Juan Carlos Garrido es una voz más que autorizada para hablar de fútbol. Ha entrenado con éxito en todas las categorías del fútbol español y, además de en la confederación europea con Villarreal, Brujas y Betis, ha entrenado en las confederaciones de África y Asia, de donde acaba de regresar. Ya asentado en su Valencia natal, charlamos largo y tendido con él.
Pregunta: Háblanos un poco de tu última experiencia en Arabia Saudí. ¿Cómo es el fútbol allí?¿Se nota el auge de este deporte?¿Cuál es el nivel de la Liga?
Respuesta: Pues no muy bien, la verdad es que el nivel del fútbol en general es bastante poco profesional, está muy lejos del nivel de profesionalidad y disciplina del fútbol europeo.
P: Llegas a Ettifaq en noviembre de 2016, con el objetivo de dotar al club saudí de una estructura profesional desde la cantera hasta el primer equipo y conseguir que el equipo adquiera una organización interna y externa acorde de una entidad de fútbol moderno. ¿Qué pasó para que le experiencia sólo durara cuatro meses?
R: Básicamente es que las cosas no estaban saliendo como queríamos y realmente no había mucha ilusión por seguir allí. Las cosas no estaban en el nivel que yo creía ni que yo quería y ni se podía entrenar ni jugar como yo consideraba pertinente y entonces no era el momento adecuado para seguir. Al final ser entrenador de fútbol es un trabajo, una profesión, pero también es hacer las cosas como estás convencido y hacerlas bien. Y las cosas no se podían hacer de una manera bien hecha porque no había el nivel educativo, ni formativo, ni la profesionalidad y seriedad suficientes para desarrollar el fútbol tal y como yo quería.
P: Antes de esto, tuviste un periplo exitoso en Egipto con Al-Ahly. En Champions sólo pudiste jugar dos rondas previas, pero sí ganaste la CAF Confederation Cup (equivalente a nuestra Europa League). ¿Cómo es el nivel del continente africano?
R: En cuanto a jugadores el nivel es bueno, siempre tienen buenos jugadores, de talento, de buen nivel tanto en África en general como en Egipto. De hecho a Europa siguen llegando jugadores africanos y egipcios como últimamente Mohamed Salah, Ramadán Sobhi. Ese talento de alguna manera compensa otros aspectos negativos, que los hay, como son los organizativos que están muy lejos del fútbol europeo ya sea en instalaciones o en cuestiones administrativas en cuanto a horarios o aspectos disciplinarios. Pero bueno, en Al Ahly yo particularmente sí que tenía un grupo de jugadores profesionales, serios y con los que sí que se podía alcanzar un buen nivel tanto en los entrenamientos como en los partidos.
P: Al Ahly es el club más prestigioso de África, nombrado “mejor club africano del Siglo XX” ¿Se notaba la presión? ¿Era muy exigente la afición?
R: Sí, está claro que Al Ahly es un club en el que siempre tienes que ganar y en el que se te exige ganar cada partido y cada título que juegas y está claro que es un equipo con mucha tradición, con mucha historia. El Al Ahly es el principal club de África porque juega en su confederación, pero también es el club de referencia en el fútbol árabe, por lo que siempre tiene una mayor difusión y un mayor seguimiento y, que yo haya visto, es el equipo con más exigencia por parte de los aficionados. Tiene un seguimiento magnífico por parte de los aficionados y éstos consideran al Ahly como una parte muy importante de su vida, entonces está obligado a ganar siempre y detrás suyo siempre hay millones de personas.
P: Sólo hay que ver las impactantes imágenes del gol de Motaeb y la posterior celebración con el estadio abarrotado para darse cuenta de la pasión que despierta este equipo. ¿ Puede que sea el escenario más imponente en el que has entrenado?
R: Bueno, puede ser. Donde más pasión había, sí, pero obviamente como bien sabes como entrenador he estado en el Camp Nou, en el Bernabéu, en el Allianz Arena, en los mejores estadios de Europa pero es verdad que algo como en El Cairo en un partido de Al Ahly, con la entrega de los aficionados como aquel día, pues probablemente sí sea el mejor escenario. También he estado en La Bombonera en una final Intercotinental y se habla mucho de su ambiente, pero realmente el fanatismo y la afición que he visto en Egipto es muy difícil de ver y no creo que haya visto en ningún sitio tanta pasión como la que hay allí.
