La bomba estalló en un lujoso hotel de Suiza. Las detenciones de altos cargos de la FIFA, incluyendo vicepresidentes, revelaron las investigaciones que están en curso en los tribunales de Estados Unidos desde hace bastante tiempo, unas pesquisas que recogen todos los asuntos turbios del organismo futbolístico de las dos últimas décadas. Por otro lado, salió a la luz otra investigación, esta por parte del organismo judicial suizo, que radica también en las triquiñuelas de los subalternos de Blatter. Una situación que supone la mayor incertidumbre desde la creación de la propia FIFA y que se sostiene en cinco aristas.
¿Qué se está investigando?
Hay dos investigaciones independientes en este momento. La primera comenzó el pasado 10 de marzo y se centra en las irregularidades por enriquecimiento ilícito a la hora de asignar la organización de los mundiales del 2018 y 2022 a Rusia y Catar respectivamente. Hay sospechas de gestión dolosa en prejuicio de la FIFA y de lavado de dinero a través de bancos suizos.
La otra investigación incide sobre conspiraciones de extorsión, fraude y lavado de dinero, entre otros muchos crímenes, por actos de corrupción a través del salvoconducto que supone el organismo de fútbol internacional que es la FIFA.
Hay sospechas de actividades criminales desde 1991 hasta la actualidad salpicando las siguientes competiciones: Clasificación da CONCACAF para el Campeonato del Mundo de la FIFA, Copa de Oro de la CONCACAF. Liga de Campeones de la CONCACAF, Copa América Centenário (con organización conjunta de CONCACAF y CONMEBOL), Copa América de la CONMEBOL, Copa Libertadores de la CONMEBOL y la Copa de Brasil de la CBF. Y como plato fuerte se alega también que hubo sobornos en la elección del mundial de 2010 y en las elecciones presidenciales de la FIFA del 2011.
La acusación alega la aceptación de sobornos por dirigentes de los organismos deportivos pagados por ejecutivos de empresas de marketing. El objetivo de esta trama de corrupción era garantizar el apoyo oficial de las entidades deportivas en la obtención de contratos. Una vez que las empresas pagaban los sobornos (cifrados en unos 137 millones de euros) para garantizarse la adjudicación de los contratos, los adjudicatarios fraudulentos negociaban con terceros, como otras empresas de marketing además de radios y televisiones, la venta de esos contratos. De esta manera las empresas que sobornan se hacían un lado y lograban un beneficio al revender lo obtenido.
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— Business Insider (@businessinsider) Mayo 27, 2015
¿Quién está investigando?
La investigación sobre la elección de las sedes mundialistas de 2018 y 2022 está siendo ejecutado por el Tribunal Federal de Suiza. Mientras que las sospechas de corrupción basadas en favorecer a empresas con respecto a la obtención de contratos, una práctica que según los alegatos se lleva realizando los últimos 24 años a través de sobornos, están siendo investigadas por el Tribunal del Distrito Este de Nueva York a través del departamento neoyorquino del FBI, así como por el departamento de Los Ángeles de investigación criminal tributaria norte.
Las autoridades suízas explicaron que fue el Gabinete Federal de Justicia (es decir su ministro de Justicia) quien ordenó las detenciones de las personas sobre las que pesan las acusaciones de la investigación estadounidense como resultado de una cooperación legal internacional.
¿Quién está bajo investigación?
El pasado miércoles, las autoridades helvéticas anunciaron el interrogatorio de diez personas que participaron en la votación que concedió los mundiales investigados. Estos miembros del Comité Ejecutivo de la FIFA en 2010 ya fueron señalados como personas que puedan facilitar informaciones de ese aspecto.
Las autoridades suizas informaron que, cuando aún contaban con la cooperación de la FIFA, confiscaron datos y documentos de las instalaciones del organismo, así como ya lo había hecho en varias instituiciones bancarias del país.
La investigación hecha en los Estados Unidos señaló catorce personas: nueve dirigentes de fútbol y cinco empresarios. De los nueve dirigentes, siete fueron detenidos: Jeffrey Webb (vicepresidente de la FIFA),
Eugenio Figueiredo (vicepresidente de la FIFA), Eduardo Li (miembro do Comité Ejecutivo de la FIFA),
Julio Rocha (director de la FIFA), Costas Takkas (asesor de presidencia de la CONCACAF), Rafael Esquível (miembro do Comité Ejecutivo de la CONMEBOL) y José Maria Marín (miembro del Comité de la FIFA para los Juegos Olímpicos).
Mientras que los otros señalados por la justicia estadounindese que no han sido detenido son los dos dirigentes Jack Warner (exvicepresidente de FIFA y expresidente de la CONCACAF) y Nicolás Leoz (antiguo miembro del Comité Ejecutivo de la FIFA y expresidente de la CONMEBOL), además de los empresarios Alejandro Burzaco (director da Torneos Y Competencias), Aaron Davidson (presidente de Traffic Sports USA), Hugo Jinkis y Mariano Jinkis (ambos directores de Full Play Group) y José Margulies (director de Valente Corp. and Somerton)
En la investigación del FBI, cuatro personas y dos empresas ja se dieron como culpable en varias acusaciones: Chuck Blazer (exsecretario general de la CONCACAF) encontrado culpable por fraude y lavado de dinero; José Hawilla (dueño de Traffic Group, multinacional de marketing deportivo con sede en Brasil) culpable de extorsión, fraude y blanqueamiento de capitales; Daryll Warner (hijo de Jack Warner) encontrado culpable de fraude; Daryan Warner (también hijo de Jack Warner) hallado culpable por fraude y lavado de dinero; y las empresas Traffic Sports International y Traffic Sports USA declaradas culpables por fraude.
¿Dónde queda la FIFA en medio de todo esto?
Tras este escándalo, la primera reacción oficial de la FIFA fue hecha por el portavoz Walter Gregorio. En su calidad de director de comunicación del organismo futbolístico, Gregorio señalaba que la FIFA era la parte perjudicada de todo esto, y que desconocía todo lo revelado por las investigaciones judiciales suizas.
Más tarde, salió un comunicado del organismo en su portal web en la que destacaba que la investigación suiza sobre los mundiales de 2018 y 2022, fue encargada por la propia FIFA, y su realización y consecuencias iban a ser aceptadas. Además el comunicado dejaba claro que las elecciones a la presidencia de la FIFA se mantenían.
El pronunciamiento de Blatter no llegaría hasta un día después que se produjeran las detenciones, con unas tibias declaraciones destacando el papel colaborador de la FIFA en la investigación y prometiendo que no tolerará a quienes intenten violar la ética en el fútbol.
¿Las elecciones se mantienen?
Pese a la cancelación de candidaturas como la de Luis Figo, que argüía que el proceso no era del todo limpio y pese a que Platini con todo el apoyo de la UEFA ha denunciado que con tal panorama de inestabilidad se deberían cancelar este proceso electoral, las elecciones presidenciales de la FIFA siguen su hoja de ruta y esta tarde se decidirá si Blatter vuelve a ganar, pese a sus escándalos, o si el jordano Ali es el nuevo dirigente de la FIFA.