Como una de las conmemoraciones del centenario de la Confederación Sudamericana de Fútbol, ésta y la CONCACAF, la del Norte, Centroamérica y Caribe, se estrecharán sus manos con la realización de la Copa América del Centenario, una edición especial de la Copa América, el torneo de naciones de América del Sur y el más antiguo de selecciones en vigencia. Se juntarán por primera vez desde las ediciones del Campeonato Panamericano de Fútbol entre 1952 y 1960. Entre el 3 y 26 de junio, Estados Unidos dará su imponente marco para acoger a los diez representantes sudamericanos y seis de la CONCACAF, quienes salvo el invitado México, se han ganado el derecho en la cancha. Será otra buena oportunidad para que grandes del mundo como Brasil, Argentina y Uruguay revaliden sus pergaminos, especialmente los dos primeros tras las últimas actuaciones irregulares de cara a Rusia 2018. Lo mismo para que Chile ratifique su gran momento como campeón reinante.
El sorteo efectuado el domingo en Nueva York dejó cuatro grupos de cuatro países cada uno, donde al menos tres son muy parejos, aunque en el fútbol del siglo XXI casi nada se puede predecir. El anfitrión, junto a México el mejor de la zona centro-norte, encabeza un Grupo A de conjuntos de buen nivel, ya que además de él y su ascendente actuación de los últimos años, se encuentran el aguerrido Paraguay de Ramón Díaz, cuarto en Chile 2015, y la siempre temible Colombia de James Rodríguez, Falcao y José Pekerman. Costa Rica, que ha participado muchas veces en la Copa América como invitado, llega como rey de la zona centroamericana tras el Campeonato de la UNCAF de 2014, y sobre todo trae a cuestas su inolvidable campaña en el Mundial de Brasil, cuando eliminó a Italia e Inglaterra y cayó por penaltis con Holanda en cuartos de final. Será una zona de difícil pronóstico, ya que los dos sureños se enfrentan a dos equipos en alza.
En el Grupo B, el alicaído Brasil de Dunga y Neymar intentará conseguir un título internacional absoluto por primera vez desde la Copa América 2007. La ‘verde-amarela’ se las verá ante dos revelaciones: Ecuador, el líder actual de las eliminatorias mundialistas, y la Perú de Ricardo Gareca, tercero en Chile, que promete volver a los viejos buenos tiempos. El exótico Haití debutará en el torneo como vencedor de uno de los dos repechajes de la CONCACAF disputadas en enero en Panamá, donde dejó fuera a Trinidad y Tobago, y viene de cumplir una buena tarea en la Copa de la región en 2015, marginando a Honduras y llegando a los cuartos de final, pero es una incógnita cómo responderá ante los colosos.
Por su parte el grupo C tiene un tinte muy caribeño, ya que México, Jamaica y Venezuela serán los rivales de Uruguay. Los aztecas, últimos campeones de la Copa de Oro, intentarán retornar a la buena senda tras su eliminación temprana en el pasado mundial, su bajo nivel de los últimos años y el cambio de entrenador, ya que ahora los comanda el colombiano Juan Carlos Osorio. Será interesante el choque con el fortalecido Uruguay de Luis Suárez, Cavani y compañía, que a pesar de su mala pasada en Brasil 2014 ya es protagonista de nuevo en el camino a Rusia. Venezuela, que ya no es la famosa cenicienta de América, querrá poner en aprietos a los dos favoritos, lo mismo que una Jamaica que, como campeón de la Copa de Naciones del Caribe 2014, se ganó su sitio y viene de una aceptable Copa América, donde hizo frente a Uruguay y a Argentina.
Finalmente, el grupo D tiene un comienzo inmejorable: nada menos que la repetición de la final de 2015 entre Argentina y Chile. Leo Messi, Gerardo Martino y un gran elenco buscarán el desquite de la derrota por penaltis ante el anterior organizador, que inicia con Juan Antonio Pizzi un nuevo proceso tras la polémica salida de Jorge Sampaoli y con esperanzas de volver a superar a la albiceleste. Panamá, el otro ganador de la repesca de la CONCACAF ante Cuba, fue tercero en la Copa Oro 2015 superando a Estados Unidos y habiendo caído con México en la semifinal con un mal arbitraje. Dirigido por el colombiano Hernán Darío Gómez, de vasta experiencia en selecciones y mundiales, tratará de torcerle el brazo a los hermanos trasandinos. Y Bolivia parece el más débil del campeonato, con un equipo que intenta emerger de su pobre nivel y sus problemas internos. Los grandes asoman como favoritos y en el centenario del fútbol sudamericano, buscarán un título de honor. Pero tendrán que trabajar mucho para lograrlo.