Dice el dicho que «no hay dos sin tres» pero parece que por tierras nervionenses van más allá y han modificado esa cantinela para que sea «no hay cinco sin seis» y lograr así su sexta UEFA Europa League. Y es que lo del Sevilla con esta competición es algo mágico e increíble, sólo comparable, quizás, a lo que tiene el Real Madrid con la Copa de Europa, sacando un pundonor en los momentos más complicados y logrando salvar todas las adversidades hasta lograr alzar el trofeo. No en vano, el conjunto hispalense cada vez que supera los octavos de final de la Europa League ha acabado conquistando el título.
El décimo título en 15 años ha puesto el broche a una temporada que ha acabado de una manera magistral. Y eso que esta campaña tenía visos de seguir el guión del curso de hace dos temporadas, cuando el Sevilla de Pablo Machín empezó como un tiro pero a partir de enero fue decayendo hasta tal punto que vinieron dos entrenadores más y al club andaluz le costó cerrar la clasificación para la Europa League.
El nuevo Sevilla de Lopetegui comenzó como un tiro pero con la llegada del 2020 empezó a bajar el pistón y a finales de febrero las sirenas de crisis empezaron a sonar y a iluminarse con el equipo sufriendo para mantenerse cerca de los puestos que dan acceso a la Liga de Campeones y con una eliminatoria ante el Cluj en la que se vio muchas carencias al equipo.
Sin embargo, la llegada de la pandemia mundial que estamos viviendo y que provocó el confinamiento y el parón de nuestra liga, lo cambió todo. Ese periodo de inactividad le sirvió al Sevilla para cargar al máximo las baterías y volver por todo lo alto, sin conocer la derrota, empatando con el Atlético de Madrid por la tercera plaza y cosechando su tan querida Europa League.
Tres momentos
El camino sevillista hacia este sexto título se podría dividir en tres momentos. El primer momento se da en cuartos de final ante el Wolverhampton cuando al poco de empezar el partido, Diego Carlos hizo un penalti (situación que volvería a repetir en semifinales y la final) a Adama Traoré que se iba raudo y veloz hacia la meta sevillista. El penalti fue ejecutado por el mexicano Raúl Jiménez de la misma manera días antes contra el Olympiakos en octavos por lo que Bono, que preveía esta situación, detuvo el lanzamiento. Este hecho fue vital para calmar progresivamente los ánimos a los ‘wolves’ y que el Sevilla se hiciera con el partido e impusiera su dominio logrando el pase a cuartos con un gol postrero de Ocampos.
El segundo momento, o momentos, así en plural, se dieron al comienzo de la segunda parte del partido de semifinales ante el Manchester United. En esos instantes, los red devils estaban asediando una y otra vez la portería defendida por Bono. Sin embargo, el cancerbero marroquí, con unos reflejos y una capacidad de reacción soberbios, hizo tres paradas magistrales evitando más de un gol. La frustración por no haber marcado el que hubiera sido el 2-1 para los ingleses y el esfuerzo derrochado en esos minutos de infarto hizo mella en el conjunto entrenado por Solskjaer que fue cediendo terreno hasta que apareció De Jong y dio el pase a la final.
El tercer momento destacado es el segundo gol de Luuk de Jong en la finalísima de Colonia. El partido había comenzado de una manera vibrante con el gol de penalti anotado por Lukaku y el empate del ariete neerlandés del Sevilla y poco a poco el Inter se estaba haciendo fuerte en el centro del campo y amenazaba con hacer daño al los nervionenses. Un centro largo al área lo envió De Jong con la cabeza al palo contrario que defendía Handanovic y puso por delante al Sevilla. Esa ventaja duraría escasos minutos dado que Godín puso un empate que se desharía con el gol en propia meta de Lukaku tras el tiro de chilena de Diego Carlos y que allanaba el camino hacia el triunfo. En suma, ese gol de De Jong es el claro ejemplo de que el Sevilla sabe rehacerse en las adversidades.
