Ayer se presentó los candidatos al Premio Puskas, la condecoración que señala el mejor gol de este año. En esa terna se encuentran el gol que le hizo James Rodríguez con Colombia a Uruguay en el pasado mundial y la espectacular palomita del holandés Van Persie a España también en Brasil 2014. Y acompañando esas dos candidaturas, se encuentra el primer gol del fútbol femenino en ser nominado a este galardón, un precioso tanto firmado por la irlandesa Stephanie Roche ejecutado con el Peamount United en un encuentro frente al Wexford Youths.
La nominación de la jugadora, que ahora viste la camiseta del ASPTT Albi francés (club que no lo ha fichado a raíz de su famoso gol como he podido lee en otros medios) ha levantado algunas ampollas entre algunos sectores que son reacios a que una mujer pueda optar por un galardón con las mismas garantías que un hombre.
Los contrarios a esta nominación se escudan en las diferencias que hay entre el fútbol femenino y el fútbol masculino, y que debido a esas circunstancias, la consecución de un gol difiere en uno u otro (por no decir que dejan caer que en el fútbol femenino es más fácil lograrlo), y que por ello deberían crearse dos categorías, una para el mejor gol del fútbol de féminas y otro para el género masculino. Por lo que siguiendo su planteamiento a Stephanie, a quien las reglas le apartaron de un equipo mixto, volvería a verse condicionada por una medida divisoria.
No es objeto nuestro luchar ante toda la diferenciación entre el fútbol femenino y el masculino, sino que diferenciaciones radicales como la que quieren hacer con respecto al galardón del mejor gol de este año hay que considerarlas como absurda. El que una mujer pueda optar por el Premio Puskas es una noticia muy buena y además creo que merecida. Ahora sólo queda esperar, como bien dice la propia Stephanie Roche, que los votantes evalúen el gol por “su belleza, no por haber sido marcado por una mujer o por un hombre”.
El gol por el que Roche ha sido nominado:
Fuente: FIFA