Llevan varios años en la élite del fútbol europeo y hoy día cualquier equipo seguro que daría el todo por el todo por tener al menos a uno en sus filas. Son Radamel Falcao, Chicharito Hernández y James Rodríguez, tres grandes jugadores latinoamericanos que tienen algo en común, fueron rechazados en su día por el fútbol brasileño.
Y es que cuando estos jugadores empezaban levemente a despuntar y los ojeadores comenzaban a subrayar su nombre en sus libretas, algunos clubes brasileños, pese a gozar de mayor empuje que los otros clubes de Iberoamérica y poder hacerse con cualquier joven promesa, miraron para otro lado y dejaron escapar a estos tres ‘cracks’.
A mediados del año 2008, Radamel Falcao Garcia, desarrollando un buen papel en River Plate, fue ofrecido a un Santos, que tras la marcha de Robinho estaba buscando una nueva perla (aún no había aparecido Neymar). Sin embargo, la escuadra albinegra desestimó al ariete colombiano y prefirió apostar cerca de tres millones de euros en otros dos extranjeros: el argentino Mariano Trípodi que en sus inicios prometió mucho en Boca Juniors y el ecuatoriano Michael Quiñónez, gran figura de las inferiores ecuatorianas. Ninguno de ellos llegó a triunfar en Vila Belmiro y ambos salieron por la puerta de atrás.
Un año después, Falcao firmaría por el Oporto e iniciaba así una trayectoria exitosa en el Viejo Continente aliñado con los títulos obtenidos en la ciudad del Duero y en el Atlético Madrid, como pueden ser los dos campeonatos de Europa League.
Siguiendo en ese 2009, vemos a un joven James Rodríguez, que tras abandonar su Colombia natal comenzaba a marcar sus goles en el Banfield argentino. Su representante (que por aquel entonces no era Jorge Mendes) ofreció al atacante colombiano al Palmeiras, que rechazó tajantemente cualquier negociación por considerar a James ‘sobrado’ de peso. Así como su compatriota Falcao, James arribó al Oporto, y tras un breve paso por el Mónaco, ahora haces la delicias de la afición madridista.
Los ‘cracks’ colombianos fueron rechazados sin miramientos, sin embargo el tercer protagonista, Chicharito Hernández, si que estuvo cerca de aterrizar en Brasil. En 2005, cuando el atacante azteca contaba con sólo dieciséis años, el ‘Chivas’ de Guadalajara acudió a tierras brasileiras para disputar un torneo de fútbol base. En ese torneo Chicharito hizo de las suyas.
Impresionado con las actuaciones del joven Javier, el Internacional de Porto Alegre contactó con la directiva del Guadalajara, que aceptó negociar la venta de su delantero por una cifra cercana a los dos millones de euros. La cantidad a pagar no fue el principal escollo para que el fichaje llegara a buen fin: ‘Chivas’ quería que el jugador pasara a disposición del club cuando Chicharito hubiese cumplido los dieciocho años, mientras que el club brasileño lo quería ipso facto en Beira-Río. Una diferencia insalvable que torpedeó su fichaje e hizo que Chicharito Hernández avanzara en su país natal hasta llegar al Manchester United y ya de ahí en adelante la historia es de sobra conocida.
Rechazados en Brasil, Falcao, James y Chicharito fueron tres de los jugadores que movieron más dinero en el último mercado veraniego entre traspasos y cesiones, un síntoma de su enorme potencial como futbolistas, potencial que no pudieron disfrutar (por ahora, quién sabe lo que depara el futuro) en la tierra de la samba y la capirinha.