Protagonistas
Yassine Bounou, ‘Bono’ (10 partidos, 6 goles encajados): Para muchos el héroe de esta Europa League gracias a sus paradas determinantes ante el Manchester United. Su actuación en el tramo final de la temporada ha disipado toda las dudas que generó en el partido de vuelta de dieciseisavos ante el Cluj.
Jules Koundé (9 partidos): Un jugador que ha crecido enormemente durante el devenir de la temporada. De empezar siendo suplente de Carriço ante ciertos deslices, como los que tuvo en Éibar, a demostrar su potencial defensivo y que se entiende a la perfección con Diego Carlos, formando así la pareja perfecta.
Diego Carlos (7 partidos): El físico del equipo. A pesar de sus tres penaltis en los últimos tres partidos de la Europa League, el brasileño ha sido uno de los mejores jugadores de la escuadra sevillista y es su principal baluarte en la zaga. Su anticipación y su solvencia en el uno contra uno, sus mejores armas.
Sergio Escudero (6 partidos): Junto con Banega forma ese dueto de jugadores que alzaron la copa en Colonia y que ya estuvieron presentes en el anterior título, cuando en 2016 vencieron al Liverpool. Su desempeño se ha desarrollado prácticamente en la primera fase del torneo.
Jesús Navas (5 partidos): El capitán sevillista se perdió el trienio exitoso de hace unos años por lo que cuando volvió de su periplo por la Premier prometió que haría lo posible por alzar de nuevo un título con el club hispalense. Y lo ha logrado. Jugador clave por sus internadas por la banda y sus certeros centros.
Sergio Reguilón (5 partidos, 1 gol): El Real Madrid lo cedió al club nervionense para que cogiera experiencia y nivel y, vaya sí lo ha hecho. Lateral de corte ofensivo que ha dado profundidad al juego sevillista en momentos en los que los rivales imponían su dominio en el centro del campo.
Alejandro Pozo (5 partidos): Lateral titular en la primera fase con un rendimiento aceptable si bien apenas fue exigido defensivamente por sus rivales. En el mercado de invierno recaló cedido en el Mallorca donde, a pesar de su crecimiento como futbolista, no ha podido ayudarlo a evitar el descenso.
Sergi Gómez (4 partidos): Central titular en la primera fase para dar descanso a Diego Carlos cuajando partidos discretos dado a que ni Qarabag ni Dudelange causaron excesivos problemas a la zaga sevillista. En los partidos jugados en Alemania fue de los que más animó desde el banquillo a sus compañeros.
Joan Jordán (9 partidos): Jugador que no suele ser nombrado a la hora de citar a los destacados pero que tiene un papel crucial. Tanto en tareas de contención como a la hora de acompañar la jugada, el ritmo alto de Jordán es una garantía de que el Sevilla peleará por el dominio del centro del campo
Franco Vázquez (9 partidos, 2 goles): Ha encontrado su rol en el club hispalense como jugador de ‘segundas partes’. El argentino tiene calidad, tiene gol, pero su ritmo de competición no suele durar 90 minutos por lo que Lopetegui lo suele usar en los instantes finales para reactivar al equipo.
Munir El Haddadi (8 partidos, 5 goles): El máximo goleador sevillista en esta competición. La entrega y el compromiso del hispano-marroquí es incuestionable por eso siempre cuenta con minutos a pesar de la dura competencia que tiene en los puestos de arriba.
Nemanja Gudelj (8 partidos): Versatilidad es lo que define a este jugador que en esta Europa League ha actuado tanto de mediocentro defensivo como de central, especialmente en la primera fase. Como anécdota, llegó a jugar la final tras haber superado el coronavirus.
Éver Banega (7 partidos): Ya es una leyenda de la historia sevillista. A pesar de tener firmado su incorporación en junio con un club saudí hizo lo posible por terminar la temporada con el Sevilla y logró alzar su tercera Europa League. Visión de juego y trato al balón exquisito.
Fernando Reges (7 partidos): Tras años en Turquía de incógnito, se ha vuelto a aquel jugador que maravilló en el Oporto y fichó por el Manchester City. Mediocentro que sin ser muy robusto sabe proteger la pelota y, lo que es más importante, es un recuperador nato de balones.
