Carlo Ancelotti salta a la palestra en los medios internacionales por su ‘desamor’ a la Juventus/ Juan Aguado
A propósito del partido que se juega hoy entre el Real Madrid y la Juventus en su primera lid para alcanzar la final de la Liga de Campeones, en la prensa internacional ha aparecido una declaración de desamor de Ancelotti con el equipo turinés basada en lo que el técnico italiano narró en su autobiografía Mi árbol de Navidad sobre su estancia en el banquillo ‘bianconero’ durante el principio de este siglo.
Una vez que sus palabras han trascendido, se han levantado hordas de descontentos y personas que hasta sus miradas son incendiarias, acusando a Ancelotti que es una nefasta persona y un falso, pues porque ha predicado siempre la elegancia y el saber estar en sus actuaciones y ahora se le ha visto ‘el plumero’ con estas declaraciones. Y a esta horda, hay que añadirle el acérrimo odio infundado e instantáneo de los seguidores de la Vecchia Signora al conocer esas palabras, un sentimiento que no radica en lo ahora publicado, sino que lo tenian clavado en sus entrañas sabiendo que ‘Carletto’ llevó a la gloria a Roma y Milan (el primero como jugador, y el segundo como futbolista y entrenador) en detrimento de los juventinos.
Evidentemente las palabras de Ancelotti se han sacado de contexto con ánimo de crear morbo y animadversión hacia el preparador italiano y por consiguiente al Real Madrid. Quien ‘conoce’ al técnico de Reggiolo y lo ha seguido en sus ruedas de prensa y declaraciones públicas en los últimos tiempos sabe que no es una persona incendiaria al estilo Mourinho y que la mesura siempre planea en su discuso. Duranta su etapa juventina, Carlo tuvo que hacerse cargo de un equipo que había dejado Marcello Lippi (una institución en el club) e hizo lo mejor que pudo logrando dos sendos subcampeonatos, pero donde nunca se sintió cómodo al ver que la mayoría de las decisiones las tomaban los Agnelli (dueños del club). En este argumento, principalmente, radica el desamor de Ancelotti por la Juventus, un argumento razonable y completamente entendible.
Reducir a una persona a la frase «La Juventus es un equipo que nunca amé y que probablemente nunca amaré», sin conocer el trasfondo que rodea esa sentencia y tildarlo de hipócrita, no sólo es un error, sino que es una temeridad. Pero como el deporte favorito de muchos es juzgar a los demás sin ningún tapujo, estas situaciones se volverán a repetir, y mientras lo que siempre han prodigado una arrogancia y una actitud chulesca, se llevan todos los aplausos. Curioso.