En el fútbol como en la vida, los caminos no siempre son fáciles, ni cuando sobra el talento y es muy fácil apreciar que una persona ha nacido para destacar en algo. Ese es el caso de Jonathan Viera, desde su irrupción en el primer equipo de Las Palmas, allá por 2010, se podía ver que el menudo futbolista gran canario llegaría muy lejos, pero le costó asentarse más de lo esperado. En su primera temporada en Segunda División ya parecía que se le quedaba pequeña la categoría de plata. Aún así, estuvo un año más y ya en verano de 2012 fichó por el Valencia, se entendía como el paso lógico a su carrera y gran calidad.
‘Romario Segundo’ como lo conocían en la isla debutó en Champions en Valencia, pero llegó a un equipo muy inestable y finalmente no consiguió triunfar, sólo un año después se reencontraría con Paco Jémez (lo dirigió en Las Palmas) en el Rayo Vallecano. En Vallecas sí contó con más minutos, partiendo de la banda izquierda e intentando asociarse siempre con sus compañeros, esa era su función, pero tampoco terminó de brillar al nivel que se esperaba. La temporada siguiente fichó por el Standard de Lieja, pero el frío belga le hizo volver sólo tres meses después al equipo de sus amores. A Jonathan le tocaba reencontrarse, lo que apuntaba a una carrera de un nivel altísimo parecía enquistarse e incluso volver al punto de partida. Y desde el punto de partida y de media punta Viera ayudó al conjunto ‘pío pío’ a volver a Primera División trece años después.
El futbolista gran canario se volvía a sentir importante y sabía del gran peso que tenía en su equipo. Volvía a primera y con el deseo de quedarse durante muchos años. A pesar de esa ilusión la temporada no empezó bien y Paco Herrera (técnico del ascenso) era destituido. Una mala noticia que trajo consigo un regalo para Jonathan, la estancia de Quique Setién en el banquillo amarillo. Con la llegada del técnico cántabro los canarios empezaron a jugar un fútbol de altísimo nivel y Viera se convertía en el epicentro de ese gran fútbol, en el máximo exponente de la idea una vez que el balón llegaba a campo contrario. Totalmente liberado y con la única consigna de disfrutar en el campo Jonathan Viera nos hizo disfrutar a todos. Durante la temporada y media de Setién en Las Palmas su nivel fue altísimo y ya se rumoreó con la posibilidad de que ‘Romario’ pudiese ir convocado con la selección española.
El futbolista canario brillaba con luz propia en un equipo que daba mucho espectáculo (a pesar de acabar tan mal con Setién), de ahí que cuando acabó la pasada temporada el Swansea City soñase con fichar a la dupla Roque Mesa-Jonathan Viera. El propio Viera quería sentirse importante a la hora de renovar con el club y conocía cuánto le podían pagar fuera. Aún así, también sabía que en ningún sitio ha sido tan feliz como en Las Palmas y que su fútbol siempre ha alcanzado su máximo nivel en su casa. A esa a la que volvió para reencontrarse y en la que más bien se ha superado, encima ahora, en temporada de Mundial ha recibido su primera llamada de Lopetegui.
El talento del canario no sólo ha llamado la atención a los equipos de la Premier, también es respetado por todos los clubes de Primera y ahora el seleccionador nacional ya le ha hecho saber que lo tiene en su agenda. Con estos niveles de confianza y jugando en su casa, no sería de extrañar que veamos brillar a Jonathan Viera con más fuerza que nunca. Estar en el Mundial de Rusia es un caramelo que su talento no quiere dejar escapar.