P: Ya has entrenado en tres confederaciones, Europa, África y Asia, ¿te ves en América?
R: Pues la verdad es que sí, creo que Estados Unidos es un sitio donde el fútbol va a ir a más y donde creo que pueden necesitar entrenadores europeos que les lleven las técnicas de entrenamiento o las formas o el estilo de entrenamiento y de juego que hay en Europa, porque obviamente Europa es la cuna del fútbol y creo que Estados Unidos se puede nutrir de buenos entrenadores.
P: Dejando de un lado Europa, que como bien dices es la cuna del fútbol, ¿donde ves más potencial de crecimiento en Asia o Estados Unidos, quizá por el dinero o en África donde quizá hay más talento?
R: Yo creo que en Estados Unidos es el país donde en el futuro vamos a ver más y mejor fútbol. Es un país con mucha tradición en el deporte, con mucha seriedad, con mucho dinero, mucha población, por la tanto creo que es allí donde más y mejor va a crecer. Ya está empezando la MLS a atraer cada vez más a profesionales europeos y de buen nivel y yo creo que tienen más capacidad organizativa, tienen mucha más tradición en cuanto a organización de eventos deportivos. Ellos son los números uno en varios de otros deportes y en el ‘soccer’ como ellos lo llaman también lo acabarán siendo.
En África sí hay talento y jugadores con potencial físico pero mientras no solucionen esos problemas de organización, ese talento en muchas ocasiones se desperdicia o con mucha suerte se acaba yendo a Europa. Y en Asia es un poquito parecido, el talento tiene que venir acompañado de organización. Los jugadores de fútbol, para desarrollar su potencial más allá de la calle, necesitan estar en clubes bien organizados, en ligas bien organizadas, en instalaciones bien organizadas y esto donde sí lo hay es en Estados Unidos y, por lo tanto, en pocos años creo que vamos a ir viendo que el país donde más y mejor va a crecer el fútbol es allí. Tanto en África como en Asia, la falta de organización está penalizando al talento.
P: Todo lo contrario de lo que estamos hablando en cuanto a nivel organizativo lo encontraste en Bélgica, ¿cómo desembocas en el fútbol belga? Al ser el Brujas un histórico y con ambiciones ligueras, ¿te encontraste con mayor presión?
R: El Brujas se dio la circunstancia de que jugamos contra ellos con el Villarreal en competición europea. Tuve la suerte de hacerlo a buen nivel, les eliminamos en Europa League ganándoles los dos partidos y creo que ahí, de alguna manera, es donde se quedó mi contacto con Brujas. Al año siguiente de salir del Villarreal, el Brujas cambió de entrenador y acudieron a mi. La verdad es que, efectivamente, en Bélgica pude disfrutar mucho de mi trabajo porque sí que había la organización para poder hacerlo. En cuanto a la presión, está claro que el Brujas es un club histórico, pero me encontré con una afición muy respetuosa, con mucha pasión, muy entregada, muy fiel, muy pasional y hacen sentir un ambiente en el estadio como en cualquier sitio de los grandes. Y a mi de Bélgica me gustó en general todo, los estadios, sus ambientes, la seriedad, lo bien organizadas que están las cosas, el carácter de la gente. Los mismos árbitros son muy respetuosos y, en general, el respeto y la organización en cualquiera de los sectores de la competición lo notas. Por algo su selección, a pesar de ser un país tan pequeño, tiene el nivel que tiene y es que es un país en el que fútbol base lo trabajan realmente bien. Tienen talento pero también tienen organización. Hay muchos clubes que dan una verdadera posibilidad de desarrollarse a los jóvenes y, en ese sentido, es un país que yo creo que a nivel de fútbol es muy positivo.
P: De eso quería hablarte. El fútbol belga está de moda tanto a nivel de selección como de clubes, metiendo a dos en cuartos de final de la Europa League, ¿cómo cuida la Federación belga el fútbol base para que prolifere tanto talento?
