Si hay alguien que conoce bien el fútbol español ese es Marcos Senna. Clave en la consecución de la Eurocopa de 2008 y un referente en la época dorada del Villarreal al que hizo jugar y donde desplegó toda su magia. Ahora, tras su paso por la NASL en la que jugó con Raúl en el New York Cosmos, ha vuelto a España, donde se encarga de las relaciones institucionales del Villarreal al mismo tiempo que combina su labor con la de embajador de la Liga.
Pregunta: Un hombre que lo ha sido todo en el mundo fútbol, ahora retirado, pero que sigues vinculado a él. ¿A qué te dedicas exactamente?
Respuesta: Nada más dejar el fútbol, me he vinculado directamente al Villarreal. Estoy en la parte institucional, como imagen del club. Voy a todo tipo de eventos, comidas de directivas, sorteos… Y además también estoy vinculado a la Liga como embajador, cuando hay algún evento, acudo.
P: Lo has sido todo, pero Marcos Senna tiene unos inicios, en su tierra natal, en Brasil. ¿Cómo recuerdas esa época?
R: Pasé momentos bonitos, pero también muy complicados. Antes de debutar con el primer equipo del Rio Branco había sufrido lesiones, momentos difíciles… Todos los chicos tienen dificultades, yo no podía ser menos, pero siempre estuve enfocado a poder triunfar algún día. Nunca perdí las esperanzas y siempre trabajé muy fuerte. Al final pude debutar con el primer equipo y empezar a crecer en el fútbol. También en el primer equipo tuve mis problemas de lesiones, no todo fue alegría. Pero siempre con la mentalidad de recuperarme y seguir.
P: ¿Sigues yendo a Brasil de vez en cuando?
R: Si, suelo ir a Brasil dos veces al año. Nada más acabar la temporada suelo ir un par de semanas para ver a mi madre, a mis hermanos y amigos, y en navidades suelo ir también dos semanas.
P: Al venir de Brasil, llegó la consolidación. Viniste al Villarreal, ¿Cómo fue ese fichaje? ¿Qué sentiste en ese momento?
R: Mi sueño de pequeño y cuando debuté era jugar en Italia. Era la liga que más sonaba, la que más destacaba: Milan, Juventus, Nápoles… Pero fueron pasando los años y la liga española fue creciendo muchísimo y la cosa fue cambiando. Vine a España con el Corinthians a jugar contra el Deportivo de la Coruña, a jugar el Teresa Herrera….Y me encantó. Me encantó el clima, la comida… A partir de ahí me cambió el chip. Entonces mi deseo empezó a ser venir a España, a jugar en España, seguía los partidos, así que Italia se quedó atrás.
Entonces antes de venir, tuve una oferta del Shakhtar Donetsk. Pero no quería ir a Ucrania. Cambia mucho un país a otro. Yo quería ir a algún país que estuviera en el centro de Europa, pero ir al este de Europa, ¡no! Al final, llegó una oferta de un equipo de España.
P: Pero era un equipo de media-baja tabla.
R: Si, en el año 2002 el Villarreal no sonaba en ningún lado. Me dijeron que tenía una oferta de un club que se llamaba Villarreal y me pregunté dónde estaba eso. Al final, obviamente acepté. Llegué aquí un día festivo, en una ciudad pequeña, no se veía nadie, y yo pensé: “Madre mía que hago yo aquí”. Pero eso fue antes de conocer la ciudad deportiva. Luego llegué aquí, la conocí, vi las instalaciones y me cambiaron las sensaciones por completo. Yo vine del São Caetano donde entrenábamos en el estadio o en el campo de alguna empresa. Y llegué aquí y vi una estructura espectacular. Me cambió el chip y decidí que era aquí donde quería dar continuidad a mi carrera y hacer historia. ¡Y así fue!
P: Y bien que la hiciste…
R: Yo me siento un privilegiado. El triunfo no llega porque si, llega porque has trabajado. Y con mucho esfuerzo, mucha determinación, pasé momentos difíciles aquí con muchas lesiones, pero sabiendo que me iba a recuperar e iba a poder triunfar porque siempre he confiado en mis capacidades técnicas y físicas. Todo pasó y pude crecer con el club.
P: Y luego, te metieron gente aquí como Riquelme, como Forlán, más adelante Pirès, Cazorla. ¿Cómo es jugar con ellos? ¿Con cuál te quedarías?
