Entre las noticias del mercado estival de fichajes por tierras inglesas llama la atención que el West Bromwich Albion haya ejercido la opción de compra de Grady Diangana (19,4 millones de euros), joven jugador que fue clave en el ascenso a la Premier de los ‘baggies’, y que tras su gran temporada en Championship, el equipo que lo cedió, el West Ham United, no lo haya querido repescar y haya consentido reforzar a un rival en la lucha por la permanencia con un activo tan prometedor como es el propio Diangana. De hecho, el capitán ‘hammer’, Mark Noble, expresó su malestar por la venta del anglo-congoleño defendiendo que se estaba dejando pasar una oportunidad de mejorar la plantilla del equipo que dirige David Moyes.
Para quién no conozca a Grady Diangana se trata de un extremo nacido en la República Democrática del Congo pero criado en Londres, a donde emigró su familia cuando el futbolista apenas contaba con cuatro años de edad. En la capital británica, Diangana recaló en el West Ham United donde destacó en las categorías inferiores y disputó algunos partidos amistosos, con rendimiento dispar, con el primer equipo. La progresión del muchacho fue evidente y a comienzo de la temporada 2018/19 entró a formar parte del primer plantel.
Esa campaña fue de aclimatación y aprendizaje en la que el anglocongoleño tuvo un rendimiento acertado especialmente a la hora de repartir juego y dar dinamismo a los partidos cuando entraba desde el banquillo (la mayoría de las veces) si bien ofensivamente no mostró lo que había desplegado en las categorías inferiores. Tanto es así, que en los 21 partidos que jugó, sólo anotó dos goles (en una goleada ante un rival menor en la EFL Cup) y no dio ninguna asistencia.
Quizá esa estadística yerma en el aspecto ofensivo fue la razón por la que Manuel Pellegrini no quiso contar con él y dio el visto bueno a su cesión al West Brom, y eso que Diangana era un jugador polivalente que podía jugar en ambas bandas (si bien rinde mejor y tiene predilección por la izquierda) y en ese verano los ‘hammers’ contaban con la lesión de Yarmolenko, un Snodgrass bastante gris y un Antonio con un rendimiento pobre en la pretemporada.
Una vez aterrizó en The Hawthorns, Grady Diangana mostró de lo que era capaz. Se hizo dueño de la banda izquierda de los ‘baggies’, si bien gracias a su ambivalencia no ha tenido inconveniente en realizar jugadas en el otro costado, y mostró gran visión de juego tanto en lo ofensivo, ejecutando pases y asistencias magistrales, como en lo defensivo, siendo un buen recuperador de balones. Todo ello, con una no desdeñable habilidad para el regate.
Pero si hay que destacar algo de Diangana es su exquisita zurda. Con esta pierna es capaz de realizar soberbios controles orientados y centros certeros además de tener un buen disparo que le ha permitido en la pasada temporadas dos goles antológicos de esos de poner el balón en el sitio exacto donde es imposible que llegue el guardameta.
En el West Brom, al contar con más regularidad, potenció su velocidad y explosividad, siendo uno de los principales ‘desastacadores’ cuando el juego de los ‘baggies’ se volvía lento o bien el conjunto rival proponía un entramado defensivo de alta intensidad.
Si nos acogemos a las estadísticas, se pueden ver registros llamativos. En los 32 partidos que Grady Diangana jugó la temporada pasada, 24 de ellos como titular, anotó ocho goles y dio siete asistencias de gol teniendo más del 80 por ciento de precisión en los pases cortos y más del 60 por ciento en centros y pases largos y contando, además, con una tasa de éxito del 72 por ciento a la hora de efectuar un regate.
En suma, Diangana es una de las principales razones para sentarse a ver al West Bromwich Albion en su regreso a la Premier League. Por ello, no sería de extrañar que dentro de unos meses constatemos que se ha convertido en una de las revelaciones del fútbol inglés.