Jesús Fernández, ‘Suso’ (6 partidos, 1 gol): Llegó del Milan para está más cerca de su Algeciras natal y fortalecer una posición que sólo contaba con Ocampos dado el poco rendimiento de Rony Lopes. Se ha ido adaptando paulatinamente hasta completar grandes partidos en la etapa final del curso.
Lucas Ocampos (6 partidos, 1 gol): Sin duda la revelación de la temporada en clave sevillista. Todo lo bueno que hacía en el Mónaco y en el Olympique de Marsella lo ha multiplicado por tres en el conjunto hispalense. Clave con sus goles en muchos momentos de la temporada.
Rony Lopes (5 partidos): Probablemente la decepción de la temporada dado por el dinero que costó y por el cartel que tenía en tierras monegascas. Jugó en la primera fase de la competición y, a pesar de que la talla de los equipos rivales era inferior, su rendimiento fue gris y discreto.
Óliver Torres (3 partidos, 1 gol): Ya lo tuvo Lopetegui en el Oporto y se lo pidió a Monchi para que actuase en el equipo como el perfecto comodín. El cacereño es un jugador de perfil creativo que sabe esconder el balón y aguantar la jugada hasta ver la mejor opción de ataque.
Luuk de Jong (8 partidos, 3 goles): De menos a más. Llegó con la vitola de goleador tras marcar 28 goles en la Eredivisie pero sus registros en este año han estado lejos de esta cifra. Pese a ello, es un trabajador constante y fruto de esa entrega han llegado tres goles importantísimos en la semifinal y en la final.
Youssef En-Nesyri (6 partidos, 2 goles): Tras una primera vuelta muy buen en el Leganés, fue elegido por la parcela deportiva sevillista para suplir las bajas de Dabbur y Chicharito. Resolutivo, culminando la mayoría de oportunidades que ha tenido, y con labor de sacrificio cuando hay que dar un paso atrás.
Munas Dabbur (4 partidos, 3 goles): Su poca presencia en la Liga hizo que se prodigara en la primera fase de la Europa League donde demostró que tenía gol. Para buscar un mayor protagonismo, el israelí hizo las maletas en el mercado invernal y puso rumbo al Hoffenheim alemán.
Javier Hernández, ‘Chicharito’ (3 partidos, 2 goles): El ariete mexicano arribó al Sevilla con la esperanza de aprovechar una nueva oportunidad de triunfar en Europa. Pese a tener un papel decente al principio de la competición optó por aprovechar la oportunidad de un retiro dorado en la MLS.
También fueron campeones: Tomas Vaclik (2 partidos, 1 gol encajado), Daniel Carriço (1 partido), Manuel Agudo, ‘Nolito’ (2 partidos), Bryan Gil (2 partidos, 1 gol), José Mena (1 partido). El cancerbero checo tuvo un rol de suplente en esta Europa League mientras que el canterano Mena apenas gozó de oportunidades. El resto cambiaron de aires antes de culminar la temporada.
Julen Lopetegui: El técnico vasco logró su primer título de clubes como entrenador y se une a ese triunvirato formado por Juande Ramos y Unai Emery. Su capacidad de leer los partidos y de saber lo que necesita su equipo a la hora de hacer los cambios han sido claves para conquistar esta Europa League.
Futuro
El futuro más inmediato implica que el Sevilla, como flamante campeón de la Europa League, vuelva a luchar por conseguir la Supercopa de Europa, título que ha disputado cinco ocasiones y sólo ha logrado conquistar una vez. En tierras húngaras en poco más de un mes, el club andaluz se las tendrá que ver con el Bayern Múnich que ha conquistado de manera brillante la Champions League.
Por lo demás, el triunfo ha vuelto a poner al Sevilla en el foco mediático por lo que algunos de sus jugadores, véase Koundé, Ocampos o Diego Carlos, pueden ser tentados por otros clubes. Ante esa tesitura, habrá que confiar en que Monchi obre su magia una vez más y conforme un equipo de garantías que luche por hacer un buen papel en la Champions y que en Liga logre con soltura estar entre los cuatro primeros en la clasificación.