R: Están muy bien organizados y en la etapa de iniciación priorizan mucho la formación, juegan mucho pensando en el desarrollo del jugador. Los niños cuando son pequeños no tienen un puesto definido, empiezan jugando cuatro más el portero y todos juegan en todas las posiciones. No hay clasificaciones ni se publican los resultados, los árbitros suelen ser los propios padres de los chavales y en ese estilo se centran mucho en el balón, en que el jugador sepa tener un buen manejo técnico, que se desenvuelva en varias posiciones, que sepa jugar bien al fútbol primero sin estar pensando en ese momento por ejemplo si un chico es alto ponerle de central y que despeje todos los balones. En esas edades iniciales ese chico alto habrá jugado en varias posiciones y en cada una de ellas habrá desarrollado algo ya sea la conducción, el pase,el dominio de las dos piernas. Entonces al final esos años en los que no jugaba en una posición definida, para mí son claves en el desarrollo de un jugador de fútbol y vas creando jugadores que luego ya más adelante los vas poniendo en un puesto y los vas haciendo competir.
Además de todo esto se preocupan en que estudies y, en definitiva, en los que clubes que yo he conocido sí que hay una buena organización que favorece que los niños en su etapa inicial desarrollen su talento individual y que, posteriormente, sepan estar dentro del equipo, sepan competir y sepan estar viviendo el fútbol con la disciplina necesaria.
P: En Brujas realizas un excelente trabajo, no sólo en cuanto a resultados, sino también en el desarrollo de jugadores del nivel de Bacca, Meunier, al que tu reconvertiste en lateral, Óscar Duarte, Lestienne o Vadis Odjidja. Sin embargo sales del club por desavenencias con el director deportivo. Fue una pena, porque aquello pareció una obra inacabada.
R: Sí, evidentemente a mi me hubiera gustado seguir en Brujas. Yo creo que fue un giro radical en el club con la llegada del nuevo director deportivo, Arnar Gretarsson, y bueno todas las ideas que hasta ese momento veníamos llevando a cabo con buen rendimiento tanto en los resultados como en la gestión interna del club, por el número de jugadores que yo fui sacando del fútbol base.
Efectivamente, las relaciones internas dieron un vuelco radical, esta persona entendía otro fútbol y lo veía todo de una manera muy distinta y realmente eso generaba conflictos en cuanto al qué y al cómo había que hacer las cosas, prácticamente diarios. Esta persona al final yo creo que fue muy negativa para el club porque meses después lo despidieron. A mi me sustituyó Michel Preud’homme y él apenas unos meses después de llegar una de las primeras cosas que exige es que a éste Arnar Gretarsson lo quiere fuera precisamente porque ve que es nocivo y que más que ocupar el cargo de director deportivo lo que quiere es decirle al entrenador lo que tiene que hacer.
P: ¿ Es el lugar donde más injerencias has tenido en tu parcela?¿Cómo se gestiona la relación entrenador-director deportivo?
R: Yo creo que los problemas vienen cuando el directo deportivo llega con una intención un poco más de entrenador. Él cuando llega, yo ya estaba y ya había introducido una metodología y como entrenador tienes que saber adaptarte al estilo del club, a los jugadores que tiene el club, a los técnicos que tiene el club. Uno de ellos era Phillip Clement gran exjugador del Brujas y de la selección belga y yo ya me había adaptado a la idiosincrasia del club y había congeniado con los técnicos que ya había allí y ya estaba haciendo las cosas con las que la gente que llevaba mucho tiempo en el club se sentía identificada. Pero la llegada del nuevo director deportivo lo rompió todo, ya que fue él el que de una manera agresiva y poco elegante trató de imponer todas sus creencias y trató de entrar en terrenos que no le correspondían.
Eso básicamente es estar encima del entrenador cada día diciéndole lo que tiene que hacer y cómo lo tiene que hacer y, sin embargo, él estaba desatendiendo de una manera muy flagrante sus funciones como por ejemplo el fichaje de jugadores. Al estar siempre metido en la Ciudad Deportiva y en los entrenamientos pues realmente no atendía a lo que tenía que atender que era el fichaje de jugadores, el viajar a ver fútbol y a ver jugadores y estar preparado para cuando tuviera que fichar. Pero eso no se hizo, ya que apenas se fichó, tarde y mal, y lo que tuvimos que hacer fue sacar jugadores de la cantera como Björn Engels o Boli Bolingoli. Tuvimos el atrevimiento de subirlos del filial y, en ese sentido, yo sí estaba muy identificado con lo que se hacía en Brujas y sí que me hubiese gustado seguir más porque además, como tu bien has dicho, los resultados eran buenos.
