Y llegó la Décima. La ansiada, la soñada, la espinita que tenía clavada el Real Madrid para con su afición. Después de doce años de sequía y de no demasiadas buenas actuaciones en competición europea, los blancos volvían a una final de Champions. Un evento que sería recordado por enfrentar, por primera vez, a dos equipos de una misma ciudad, un claro ejemplo de que la Liga BBVA es de las mejores del mundo.
Real Madrid y Atlético se medían las caras en el Estadio da Luz de Lisboa. Siempre es difícil asegurar quién parte como favorito en un partido así. El equipo del ‘Cholo’ venía de realizar una estupenda temporada en Liga tras haberse proclamado campeón y con ello desbancar del trono al Barcelona y al propio Real Madrid. Por su parte, los de Ancelotti llegaban con esa urgencia de ganar sí o sí. En las filas blancas, no conseguir esta Champions se veía como un auténtico fracaso.
Y no es para menos. Durante los últimos años, la entidad de Chamartín se vio relegada a un segundo plano por el fútbol de ensueño practicado por el Barça de Guardiola. Todo lo ganaban los culés y cada triunfo del máximo rival significaba una pequeña crisis en el feudo de Florentino Pérez.
Con ganas de que ese rumbo cambiara y fiel a su filosofía de fichar grandes nombres, Pérez confió su proyecto al todo mediático Mourinho. Odiado y querido hasta el extremo, el portugués ganó para los blancos una Copa del Rey (2010/2011), una Liga (2011/2012) y una Supercopa de España (2012/2013). Sin embargo, no fue capaz de cumplir la premisa para la que le habían traído, conseguir la Décima.
Después de que ‘Mou’ abandonara el club para volver a Inglaterra, el Real Madrid buscaba un sustituto y anunció a Carlo Ancelotti como su nueva adquisición. El italiano, hombre calmado y con experiencia, ha sabido construir un equipo sólido, que ha resistido los debates extra deportivos (el de la suplencia de Casillas en la portería, por ejemplo) y que, a pesar de la decepción del tercer puesto en Liga, ha coronado su gran temporada con un título de Champions, que para Carlo, es el tercero en su cuenta particular. ¡Qué mejor guinda para un estreno!
Tres momentos
Podría decirse que la Champions del Real Madrid ha tenido tres momentos clave. El primero de ellos llegaba en el cruce de cuartos con el Borussia Dortmund. En el partido de ida, los blancos habían hecho un 3-0 a los alemanes y ya se veían en semifinales. Pero en fútbol ya se sabe que no se puede dar nada por hecho. En la vuelta, el equipo de Klopp puso contra las cuerdas a los de Ancelotti y metió el miedo en el cuerpo a más de uno al hacer dos goles, que al final no supusieron su pase.
Los dos siguientes momentos se vivieron en la final del pasado 24 de mayo. El Atlético, de la mano de Godín, y gracias a una cantada de Casillas, se puso por delante en el marcador en el minuto 36. Éxtasis rojiblanco en Lisboa y, a pesar de que el Real Madrid dominó más durante toda la segunda mitad, los colchoneros ya se sentían campeones. Pero, como mencionábamos antes, el fútbol siempre tiene reservado un lugar para la sorpresa. Llegado el minuto 93, Sergio Ramos aparecería para rematar un córner que lo llevará a la historia. Los que hasta entonces celebraban se quedaron fríos, y los madridistas gritaban extasiados porque no podían creer algo así.
Llegó la prórroga y en ella se vio que las fuerzas ya no eran las mismas. Mucho más mermado, el Atlético se dedicó a defender los empujes de los madridistas y, en una de esas jugadas, llegó la sentencia. Bale, el galés de los 100 ‘kilos’, quería demostrar por qué había costado esa cifra y puso el segundo en la portería en el minuto 110 para tranquilidad de la familia blanca. Deshecha, la afición colchonera daba por perdido el que durante 93 minutos fue su trofeo. Y lo que es más, aún tuvo que presenciar cómo le caían otros dos goles (Marcelo en el 118 y Cristiano, de penalti, en el 120). Un 4-1 que no reflejaba lo vivido en el campo, pero que ponía como campeón de Europa a un Real Madrid al que le costó sangre y sudor hacer frente a un grandísimo Atlético, que se fue ovacionado, cómo no podía ser de otra manera.
Protagonistas
Iker Casillas (13 partidos / 10 goles encajados): Relegado a un segundo plano en Liga, ha sido el portero titular en Copa y en Champions. En la final tuvo una ‘cantada’ por una mala salida en el gol de Godín, pero siempre que el Real Madrid le ha necesitado, ha estado ahí.
Pepe (11 partidos): Hombre fuerte en defensa. Se ha ganado el apelativo de “duro” y quizá a veces actúa con demasiada contundencia, pero, es un valor seguro para la zaga blanca.
Ramos (11 partidos, 3 goles): Su gol en la final pasará a los anales de la historia. Es el segundo capitán de la Real Madrid y esos galones no le pesan. Es el jefe de la defensa, pero siempre está dispuesto a crear juego y encarar a portería. Es un recurso para jugadas a balón parado.
Fabio Coentrão (6 partidos): No parece el mismo hombre que juega en la selección portuguesa. Le caracteriza su enorme trabajo. En la final, fue sustituido por Marcelo. El equipo lo agradeció.
