Quien me conozca le parecerá curioso que yo critique la forma de actuar del Newcastle, siendo un aficionado de los ‘magpies’, pero quien me conozca sabrá también que no me gusta callarme ante las injusticias, sea quien sea el que las cometa.
En las filas del Newcastle United, Jonás Gutiérrez, que fuera capitán de las urracas y uno de sus principales jugadores no hace mucho tiempo, acaba contrato este mes de junio, y su continuidad en el conjunto blanquinegro está descartada pues como él ha expresado, nunca perdonará lo que le hicieron.
Recapitulando, en verano de 2013 al exfutbolista del Mallorca se le detecta un cáncer testicular, algo por lo que decide dejar el fútbol mientras combate su enfermedad en su Argentina natal, que será vencida tras la extracción de un testículo en una operación producida en el mes de octubre de ese 2013. Tras un periodo de recuperación, a mediados de noviembre se le comunica que está completamente curado y por ello se reincorpora a las filas del Newcastle, donde las cosas no iban a ir como Jonás esperaba.
Tras algunas semanas ignorando al argentino, Alan Pardew, entrenador ‘magpie’ por entonces, se reúne en diciembre con él y le comunica que debe buscarse equipo, que no tiene sitio en las ‘urracas’. Así Jonás se vio obligado a recalar como cedido en el Norwich donde terminaría la temporada. Una vez más el fútbol dejaba ver su lado más negativo, el lado en el que prima «lo que es mejor para el negocio» en lugar de lo que hubiera sido lo más éticamente correcto.
«Estaban pensando en los intereses del club, pero creo que en una situación como estas deberían ser consideradas otras cosas, por ejemplo que llevo ya cinco años en la casa. Se debió mirar a la persona y no al jugador» aseguraba Jonás Gutiérrez en una entrevista en Canal Plus, con toda la razón del mundo.
Un futbolista que ha sido pieza clave durante muchos años en el Newcastle, que siempre ha demostrado su profesionalidad al vestir la casaca de los ‘magpies’ se le enseña la puerta trasera porque su rendimiento ha bajado porque ha estado luchando contra un cáncer. Algo tan inhumano es difícil de procesar.
Ante las críticas volcadas por esta deleznable forma de tratar al futbolista argentino, el propio Newcastle se ha querido desmarcar de la situación aclarando que la decisión fue únicamente de Pardew y que no tuvo relación con cuestiones de salud sino con su aportación deportiva. Una forma de lavarse las manos que no oculta que el Newcastle tuvo relación de este dramática decisión al dejar hacer al que fuera su técnico. Lamentable.