La primera temporada cuando llegó la reacción deportiva fue extraordinaria, pasamos a los puestos de cabeza después de ir octavos y el año siguiente íbamos segundos, en un año en el que yo creo que hubiésemos ganado la Liga porque estábamos a dos puntos del Standard de Lieja, aunque el verdadero rival es el Anderlecht, y estábamos por encima. Creo que era un año en el que podíamos haber ganado la Liga y la Copa. El Brujas es un club en el que sí que puedes ganar títulos si estás un mínimo de dos o tres años. De alguna manera sí que fue el sitio en el que más me molestó irme porque creo que podía haber tenido un periodo de éxito muy claro porque se daban las circunstancias para tenerlo pero bueno, ya te digo por desgracia este señor entendió que las cosas eran de otra manera.
P: Lo que sí que es innegable es que tu nombre siempre estará asociado al Villarreal. Se puede decir que fuiste el precursor del actual modelo de cantera amarillo. Dirigiste el inicio de la Escuela y la llevaste durante nueve años.
R: Sí, hombre está claro que en el Villarreal yo he estado trece años en total y es evidente que hay cosas que son objetivas y que no tienen que ver con mi opinión sino en observar los datos y el análisis objetivo de la situación y está claro que allí como director de una escuela que, en aquel momento, estaba por crear y de una ciudad deportiva que también estaba por crear y, es cierto que yo soy una de las personas que tenemos una importancia en esa creación de la escuela, tanto de lo material como de lo inmaterial.
Es decir todo lo que es el proyecto de ciudad deportiva y residencia pero también en lo que se refiere al estilo de juego, al de entrenamiento. Lo que es el proyecto material, pues evidentemente Fernando Roig es un presidente muy ambicioso, que tenía muy claro el proyecto y tiene los medios para hacerlo, pero luego hubo una serie de personas que somos las que estábamos ahí para crear ese estilo de juego, ese estilo de entrenamiento. Para mí Paquito es una persona importantísima en todo eso, realmente ha sido una de las personas más importantes de la historia del Villarreal y luego llego yo que también le doy un empujón importante a todo lo que es el estilo de juego y de entrenamiento, de alguna manera el método que se tiene que llevar a cabo en la escuela del Villarreal. A partir de ahí van apareciendo personas como Alejandro López Ufarte, que fue otra de las personas que ayudó mucho a crear jugadores con un estilo determinado. Eso en cuanto a la escuela, donde estuve muchos años y luego ya mi paso por el filial que yo lo recuerdo siempre como un gran éxito, con ascensos, ayudando a crecer a jugadores muy importantes como Cazorla, Mario Gaspar, Musacchio, Marco Rubén.
P: Sobre eso quería hablarte pues de tu mano llegaron a debutar nada menos que catorce jugadores de las categorías inferiores en el primer equipo. Eso debe ser motivo de orgullo
R: En mi primera temporada completa en el primer equipo, la primera que se planifica conmigo como entrenador suben diez jugadores al inicio de la temporada. Yo creo que eso debe ser un récord histórico y ahí sí que había un verdadero modelo de cantera, se estaba apostando de verdad por ella. Ésta no era para tapar huecos sino que se creía en los jugadores. Estamos hablando de Mario, Musacchio, Joan Oriol, Cristóbal, Matilla, Hernán Pérez, Jefferson Montero, Gerard Bordas, Marco Rubçen, Juan Carlos. Hubo muchos jugadores que venían del filial, con el entrenador que ya les había dirigido allí y a ellos se les unía los que ya habían subido el año anterior como Cazorla, Verza, César Arzo, Xisco Nadal. En esa época el Villarreal producía un gran número de jugadores y sí que hacía que la ciudad deportiva fuese efectiva, fuese práctica, fuese rentable porque salían muchos jugadores.
