Este año incluso antes de que empiece el verano ya contamos con los primeros ‘culebrones’ en materia de fichajes. Aunque el que vamos a comentar, más bien está ligado a las diferencias entre un club y su jugador para llegar a un acuerdo en la renovación del contrato del futbolista. Hablamos del ya tildado como ‘conflicto’ entre Sergio Ramos y el Real Madrid.
No es un caso novedoso. Los seguidores del deporte rey estamos acostumbrados a seguir de cerca los vaivenes que se traen los grandes clubes con sus mejores jugadores, muchos de ellos estrellas mediáticas, que entienden que ese rol de captadores de atención merece una contraprestación en forma de mejora salarial.
Muchas veces esos equipos atienden a las exigencias de sus jugadores y otras, intentan que sean los futbolistas los que se acoplen a lo que la entidad quiere ofrecer por sus servicios. En ese punto de discordia se encuentran ahora mismo el camero Sergio Ramos y el club merengue. La intención del defensa es que su renovación con la entidad madrileña vaya ligada a al pago de diez millones de euros netos por temporada, algo que Florentino Pérez parece no estar dispuesto a aceptar.
En primera porque consideran que la cantidad es algo exagerada (hasta se ha acusado al jugador de ‘pesetero’) y también porque la renovación implicaría un contrato hasta 2020 (el suyo expira en 2017), cuando Ramos tendría ya 34 años y quizá el Real Madrid entienda que esa no es la mejor edad para sacar partido de un jugador más que polivalente.
Por su calidad más que demostrada, Sergio Ramos puede ser uno de los mejores centrales dentro del panorama actual. Su progresión en el Real Madrid, al que llegó con tan solo 19 años, ha ido ‘in crescendo’ hasta convertirse en el máximo exponente y jefe de la defensa blanca. Pero, también ha mostrado sus habilidades como lateral y, aunque no es goleador, sus intervenciones en jugadas de estrategia han supuesto más de una alegría para el madridismo (cabe recordar, por ejemplo, el gol de cabeza que dio paso a la tan ansiada Décima).
Por si fuera poco, a todo este embrollo se ha sumado el interés de otros grandes clubes que sí estarían más o menos dispuestos a satisfacer las aspiraciones del sevillano. Uno de ellos es el Manchester United, que habría planteado una oferta cercana a los 35 o 40 millones, en la cual se incluiría el canje de David de Gea, portero que también le interesaría al club blanco para suplir la supuesta marcha forzada de Iker Casillas.
Así las cosas, tanto el club blanco como el jugador quieren dar una solución a esta situación antes de que comience la pretemporada el próximo 11 de julio. No se vería nada bien que el inicio de Rafa Benítez fuera el de estar en medio de un conflicto entre partes, al que también se le puede sumar otra situación difícil si el club tampoco llega a ningún acuerdo con Casillas. En este sentido, Florentino prefiere que la nueva etapa a inaugurar por el extécnico del Nápoles no se vea empañado por las salidas de dos jugadores que han dejado huella en la historia madridista y que, en principio, tienen intención de seguir ligados a la entidad, siempre y cuando se mejoren sus prestaciones. Veremos quién tensa más la cuerda.