos), había subido un 116% (72,5 millones) en nueve mercados: Finlandia, Francia, Alemania, Islandia o España, entre otros.
Todo ello solo significa que no está tan lejano el día en el que en las tertulias de bar (o las de la tele) se debata lo ocurrido en un partido de féminas, que sigamos los espacios donde se analicen jugadas o se repitan goles, y que hasta veamos los reportajes innecesarios en el que nos cuentan la última colonia que se compró una jugadora (que la fuerza que sea nos libre de este mal, por favor). Y es que el fútbol femenino es una ‘bestia’ que da sus primeros pasos, así que cuando empiece a rugir, recuerden el día que llegó a las quinielas y digan: ¡Yo lo viví!