Esa etapa, desde mi punto de vista, yo la considero, de los muchos años que he estado en el Villarreal, que he sido rentable para el club porque el final el trabajo que estaba haciendo salía bien. Con el filial llegamos hasta el máximo, la Segunda División y en el tiempo que estuve en el primer equipo creo que fuimos capaces de mantener los niveles clasificatorios y de objetivos como era estar en Europa League, en Champions League… Además, fuimos capaces de sacar jugadores de abajo y de seguir jugando al estilo de fútbol con el que se identificaba al Villarreal. En mi última temporada, en diciembre, cuando estábamos con dieciséis o diecisiete partidos de Liga, fui despedido porque estamos muy abajo en la clasificación y nos habían eliminado de Champions. En ese momento se entiende que el cambio de entrenador era la solución y que los males que había en el equipo venían provocados por el entrenador y el cambio iba a solucionar esos males, pero se demostró que no fue así porque los males siguieron y el equipo descendió.
P: Fue una temporada marcada por las ventas, por las lesiones. Todo estuvo muy enrarecido desde el principio.
R: Sí, Rossi se lesionó toda la temporada, Marcos Senna mucha parte de la temporada al igual que Cani, Zapata o Gonzalo Rodríguez. Además se vendió a Santi Cazorla, se fue Joan Capdevila y los chicos que subieron del filial como Joan Oriol o Català no acabaron de dar el nivel. En varios puestos más acabamos jugando con jugadores que no acababan de dar el nivel. Recuerdo perfectamente estar jugando en Champions contra el Manchester City con Joselu, delantero del filial, porque todos los demás estaban lesionados. Al final a eso no se le daba ningún valor pero está claro que la Champions y las lesiones nos dejaron muy tocados.
Toda esa parte de la temporada fue muy frustrante ya que sabías que era imposible competir al nivel que tenías que competir porque siempre en la alineación inicial tenías a cinco o seis jugadores importantes lesionados. El propio Ángel López, venía de una lesión de ligamento cruzado y estuvo toda esa parte de la temporada arrastrando esa lesión, Gonzalo Rodríguez se había roto la tibia y el peroné la temporada anterior y también arrancó lesionado, Zapata que llegó nuevo también estuvo lesionado los primeros partidos, en el centro del campo Senna estuvo más lesionado de lo que queríamos y se perdió muchos encuentros, vino De Guzmán que no acabó de dar el nivel que se pensaba, Cani estuvo lesionado más de lo normal, Camuñas no dio el nivel que se esperaba y arriba Nilmar estuvo lesionado mucho tiempo, Rossi estuvo fuera todo el año y, para colmo, Marco Rubén tuvo una lesión de tres meses y se juntó todo en el inicio. Cuando llegamos al parón de Navidad, a la vuelta yo creo que teníamos la ventaja de recuperar a lesionados y que ya no teníamos tantos partidos al estar fuera de la Champions y podíamos recuperar y entrenar bien, pero fui despedido y después ya no se tuvo el acierto en el manejo de la situación y se bajó a Segunda cuando yo creo que ya el equipo podía dar unas mejores prestaciones.
P: Además en el grupo de Champions tuvisteis muy mala suerte al quedar encuadrados en un grupo durísimo con Bayern, Manchester City y Nápoles. El Villarreal bajó ese mismo año pero ha habido más casos como el del Celta, por ejemplo. ¿Es la Champions tan exigente como se dice?
R: Está claro que para estos equipos, que no han reforzado sus plantillas correctamente, compaginar Champions y Liga en la misma temporada llega a pasar factura seguro. Es un desgaste anímico muy importante porque tu vas a jugar contra el Manchester City, campeón de la Premier, en su campo y pierdes en el último minuto con gol de Agüero. Tu estás compitiendo el miércoles al máximo nivel, dándolo todo, creyendo que puedes ganar y al final has perdido, te llevas un golpe terrible porque perder hace mucho daño y el sábado estás jugando contra el Levante. Ahí no estás recuperado ni mentalmente, ni físicamente, has llegado tarde del viaje, has dormido poco, no has preparado bien el siguiente partido y llega el Levante, te plantea un partido al contragolpe, agresivo, duro y te gana. Pasas de un escenario como es jugar en campo del campeón de la Premier, con posibilidades de ganar a un equipazo y llegas al siguiente partido con, prácticamente, dos días de recuperación y no estás preparado. Sin embargo, el equipo que juega contra ti, te ve como al equipo de Champions, está lleno de ilusión por ganar a uno de los cuatro mejores de la temporada anterior, ha tenido toda la semana para poder entrenar y te gana. Y así todas las semanas.