R: Elegir uno sería muy injusto por mi parte. He jugado con jugadores extraordinarios y fueron momentos inolvidables tanto para mí como para el pueblo, la afición, la gente. Hubo épocas maravillosas. Como has mencionado hubo gente como Riquelme, Forlán, Sorín, Arruabarrena, después Santi (Cazorla), vinieron amigos como Guille Franco, Peña y vino la otra generación con Giuseppe Rossi, que de hecho ahora se ha lesionado otra vez, ¡pobre! También vino Robert Pirès. No me puedo quedar con ninguno, porque sería injusto. Realmente he vivido momentos en temporadas distintas, muy buenos.
P: Pero aparte llegó el que podríamos decir para el Villarreal, ‘el hombre’ el que pudo conjuntaros a todos y darle al club lo que tiene como equipo. Hablamos de Pellegrini. Cuando te dijeron que iba a venir ese hombre, ¿Lo conocías? ¿Qué pensaste de él?
R: No le conocía. Además, pensaba que era un hombre que venía de otra liga, de otro continente y que no lo tenía nada fácil. Los que están aquí no es que lo tengan fácil, pero ya lo conocen todo y saben cómo va todo. Lo de Pellegrini fue algo muy meritorio porque lo dicho, vino de otra liga, de otro continente… y puso su concepto, su manera de trabajar, su estilo de juego y ha funcionado muy bien, espectacularmente bien. Yo me adapté muy bien a su concepto de trabajo, de juego y por eso me considero un privilegiado. Pude adaptarme muy bien a su sistema.
Al principio con mucho cariño me vio que estaba volviendo de lesiones, no estaba bien físicamente, un poquito gordito, y me dijo que para jugar con él iba a tener que adelgazar y ponerme las pilas. Era joven, me iba de vacaciones a Brasil, comía y volvía por encima de mi peso. Entonces él me dijo: “Mira, a partir de ahora o te cuidas o conmigo no jugarás”. Al final me puse a tono y a partir de ahí ya no salí más de su equipo. Él, cuando salió de aquí siempre ha hablado de mí, de Santi (Cazorla), de Rossi… y lo guardo en mi memoria con mucho cariño.
P: Y luego llegó el día. Lo que pasó con Riquelme, el penalti contra el Arsenal. ¿Qué os dijo Pellegrini cuando llegasteis al vestuario?
R: Riquelme era el lanzador oficial, y además todos pensamos que no seguía. Todos le apoyamos, fue un día muy duro para él, para todos nosotros… pero la gente entendía que un penalti se puede fallar y no pasa nada.
P: ¿Y cómo es ese momento de llegar al vestuario?
R: Cuando juegas bien, cuando has dado todo en el partido siendo más fuerte que el rival, sabíamos que podíamos haber pasado a la final… pensando así, uno tiene dobles sentimientos. Por un lado me voy satisfecho porque lo di todo, hicimos un gran partido. Y por otro, una pena porque pudimos ganar tres a cero fácilmente. Al final lo mejor es agarrarte a lo de que jugamos bien, lo dimos todo.
P: Después de ese año, llegó para ti lo más, la selección española. Debutaste con Luis Aragonés. ¿Cómo fue esa primera llamada?
R: Fue algo que yo jamás esperaba que podía pasar. Vine a España con la idea de triunfar pero no con la idea de jugar en otra selección que no fuera la de mi país de origen. Entonces después de la Champions, se me acercó Luis Aragonés para hablar conmigo. Él antes ya se había informado de mi trayectoria. Charlamos y me hizo la pregunta clave que era que si hubiera la posibilidad de jugar con España, si me gustaría hacerlo. Yo obviamente dije que sí. Uno siempre desea jugar con su país de origen, sobre todo si es la selección brasileña que es la más tradicional de todos los tiempos, pero con la ‘canarinha’ no tenía esperanza y aquí me había acoplado muy bien, había echado raíces en poco tiempo, cuatro años. Pensé que era la oportunidad perfecta para jugar un mundial y no con una selección cualquiera, sino con la selección española. No me lo pensé dos veces. Si Luis quería convocarme, tenía mi aceptación.
P: ¿Cómo era Luis Aragonés?
