Cuando Frank Lampard entró a los 78 minutos en el Etihad el pasado fin de semanas, los seguidores del Chelsea lo aplaudieron y corearon su nombre, un nombre que es sinçonimo de leyenda en Stamford Bridge, incluso ahora que viste la camiseta ‘sky blue’ del Manchester City. Siete minutos más tarde, apareció en el área, en un movimiento parecido al que tantas veces hizo en el Chelsea, tras recibir un centro desde la izquierda de James Milner, y marcó el gol que evitó la derrota de los ‘citizens’, que jugaban con diez tras la expulsión de Zabaleta en el minuto 60. El fútbol encuentra siempre la manera de concebir una historia mayor de lo que podemos imaginar.
El máximo anotador de la historia del Chelsea, 211 goles en trece temporadas en el club londinense, parecía triste por la dimensión del momento. Hizo señal a los compañeros de que no lo festejaría. Al final, cambió abrazos con los antiguos compañeros de equipo, y tuvo un momento especial junto los seguidores ‘blues’ desplazados. ‘Cantaron por él’ hasta que este desapareció en el túnel.
Se topa con un micrófono de Sky Sports, e intenta lidiar con las emociones. «Es muy difícil. No seria profesional si no entrase e hiciese mi trabajo, por entré en el área y aproveché el gran pase de Milly», vaciló. «Estoy sin palabras. Nunca esperé entrar y marcar así. Nada más ingresar al campos los seguidores del Chelsea corearon mi nombre, fue muy emotivo. Fueron trece años fantásticos en el Chelsea, tengo sentimientos divididos», declaró Lampard finalmente.
Fin de la historia del amor
Lampard, a sus 36 años, abandonó el Chelsea en verano. Ya en la temporada anterior había puesto en duda su continuidad en Stamford Bridge, pero al final renovó por un año. Una campaña que dejó 40 partido y ocho goles más para engrandecer su leyenda. Terminaba así el ciclo de uno de los principales símbolos de la transformación del Chelsea en un grande, uno de las principales figuras de la historia Chelsea que creció precisamente con José Mourinho. Lampard, que levantó tres veces la Premier League, ganó una Liga de Campeones, amén de también una Europa League y cuatro Copas de Inglaterra, salió a raíz de un proceso de renovación cuya necesidad se venía tornando clara según Mourinho, que fue el que tomó la difícil decisión de no renovar más al mediocentro inglés.
Libre, Frank firmó en junio por el New York City FC, un club nuevo, que se estrenará en 2015 en la MLS, y del que el Manchester City es coproprietario. Por lo que Lampard (como le ha pasado a Villa) tenía que buscarse un acomodo hasta marzo.
Entonces en agosto dio el paso siguiente de su carrera, un golpe duro en la historia de amor. Fue cedido por seis meses al Manchester City. Tras esta cesión los aficionados, los medios, hasta la posición del Chelsea y también de José Mourinho sobre su cesión al City fueron más o menos cordiales. Curiosamente, fue Arséne Wenger, el único que presentó una opinión más crítica sobre este asunto, cuestionando si el Manchester City no estaba vulnerando las limitaciones del fair play financiero recurriendo a sus clubes satélites.
Al comienzo de este mes, Lampard explicó que se hubiera quedado en el Chelsea si le hubieran ofrecido un nuevo contrato, pero que también no le gustaba la idea de ir perdiendo peso en el equipo: «Decidí que no quería ser el jugador que va desapareciendo, por eso, tal vez era el momento exacto para salir. No quería ser el jugador de 40 años que aparece en los partidos de la Copa de Liga, no tras los grandes momentos que viví en el club. Ahora, quiero tener un impacto positivo en el Manchester City y en esta nueva fase da mi carrera».
En la víspera del City-Chelsea, Mourinho admitió que «no esperaba» ver a Lampard en el rival, pero que mantenía su discurso de respeto por su antiguo futbolista. Aunque al final del choque cambió ligeramente el tono: «Es un jugador del City. No creo en estas historias de pasión y amor. Tal vez sea demasiado pragmático. Cuando él decidió venir al Manchester City, competidor directo del Chelsea, las historias de amor se acabaron. Hizo su trabajo como super profesional que es, y lo hizo bien», fue la primera reacción de Mourinho a los micrófonos de Sky, antes de comentar el hecho de que los seguidores ‘blues’ acabaron aplaudiendo a Lampard: «Los aficionados del Chelsea nunca olvidan lo que las personas hicieron en el club. Me pasó a mí cuando estaba en el Inter, y tuve una fantástica en Stamford Bridge. Es la cultura y la belleza del Chelsea».
Más tarde, en la sala de prensa, el técnico portugués rechazó seguir hablando del tema: «Hablar de Frank sería hablar de mi pasado, de lo que el jugador representó en mi carrera. Nunca me cansaré de hablar de eso, pero en este momento él es un futbolistas del Manchester City y yo no hablo de futbolistas de otros equipos».
Lampard ‘dejó’ a Mourinho digiriendo los primeros puntos perdidos en laPremier League, el segundo empate seguido cedido por el Chelsea tras ir en ventaja en el marcador (después de la igualada del Schalke en la Champions). En cuanto a Frank Lampard júnior, su historia continua, por lo menos hasta enero y de mientras bate récords en Inglaterra. El Chelsea fue el trigésimo noveno club de la Premier League al que marca, un hito exclusivo que se redondea con la rotura de una historia de amor.