Adenor Leonardo Bacchi, popularmente conocido como Tite, es oficialmente desde ayer seleccionador de Brasil, quizá la selección mas mítica de la historia. Por ello la exigencias al frente de la ‘verdeamarelha’ es máxima y la CBF ha querido asegurar en su elección y ha buscado al que es, a día de hoy, el técnico más reputado del país. Además también es el más exitoso pues es el actual campeón del Brasileirão dirigiendo a Corinthians. Al frente del ‘Timão’, Tite ya hizo historia alcanzado la liga doméstica en 2011 y la Libertadores y Mundial de Clubes en 2012. Aquella victoria ante el Chelsea de Rafa Benítez es quizás su triunfo más sonado y por el que es toda una leyenda de Corinthians.
En aquella época se caracterizaba por ser un técnico eminentemente defensivo y muy táctico. Fue campeón de América y del mundo planteando siempre partidos muy cerrados, con muchos jugadores por detrás del balón, apostando claramente por el contragolpe. Tras esos triunfos, Tite se tomó un año sabático en 2014 para actualizarse como profesional y viajar el mundo aprendiendo con algunos de los mejores entrenadores. Visitó a Ancelotti en Madrid a Wenger en Londres e incluso a Bianchi en Buenos Aires. A su regreso, se volvió a hacer cargo de Corinthians y volvió a llevarse el Brasileirão de 2015, pero ésta vez con un equipo algo más asociativo. Sin perder sus señas de identidad, armó otro equipo sólido, intenso, con gran disciplina táctica pero ya no lo fiaba todo al contraataque, sino que buscaba más combinaciones, eso sí siempre hacia adelante y muy rápidas. Combinó el hecho de ser el conjunto menos goleado de Brasil con el de máximo goleador. En definitiva, un equipo más completo en su juego y sobre todo más bonito de ver que el llegó a vencer al Chelsea en 2012.
Tite, que ya rechazó a la CBF en cuatro ocasiones y conocido en su país por su carácter, ética y honestidad en el trato con los jugadores, dirigentes y prensa, parece pues el hombre indicado para devolver la gloria a Brasil. Y es que su modelo de juego encaja a la perfección con los jugadores de los que actualmente dispone Brasil. Porque sí, Brasil tiene jugadores de muchísimo nivel en casi todas sus líneas. Y los tiene sobre todo en las parcelas donde más destaca Tite, solidez defensiva y transiciones rápidas. Le faltan centrocampistas de asociación pero sí tiene pivotes defensivos como Casemiro o Luiz Gustavo además de una pléyade de centrales ‘top’ encabezada por Thiago Silva, Marquinhos y con David Luiz, Miranda, Jemerson o Juan Jesús en la recamara. Tite también dispondrá de algunos de los mejores laterales del mundo con Dani Aves, Danilo, Fabinho, Marino o Bruno Peres en la derecha y Marcelo, Álex Sandro, Filipe Luis, Wendell o Douglas Santos en la izquierda. La portería no está mal cubierta pues el recientemente fichado por la Roma Alisson, Diego Alves o Neto son porteros para estar tranquilos.
A partir de esa base, viene lo mejor de Brasil comenzando por buenos pasadores desde Coutinho a Oscar pasando por Alex Teixeira, Firmino, Lucas Lima o Ganso. Ese último pase debería ser aprovechado en las transiciones por algunos de los mejores extremos de mundo y es que con Neymar y Douglas Costa hay pocos países que se pueden comparar con Brasil. Jugando a pierna cambiada pueden y deben marcar las diferencias en la ‘canarinha’. Sobre ello se debería construir el futuro de Brasil y armar un equipo que potencie sus virtudes pero sí fallan, jugadores como Lucas Moura, Willian, Felipe Anderson, Bernard, Hulk, Taison o Marlos son recambios de garantías.
Si Brasil tiene ‘overbooking’ en la linea de tres de cuartos no ocurre lo mimo con el delantero centro. Muy lejos quedan los tiempos de Romario, Bebeto o Ronaldo, y es en esa demarcación donde Tite tiene mas trabajo, empezando por intentar recuperar al mejor Alexandre Pato o rebuscar en las categorías inferiores. Las opciones a día de hoy pasan por Jonas, Raffael o adelantar a Firmino.
En definitiva, Tite tiene ante sí un reto mayúsculo pero tiene a su disposición una nómina de jugadores mucho mejor de lo que piensa la opinión general. Brasil dispone de materia prima de mucha calidad, ahora depende del técnico gaucho que esos materiales se conviertan en un gran producto.