A veces los clubes de fútbol se meten en problemas ellos solitos y ni capaces son de ver que las soluciones más fáciles las tienen en su propia entidad. Como ya es sabido, el Barcelona no podrá fichar este verano tras la sanción impuesta por la FIFA por incumplimiento del Reglamento y Estatuto de Transferencia de Jugadores menores de edad.
Así, si ya era grave que un club como el Barça no pueda renovar sus filas, la directiva quiere hacer el más difícil todavía al llevar por una senda peligrosa y casi sin retorno la renovación de uno de sus jugadores imprescindibles, Daniel Alves. El brasileño cumple contrato este verano y parecía que tanto por parte del club como del jugador la intención era llegar a un acuerdo. Sin embargo, la negociación ha presentado ya sus primeros escollos.
La primera oferta culé fue de un contrato de algo más de cinco millones de euros. En principio, sería por tres años, pero con la cualidad de que se renovaría por temporada en función de los partidos jugados. De este modo, Alves tendría que jugar el 60% de esos encuentros para seguir en las filas azulgranas. Algo que no pareció gustar mucho al jugador ya que su representante, Dinorah Santana, declaró que el club no tenía intención de hacer otro ofrecimiento.
Sin embargo, Bartomeu parece habérselo pensado mejor y sí que ha habido un acercamiento en las posturas. Digamos que a un jugador como Alves es raro que no le salgan sus dos o tres novias, y de calidad, para fichar este verano. Una de las propuestas le habría llegado desde el último rival culé en esta Champions. El París Saint-Germain le habría ofrecido al brasileño nueve millones brutos por temporada y un contrato por tres años. Pinta mejor que lo del Barcelona, hay que reconocerlo. Así, el ‘presi’ decidió que estaba dispuesto a igualar esa cantidad.
Y hace bien Bartomeu. Además de que Daniel Alves es un jugador que ha destacado por su calidad, es un referente dentro de la defensa blaugrana. Ya los culés perdieron este año a una entidad como Puyol y se echa de menos al gran capitán tras su retirada. A todo ello se le une, como se mencionó al principio, la imposibilidad del club catalán de fichar este verano.
Es cierto y conocido que La Masía ha dado grandes jugadores que ahora despuntan en diferentes clubes, pero el Barça siempre aspira a lo mejor y, aunque Alves no sea canterano, quizás esta vez sea un ejemplo más de que la mejor solución pasa por mirar lo que se tiene en casa.