Esa recuperación, sobre todo mental, es muy importante y es más fácil cuando tienes una plantilla amplia, con jugadores que puedan tener la cabeza limpia para poder jugar uno de los dos partidos. Yo creo que ese año la plantilla del Villarreal no tenía el nivel de amplitud como para pelear en las dos competiciones y eso pasó mucha factura.
P: Imagino que ahora el principal objetivo será volver a entrenar. ¿Tienes preferencias por volver a España?
R: Sí, en principio después de haber conocido experiencias en el fútbol árabe, yo priorizo más entrenar en sitios en los que la seriedad y la ilusión por hacer las cosas bien hechas sea la prioridad. En estos momentos de lo que tengo más ganas es de entrenar en sitios en los que haya un buen proyecto, con unos objetivos bien organizados. A mí como entrenador lo que me va a llenar más es poder estar en un sitio donde el trabajo sea la prioridad y que yo pueda aportar el método de trabajo que tengo y que creo que ha ido bien en muchos sitios, aunque obviamente en otros no me ha ido tan bien porque en el fútbol nadie estamos a salvo de que las cosas no salgan como esperamos.
P: Ahora está de moda que muchos exjugadores se hagan cargo de sus equipos aún sin tener experiencia en el mundo de los banquillos. ¿Crees que el no haber sido jugador te puede perjudicar aun habiendo entrenado en todas las categorías del fútbol?
R: No, porque yo creo que eso ha pasado toda la vida y me parece normal. Hay jugadores que han estado en la élite diez o quince años en equipos muy importantes y que, cuando se retiran me parece evidente y normal que tengan muchas cosas que aportar al fútbol y me parece muy normal que haya clubes que les contraten porque efectivamente pueden creer que pueden ser válidos como entrenadores y, de hecho, muchos lo son. Al final, los resultados a todos nos califican, los entrenadores hayamos sido o no jugadores los resultados nos van a medir a todos de la misma manera. Lo que sí es cierto es que es más fácil que te llegue la oportunidad pero al final el que vale es el que sigue entrenando y cualquiera sabe que como entrenador te van a exigir mucho y que te den la oportunidad inicial no significa nada porque a partir de ahí hay que demostrar la valía. Yo no tengo nada en contra, es más estoy a favor de ésto, porque creo que hay muchos jugadores que han tenido una carrera muy larga y hay que darles la oportunidad de que aporten al fútbol desde el papel de entrenador.
P: ¿Como emplea su tiempo un entrenador que no está en activo? ¿Viajas a conocer nuevos métodos? ¿Sigues las tendencias (por ejemplo, se está poniendo de moda el tema de los tres centrales) para implementarlas en caso de volver a la primera línea? El hecho de colaborar con medios de comunicación, ¿supongo que te hace seguir al tanto y actualizado, no?
R: Yo prácticamente acabo de volver de Arabia Saudí y estoy en Valencia tratando de disfrutar de la familia. Al mismo tiempo pues el fútbol lo vivo muy de cerca y sí que trato de estar al día. Aquí en Valencia sí que colaboro con un programa de televisión que se llama Sillas Gol en el que hago el análisis del Valencia, también colaboro con Vocento en los periódicos del grupo donde analizo la Champions y la selección española, por lo tanto sigo conectado con el fútbol y obviamente veo todos los partidos que puedo, tanto en directo como en televisión.
Los que nos dedicamos a esto tenemos la suerte de que más que un trabajo, el fútbol es una pasión. Sobre el tema de los centrales, tampoco me parece una moda porque siempre ha estado ahí, lo que sí que me parece es que en los últimos tiempos los entrenadores quizá sí estamos muy influidos por la opinión pública y, en muchas ocasiones, se ha tendido a que cada vez que un entrenador probaba algo nuevo pues siempre estaba el analista de turno que decía eso de «le ha dado un ataque de entrenador» porque ha buscado alguna variante táctica. Yo creo que eso es un gran error, ya que la busca de soluciones tácticas es precisamente una de las principales partes del entrenador y no puede haber inmovilismo táctico, no siempre se puede utilizar la misma táctica porque el fútbol va avanzando. Lo que pasa es que sí que es verdad que los entrenadores, en ese sentido, tenemos que ser valientes y atrevernos a hacer cosas que realmente vemos que son las necesarias mas allá de que sean más o menos populares. No podemos caer en el error de hacer lo que sea más popular, yo sin ir mas lejos me acuerdo perfectamente como si fuese ayer que cuando Cruyff llegó al Barcelona empezó a jugar con esa defensa de tres y nos parecía rarísimo y todo el mundo decía que no iba a funcionar. Bueno pues no sólo funcionó sino que fue el embrión del gran Barça de estos últimos años.
