Aunque la temporada acaba de empezar, en algunos clubes ya han surgido los primeros debates en torno a la aptitud de ciertos jugadores y si deberían ser estos los que gozaran de la titularidad. Normalmente el aficionado entiende que después de la pretemporada y sin apenas cansancio, el jugador debe llegar al cien por cien, por lo que los fallos a principio de curso pocas veces se perdonan.
Así le ha pasado al portero sevillista Beto, que tras encajar tres goles (con más mala suerte que poca maña) en el partido ante el Atlético, desató la ira de los suyos e incluso fue protagonista a nivel nacional en la red social Twitter, donde más de uno abogaba porque ‘se le diera largas’ al luso.
Si a todo esto le sumamos que los fallos (o no aciertos, según se mire) de un portero son siempre más y mejor recordados porque estos suelen desencadenar en goles, el asunto se vuelve algo más peliagudo. Además, a Beto no le falta la competencia. En el banquillo de Nervión espera un Sergio Rico que ya demostró el año pasado que a su juventud no le faltan galones, ni reflejos, ni clase, ni ninguna virtud para ser el cancerbero titular de un equipo como el Sevilla.
A favor de Beto se podría decir que muchos de los que pidieron su cabeza el otro día son también los que no hace tanto lo adulaban por ser protagonista en partidos como la final de la tercera Europa League ante el Benfica. La memoria del aficionado suele ser efímera e injusta, pero hay que recordar que el portugués era el portero titular del Sevilla hasta que una lesión en el hombro en febrero le apartó del terreno de juego.
Fue entonces cuando se le presentó la oportunidad a Sergio Rico y cuando a Emery se le planteó un debate nada fácil de solucionar. Normalmente los equipos grandes apuestan por un portero titular y otro que juegue el resto de competiciones. Esto no quiere decir que las variables no puedan cambiar, pero la incertidumbre o continuas alternancias tampoco pueden ser demasiado buenas para el equipo.
Es cierto que el periodo de pretemporada sirve para que cada entrenador pruebe y vea el nivel físico de sus jugadores. Suponemos que si Emery ha apostado en los dos primeros partidos de Liga (y el de la Supercopa de Europa ante el Barcelona) por Beto es porque ha considerado que era la mejor opción. Sin embargo, si la apuesta, por las circunstancias que fueran, no le sale rentable, ahora es el tiempo de rectificarla.
Además el Sevilla este año vuelve a jugar en Champions y ahí sí que necesitará no sólo al mejor portero, sino que todo su equipo esté en plenas condiciones. En este sentido, Sergio Rico fue protagonista absoluto en la campaña de Europa League del curso pasado. Quizá el pensamiento de Emery haya sido el de dejar la competición europea para el canterano y el curso liguero para el portugués.
Lo cierto y verdad es que ya cada tropiezo cuenta y que la base de cualquier equipo sólido y con aspiraciones se construye desde una buena defensa con cancerbero espabilado incluido. Así pues, Emery debe decidirse y no seguir manteniendo una portería sin dueño.