Con los procesos de candidaturas para la presidencia de la FIFA, el asunto de la elección de los mundiales de Rusia y Catar en los que se ha dejado entrever ciertas irregularidades cercanas a la corrupción y al tráfico de influencias ha caído en un segundo plano. Pero esta semana Catar, que se empeña en demostrar que no es un país a la altura del mundo civilizado ha conseguido volver el foco de atención hacia ellos y al futuro mundial de 2022.
Y es que en el país donde inmigrantes, principalmente nepalíes, han perdido su vida en las obras de los estadios de la cita mundialista, periodistas de los medios alemanes ARD y WDR que estaban en tierras cataríes para informar sobre esas pésimas condiciones de trabajo en la construcción de los recintos del mundial, aseguraron que fueron detenidos durante varias horas, en las que aprovecharon para confiscar todo su material periodístico, y que pusieron todas las trabas posibles para no dejarles salir del país.
Now it’s public. We got arrested in #Qatar, interrogated by the police&the intelligence service.Not allowed to leave the country for days.
— Florian Bauer (@FloBauerAuthor) Mayo 4, 2015
Arrested in #Qatar . Police,public prosecutor & intelligence involved. http://t.co/o7DkXRnZZu @FIFAcom @FIFAWorldCup 2022 @Qatar2022_WFC — Florian Bauer (@FloBauerAuthor) Mayo 4, 2015
La revelación de estas detenciones fue hecha después de la emisión del documental La venta del fútbol: Sepp Blatter y el poder de la FIFA por el canal ARD. Esta pequeña ‘bomba’ puede ser el escándalo que aleje definitivamente a Blatter de la reelección como presidente de la FIFA, si bien otras denuncias como el Informe García o el ‘Resumen’ Eckert (basado en el anterior y de carácter más suave) no tuvieron relevancia y el dirigente suizo logró acallarlos.
El informe que redacto el fiscal estadounidense Michael García, que contratado por el Comité de Ética de la FIFA como investigador independiente para esclarecer si hubo irregularidades en la elección de Rusia y Catar, pasó a las manos del juez alemán Joachim Eckert, quien hizo una interpretación sesgada y tergiversada de ese informe, lo que conllevó a que García abandonara su puesto ante «la falta de transparencia» de la FIFA y que toda su investigación cayera en saco roto, para regocijo de Blatter y sus compinches.
Blatter al fin en la picota
Pero parece que gracias al documental de la ARD y la revelación de la detención de periodistas en Catar Blatter tiene elementos para preocuparse seriamente. Primero porque la gravedad de los acontecimientos están fuera de toda duda y segundo porque la parafernalia de la FIFA no ha sido capaz de ocultar a la prensa internacional esos hechos.
Tanto Florian Bauer como el otro equipo de profesionales de la cadena WDR revelaron que fueron detenidos cuando filmaban en Doha y que después serían interrogados por la policía estatal y por un fiscal, y no serían liberados hasta catorce horas después, y que vagarían en Catar sin poder continuar con su trabajo hasta cinco días que es cuando el Ministerio de Asuntos Exteriores les dejó volver a Alemania.
Este incidente no impidió la exhibición del documental, donde un miembro del Comité Ejecutivo de la FIFA admite la existencia de negocios con empresas cataríes cuando el proceso de elección de sede estaba en curso; además de presentar documentos que atestiguaban apropiación indebida de dinero por parte de un dirigente de una federación para asegurar su voto a la candidatura de Catar 2022.
Las autoridades de Catar responsables ente este anuncio se apresuraron a ‘clarificar’ lo que consideran informaciones «incorrectas». El comité organizador de Catar 2022 clasificó de «explícitamente falso» cualquier relación entre las detenciones de los periodistas germanos y el futuro Campeonato del Mundo. Las autoridades se escudan en que para filmar se necesita una licencia y que hacerlo «en ciertos lugares» sin autorización puede acarrear repercusiones legales. Sea como fuere, el daño a Blatter está hecho, y puede que sea definitivo.