En definitiva, que hay que atreverse y esas cosas que son nuevas en ocasiones pueden traer algo muy bueno. El entrenador siempre tiene que estar pendiente de las cosas que pueden aportar algo al juego y que pueden hacer el fútbol mejor. Sí es cierto que ahora muchos equipos están utilizando ese sistema, pero también hay que ver los futbolistas que uno tiene. Por ejemplo para la Juve de Conte con Chiellini, Barzagli y Bonucci ese sistema era perfecto y sí tienes esos tres jugadores pues en el equipo en el que estés es mejor que hagas eso. En el Chelsea, él se encuentra un equipo que en los últimos años no estaba en buen momento y había que cambiar algo, él lo hizo y le ha salido bien. Le ha sacado mucho partido a Cahill, o a Azpilicueta que es un jugador muy adaptable.
P: Lo que hablabas de la influencia de los medios de comunicación, se puede trasladar también a las redes sociales, un sitio en el que tú eres bastante activo. Muchas veces éstas tienen influencia negativa como por ejemplo en tu llegada al Betis había campañas en contra antes siquiera de ponerte a trabajar al sustituir a un entrenador que la afición adoraba. ¿Os llega esa presión?¿Cómo se gestiona?
R: Sí, por desgracia mi etapa en el Betis desde el principio resultó imposible porque llegué en un momento en que el club era ingobernable. Me da mucha pena porque el Betis es un equipo fantástico con un afición fantástica y yo siempre he dicho que nunca podré estar arrepentido de haber ido al Betis porque me ha dado la posibilidad de entrenar en uno de los equipos con una de las mejores aficiones del mundo, pero no fui en el momento adecuado. Hubiese hecho lo que hubiese hecho creo que era un momento imposible para que salieran las cosas bien y eso me da bastante pena porque en otro momento hubiese sido para mi un gran club donde seguro hubiéramos hecho cosas buenas. Por lo demás, creo que ahora hay muchos medios de comunicación y somos muchos los analistas que estamos opinando y parece que hay muchos que tienen la obligación de encontrarle explicación a todo y demostrar que saben mucho de fútbol y que lo tienen todo muy controlado y que todo lo que pasa ellos saben porque pasa. Pero eso es imposible, porque hay cosas en el fútbol que son incontrolables e impensables.
En el fútbol hay cosas que nadie sabe porque han pasado y el ejemplo mas claro lo tenemos muy reciente con el partido del Barça ante el París Saint-Germain. ¿Quién le encuentra explicación a lo que pasó cuando iban 3-1 a falta de cinco minutos más el 4-0 de la ida?. El que en el minuto 87 dice que iban a remontar miente. El fútbol tiene un gran virtud y es que es imprevisible y hay tantos factores, tantos aspectos que influyen y no sabes muy bien por qué, es tan complejo que por eso va a seguir siendo un deporte tan seguido y con tantos aficionados, con tanta pasión porque las cosas con muy difíciles de controlar y muy difíciles de explicar. El fútbol no es simplemente explicar un sistema de juego, por ejemplo la clave de que el Chelsea vaya tan bien no está solamente en el hecho del cambio de sistema, no es tan fácil, porque si fuese eso ahora mismo habría otro entrenador que hubiera hecho lo mismo y las cosas le irían bien. Quiero decir con esto que tiene que haber gente que sepa mucho de fútbol, que la hay, pero también ha de haber gente que le haga ver al aficionado de a pie que no todo es tan controlable ni tan explicable, que no les engañen. Al final aquella frase de Boskov de fútbol es fútbol que mucha gente se toma a risa, pues quiere decir mucho y es lo que estamos hablando que es tan complejo y pueden pasar tantas cosas que muchas veces no le vas a encontrar explicación y sí la hay va implícita en la propia palabra, fútbol.