R: Yo no le conocía mucho, sólo por lo que refleja la prensa. Se decía que era un hombre un poco alejado de los jugadores, muy bruto y, sin embargo, era todo al revés. Él nos defendía a muerte de la prensa, tenía sus roces con ella cada dos por tres, pero todo era por nosotros. Nos defendía a muerte. Luego en el vestuario, en los entrenamientos hacia muchas bromas. Era un tipo que caía bien a todos. En mi vida tuve tres personas importantes. Por un lado Llaneza (consejero delegado del Villarreal) que vino a por mí a Brasil, Pellegrini que llegó aquí, cambió todo el sistema, y gracias a eso fui a la selección, y Luis Aragonés que decidió apostar por mí pese a que había otros jugadores clave.
P: Luego fuiste a un mundial donde no tuviste mucho protagonismo, pero en la Eurocopa, ahí sí. Fuiste elegido para el once ideal del torneo y encima ganasteis. ¿Cómo lo recuerdas?
R: Este fue el triunfo más grande en mi carrera. Quizá el día más feliz. El triunfo más grande y con más visibilidad mundial, obviamente fue el de la Eurocopa. Además es más difícil, porque ganar un título con la selección es más complicado. Todo es muy relativo. Igual ganas un título de liga con el Villarreal y ya piensas que superar al Atlético, Real Madrid, Barcelona ya es muy complicado por el presupuesto, pero en el caso de la selección, después de 44 años, poder ganar como lo ganamos, también es muy complicado. Fue algo inolvidable e histórico. La gente de España me conocía por el Villarreal, pero después de este título, allá donde voy, incluso países fuera de España, la gente por lo que me recuerda es por esto, por la Eurocopa de 2008.
P: ¿Cómo ves a Lopetegui? ¿Lo ves capacitado para ganar algún título?
R: Por supuesto que sí. Vicente del Bosque fue muy listo porque cogió el relevo de Luis Aragonés. Simplemente hizo unos pocos retoques y ganó Mundial y Eurocopa. Y Lopetegui veo que no hace falta que haga muchos retoques tampoco. Con lo que tiene ahora, con las características que tiene su plantilla, no puede poner a jugadores como Isco a saltar (risas), él tiene que seguir la línea, el ‘tiki-taka’. También está Silva y compañía, y ha ganado partidos difíciles, importantes, como fue el de Francia. España tiene grandes jugadores, tiene una gran generación y está capacitada para volver a ganar.
P: Cambiando de tema, tu eres primo de Marcos Assunção. Los dos erais grandes lanzadores de faltas. ¿De pequeños os picabais a lanzarlas?
R: En realidad él es el gran lanzador. Yo antes no lanzaba, siempre lo hacía Riquelme. Yo siempre le he pegado bien al balón, pero no lo hacía. Luego me atreví y empezaron a entrar. Assunção siempre ha sido un gran lanzador. De pequeños bromeábamos sobre que yo hacia los regates, los tiros de fuera de calidad, y él lo único que sabía hacer era pegar al balón. Pegaba extraordinariamente bien, uno de los mejores del mundo. Yo solo de vez en cuando tiraba y de vez en cuando entraba.
P: Volviendo al Villarreal. Se marcha Pellegrini y empieza una época con altibajos que acabó de la peor forma posible, con el descenso. ¿Cómo es estar ahí arriba y de repente, estar ahí abajo?
R: Nos pilló por sorpresa. No imaginábamos que el Villarreal podía bajar, sobre todo después de hacer una gran temporada y estar en Champions. Fue todo mal porque nos tocó un grupo muy fuerte y, además, se lesionaron jugadores muy importantes. Teníamos hasta seis bajas de jugadores importantes. Entonces cuando te metes ahí abajo, salir es muy difícil. La dinámica es mala y es complicado.
De los equipos que estábamos ahí éramos el que menos posibilidad tenía de descender, y pasó. Creo que en el fútbol hay ciclos y hay momentos en los que no te sale nada bien. Y esa temporada nos pasó. Hubo partidos en los que jugábamos bien y al final, en el último minuto nos empataban. Nos llegó a pasar en cinco o seis partidos, tanto en casa como fuera. Y al final necesitábamos sólo un punto, pero…
Fue un momento muy duro para todos: jugadores, club, aficionados… Pero creo que nos sirvió para aprender, por parte de todos. Lo bueno es que como es un club que trabaja, que hace muy bien las cosas, al poco tiempo estábamos otra vez arriba y en Europa. La gente que trabaja y hace bien las cosas no llega porque sí.
