El tema del día y de días venideros es el no fichaje de De Gea. Cuando todo estaba hecho, cuando Manchester United y Real Madrid estaban de acuerdo en intercambiar al cancerbero madrileño por el costarricense Keylor Navas y treinta millones de euros, los reglamentarios papeles firmados por los representantes del club inglés llegaron a las 23:59 de anoche lo que conllevó que fuera prácticamente imposible que el conjunto blanco inscribiera a tiempo la transacción en la Liga de Fútbol Profesional.
Lejos de centrarnos en si el Real Madrid ha hecho el ridículo institucional con esta transacción fallida, o de si es el Manchester United el culpable de todo por haber entregado la documentación a última hora a sabiendas que el perjudicado sea el club merengue (el mercado de fichajes en Inglaterra se cierra esta tarde), o incluso, siguiendo teorías conspiratorias, de que ha sido la venganza de Van Gaal que ha culminado un malévolo plan, cabe ceñirnos a que lo importante es el desaguisado que le han dejado al principal protagonista, David de Gea.
Ante todo las culpas deben estar repartidas entre los clubes que han dejado para el último día una transacción para la que han tenido más de dos meses para cerrarla, por lo que el cancerbero, aún del Manchester United, no merece que se le salpique con el tira y afloja que se han traído entre manos los ‘red devils’ y el Real Madrid. De Gea ha mostrado su interés en volver a la Liga BBVA tras lograr su madurez en la Premier, especialmente por intereses deportivos y personales, pero ante todo se ha mostrado como un profesional, dando el todo por el todo en los entrenamientos, y encajando la suplencia recientemente impuesta por Van Gaal.
Ahora al guardameta madrileño se le presenta un panorama complejo, pues queda por ver si Van Gaal le sigue sometiendo al ostracismo por detrás de Sergio Romero, algo que le llevaría a peligrar no sólo su presencia en la Eurocopa de Francia del próximo año (siempre que España se clasifique) sino su carrera deportiva si nos ponemos extremistas (un año de suplencia ha acabado con la trayectoria de más de un portero). Además su declarado deseo de recalar en el Real Madrid, ha puesto a buena parte de la afición del Manchester United en contra, lo que conllevará a un ambiente casi insostenible para el futbolista. Se avecina un año muy complicado para De Gea y todo ello por dejar las cosas para el último momento.