Este sábado veremos un Clásico atípico, extraño en gran medida. Pues será el primer Real Madrid- Barcelona en quince años en el que en su plantilla no tenga a quienes han sido (al menos en los últimos diez años) los líderes y/o grandes referentes de esos vestuarios: Iker Casillas y Xavi Hernánez. La marcha del meta al Oporto y el retiro dorado en tierras cataríes del exbarcelonista deja tanto al club blanco como al conjunto culé sin capitán que ponga la cara en un partido tan ‘trascendentalmente’ mediático como este.
Este vacío dejado por la marcha de tales figuras saca a colación la pregunta de quién será el compañero idóneo para sustituirlo. La cuestión es fácil y se puede responder en un segundo refiriéndose a los actuales capitanes designados por cada plantilla Sergio Ramos por un lado y Andrés Iniesta por otro, pero estando en un país donde hacer juicios de valores es una práctica tan común, cada persona tiene su capitán idóneo para liderar a merengues y azulgranas.
Del lado madridista, unos piensan en que la gran estrella Cristiano Ronaldo (cuarto capitán) debería llevar el brazalete por ser tan determinante en el juego madridista, algo que por esa regla de tres hubiera licitado que jugadores como Hugo Sánchez (por poner un ejemplo de referente ofensivo que ha estado más de cinco años en La Castellana) debió ser capitán sin ninguna objeción. Pero el cargo de capitán no va ligado con ser la estrella del equipo sino por la dedicación que le ha dado a un club durante muchos años y por el carisma que puede tener, premiando en el caso madridista el hecho de que sea canterano del club. Es por ello que si vemos los últimos capitanes del Real Madrid desde 1988 todos son productos de la cantera blanca (Camacho, Agustín, Chendo, Sanchis, Raúl y Casillas) a excepción de Fernando Hierro, algo que da a pie para que muchos siguiendo esa lógica reclamen como capitán a Álvaro Arbeloa por ser el canterano con más tiempo en ‘la casa blanca’ si bien su poco peso en el juego del club y su inexistente carisma (de cara a la afición y los medios) lo hacen una opción bastante descartable.
Mientras en ‘Can Barça’, la tónica que se ha seguido a la hora elegir a los capitanes, es la de nombrar jugadores que han sido importantes en la historia culé ya sean canteranos (como los tres últimos capitanes, Puyol, Xavi y ahora Iniesta) o ‘asimilados’ (como Alexanko, Bakero o Luis Enrique), aunque a veces encontremos un caso extraño como el de Gica Popescu. Por esa tónica tanto Messi, como Iniesta podrían ser perfectos capitanes. Messi (segundo capitán), demandado por muchos como capitán, es la gran estrella del Barcelona, pero además de eso lleva más de diez años en el primer equipo y es canterano culé lo que validaría su candidatura. Luego, por cuestiones nacionalistas, muchos barcelonistas aúpan como el elegido al llevar el brazalete a Sergio Busquets o Gerard Piqué por el ‘plus’ que tienen de ser catalanes, si bien Busquets puede ser un buen candidato en un futuro, ahora el estar a la sombra de dos decanos como Iniesta o Messi le resta opciones, mientras que Piqué sus desacertadas declaraciones o actuaciones (filtración del fichaje de Cesc, ‘recadito’ al Real Madrid, asunto con los mossos d’esquadra) le hacen ser una figura polémica poco idónea para representar al Barcelona el equipo del ‘seny’. Otra figura que se mencionan en los mentideros del Camp Nou como capitán ideal es Mascherano, que si bien su entrega y compromiso con el club está fuera de toda duda, cabe recordar que es relativamente ‘nuevo’ en la disciplina barcelonista.
Por tanto una vez analizadas todas las opciones, la conclusión más lógicas es defender a los capitanes oficiales que con ese cargo afrontarán un Clásico por primera vez este sábado. Sergio Ramos es un futbolista que se ha hecho colosal en el Real Madrid y ha sido determinante para este club en algunos momentos, si bien fuera de las cámaras puede entrar en alguna polémica, su carisma y entrega dentro del campo es inigualable y es el capitán idóneo para el club blanco. En el lado azulgrana, si era lógico que Xavi sustituyera en el cargo a Puyol, también lo era que Iniesta lo hiciera con respecto a Xavi. El manchego es sin duda el jugador más carismático que tiene el Barcelona, y su liderazgo y saber estar es lo que necesita un equipo que la grandeza y nobleza son cualidades de su ADN. Así que larga vida (metafóricamente hablando) a los nuevos líderes del Clásico.