Marcelo (7 partidos, 1 gol): El jugador sonriente. Siempre aporta algo diferente. Tiene desborde y velocidad y cuando toca la bola, se siente el peligro. Fue uno de los cambios de Ancelotti en la final y el equipo lo notó.
Carvajal (10 partidos): La explosión del lateral de la cantera blanca ha sido increíble durante toda la temporada. Su gran trabajo le ha llevado a ser preseleccionado por Del Bosque para el Mundial. Merecido.
Varane (7 partidos): Otro brote de aire fresco para el Real Madrid. A pesar de su juventud, ofrece seguridad a la defensa blanca. Tuvo un mal gesto en la final que enfureció a Simeone. La tensión en estos partidos es demasiada y hay que saber gestionarla.
Khedira (5 partidos): No se le vio demasiado fresco en la final pues ha jugado poco tras su dura lesión. El Madrid necesita que vuelva con todo, pues es un hombre que ya demostró de lo que es capaz.
Modric (11 partidos, 1 goles): Otra de las joyas que tiene el Real Madrid entre sus filas. Jugador de clase, siempre aporta algo y suele ser un buen revulsivo cuando se complican las cosas.
Di María (11 partidos, 3 goles): Es el encargado de poner la velocidad por la banda y de inyectar adrenalina en el equipo cuando la necesita. Cuando todos parecían exhaustos en la prórroga de la final, él seguía corriendo como en el minuto 1.
Isco (12 partidos, 3 goles): Su juventud y desparpajo hicieron que el Real Madrid se fijara en él y no ha decepcionado en su primer año en el club. Su proyección sigue en curso y es de los que darán que hablar en el futuro.
Bale (12 partidos, 6 goles): El fichaje de los 100 millones. Ha hecho méritos para que la afición empiece a quererle y se olvide un poco de la astronómica cifra pagada por él. Junto a Cristiano y Benzema forman un tridente envidiable.
Illarramendi (11 partidos): Jugador del que se esperaba más. Debió ser el sustituto de Xabi Alonso en el partido de la final, pero su escasa progresión hizo que Carlo no confiara en él y sí en un hombre falto de ritmo como Khedira. Un toque de atención para él.
Xabi Alonso (9 partidos): Baluarte y timón del centro del campo del equipo. De su cabeza y sus pies salen la mayoría de las jugadas. Se perdió la final por acumulación de tarjetas pero la vivió como un hincha más desde la grada, a veces, hasta sufriendo.
Casemiro (6 partidos): Ancelotti no ha contado demasiado con él y será otros de los que abandonen la entidad este verano. Eso sí, para volver en un futuro. Italia e Inglaterra parecen sus posibles destinos.
Cristiano Ronaldo (11 partidos, 17 goles): Mención aparte merece el portugués. Ha logrado superar su propio récord al anotar diecisiete goles en competición europea, convirtiéndose así, en el máximo goleador de Champions League por su segunda campaña consecutiva.
Benzema (11 partidos, 5 goles): Al francés le ha faltado algo de atino con el gol esta temporada y además estuvo algo desaparecido en la final. Eso sí, aportó un tanto vital, el del partido contra Bayern en el Bernabéu (primero de las seminfinales).
Morata (5 partidos, 1 gol): Otra perla de la cantera del Real Madrid. Esta temporada ha jugado más partidos que en ocasiones anteriores pero, aún así, sabe que si quiere disputar de minutos, tendrá que irse al extranjero. Inglaterra luce como primera opción.
También fueron campeones: Arbeloa (4 partidos, 1 gol), Diego López (1 partido), Jesé (5 partidos) y Nacho (3 partidos). Los lesionados Arbeloa y Jesé no tuvieron la suerte de jugar parte de la competición, mientras que el portero Diego López sabía que con su papel en Liga, este torneo era para Casillas. El papel del canterano Nacho ha sido testimonial.
Carlo Ancelotti: Cantó en el Bernabéu en la celebración ante la afición. Ha sabido adaptar su filosofía al equipo y crear una plantilla unida. Es el segundo entrenador que consigue tres copas de Europa en la historia (el primero fue Bob Paisley para el Liverpool). Las otras dos, Carlo las ganó con el Milan en 2003 y 2007. Estreno de ensueño para el italiano, que siempre se ha caracterizado por su humildad.
Florentino Pérez: El Presidente de los hombres mediáticos. Gran parte de lo conseguido por el Real Madrid se debe al empeño y la inversión de este hombre. Ha tenido que esperar también los doce años para ver a su equipo ganar la Décima. Era su máxima obsesión.
El futuro
Primer año de una nueva era para el Real Madrid y los resultados no han podido ser mejores. Una Copa del Rey y la tan ansiada Champions. Desentona un poco el tercer puesto conseguido en Liga. Mucho trabajo por hacer para los de Ancelotti si quieren emular algo parecido la próxima temporada. De momento, tienen dos títulos por competir: la Supercopa de Europa contra el Sevilla el 12 de agosto en Cardiff, y la Supercopa de España contra el Atlético de Madrid (la LFP estima las fechas del 20 y el 27 de agosto, siendo la ida en el Bernabéu y la vuelta en el Calderón).
1 Comment
buen y trabajado trabajo sobre la plantilla del R.Madrid y me alegra mucho, que una mujer entienda tanto de fútbol, hay que innovar, un abrazo Esther.