P: Precisamente te iba a preguntar por el año siguiente. Bajasteis a los infiernos, pero en seguida volvisteis a subir y tú te marchaste del equipo, pero por lo menos te fuiste satisfecho, ¿no?
R: Muy satisfecho. Mi idea era salir de aquí con el equipo en Primera División. Sobre todo después de mi historia vivida aquí. Yo tenía preparada mi marcha antes del descenso. Si nos hubiéramos salvado, yo me habría ido pero a raíz del descenso no quise escuchar ninguna oferta, pues era el capitán del equipo y el jugador con más historia y decidí quedarme. Afortunadamente al año siguiente volvimos. Si no hubiéramos vuelto, yo al año siguiente me habría ido, pero al menos quería estar un año con ellos en Segunda. Volvimos, me fui contento, quedamos todos contentos y ahora aquí estoy otra vez (risas).
P: Te fuiste a Estados Unidos, pero no estuviste solo. Estuviste con un histórico del fútbol: Raúl González. ¿Cómo es Raúl?
R: Yo fui uno de los que le convenció para que Raúl fuera a Estados Unidos. Llegué allí, gané el campeonato, en el segundo año quedamos en semifinales y en el tercer año, el club hablaba de él. Estuve en Dubái con él, me acerqué, hablamos del Cosmos. Me dijo que igual dejaba el fútbol, pero al final se convenció y vino… y acabó siendo espectacular, porque Raúl es una persona extraordinaria, como profesional también y como jugador. Vivimos un año espectacular y fue el año donde él y yo nos retiramos juntos. Mi último partido como profesional fue la final en casa. Habíamos ganado el campeonato de la NASL, lo celebramos en el campo, luego una semana más de celebraciones… ¡Y se acabó!
P: ¿Cómo es pasar del todo a la nada?
R: Uno tiene que estar preparado. Yo ya lo estaba. Tenía ganas de cambiar, de parar, porque te exige mucho el fútbol profesional. Yo con 39 años, ya me costaba seguir jugando y quería volver a España. De España me encanta el clima, las amistades que hice aquí, ¡y el Villarreal! En Estados Unidos el clima está bien, la ciudad… pero más como experiencia y no tanto para vivir muchos años. Su liga tampoco tiene la misma visibilidad que la liga española.
Había muchas cosas que me hacían volver a España. Ya hace año y medio de eso y estoy muy a gusto aquí. El clima, la comida, amigos… me siento en casa, siento que esta es mi familia, sobre todo Villarreal. España puedo decir que es un país que me ha acogido muy bien, obviamente también porque me salieron muy bien las cosas y yo nunca me he metido en polémicas. La gente me tiene cariño y yo también a ellos.
P: ¿Cómo ves al Villarreal? ¿Lo ves capacitado para entrar en Champions este año?
R: Estamos ahí. En el fútbol puede pasar de todo. Puedes pasar del quinto al cuarto puesto o puedes pasar del quinto al octavo. El final de la temporada va a estar difícil. Sufriremos, pero esperamos sufrir lo menos posible. Va a estar apasionante.
P: ¿Llegará a ganar el Villarreal algún título?
R: Yo estoy seguro que sí. Más tarde o más temprano va a ganar porque este club tiene una estructura espectacular, una gran cantera… presupuesto también. Pero no es solo por eso. Hay equipos que también tienen presupuesto y no hacen tan bien las cosas. El Villarreal hace muy bien las cosas y por eso estoy muy orgulloso de este club. Estoy conociendo más a fondo como trabaja el club y es espectacular.
P: Antes hablábamos de Raúl que, como tú hiciste en el Villarreal, ha vuelto ahora al Real Madrid. ¿Cómo ves la vuelta de un histórico?
R: Raúl y Real Madrid es la combinación perfecta. No veo un jugador en este momento que tenga más historia, más afinidad con un club que Raúl. Todos están muy contentos de saber que Raúl vuelve a su casa y él lo sabe. Es su familia y yo me alegro muchísimo por él.
P: ¿Te arrepientes de alguna decisión tomada en tu vida?
R: Ninguna. Me faltó ganar algún título con el Villarreal. Pero estando aquí si llega, que lo hará, para mi será como si lo hubiera ganado. He podido disputar todas las competiciones que hay, más no puedo pedir. Me siento un privilegiado.