Tres goles en diez partidos (cinco como titular) y una amalgama de arrancadas a la contra, toques de calidad e inusitada inteligencia a la hora de moverse en el área, eso son las estadísticas de lo que va de temporada de Kylian Mbappé, al que llaman «el nuevo Henry». El talentoso delantero del Mónaco fue una de las claves, junto con la promesa del PSG Jean-Kévin Augustin, del éxito francés en el pasado europeo sub 19 donde se ha rubricado su candidatura a ser el heredero de ‘Titi’.
Hijo de un entrenador de fútbol amateur y de una antigua jugadora profesional de balonmano, Mbappé nació en 1998 allá por el mes de diciembre, sólo unos meses después de la conquista de la Copa del Mundo por la selección francesa que tenía entre sus filas a un tal Thierry Henry, su ídolo y antecesor.
Y es que el hecho de relacionar a Mbappé con el mítico ’14’ del Arsenal es inevitable, dado las muchas similitudes que tienen entre sí. Ambos nacieron en los alrededores de París y llegaron al Mónaco después de una estancia por el centro técnico da la Federación francesa, en Clairefontaine.
Otra de las semejanzas entre Henry y este joven de ascendencia es el carácter que muestra en el césped, pues ambos afrontan los partidos con una seguridad y un descaro que contagia de positivismo al resto de sus compañeros.
No sólo por las similitudes Mbappé merece ser considerado de ‘Titi’ Henry sino porque el actual dorsal 29 del conjunto monegasco ha batido dos records del propio Henry en el curso pasado. El primero de ellos el 2 de diciembre de 2015, cuando Leonardo Jardim le ordenó entrar al campo en lugar de Fábio Coentrão en los instantes finales en un encuentro contra el Caen, convirtiéndose así en el debutante ás joven del Mónaco, con sólo dieciséis años y 347 días, para que luego, el pasado 20 de febrero llegara el segundo, cuando cerró con un gol la victoria ante el Troyes, logrando ser el jugador más joven en marcar con la camiseta blanquirroja con 17 años y 62 días.
Así con la sensación mostrada de que es el nuevo diamante en bruto del Mónaco, el joven Mbappé una vez terminada la campaña partió en julio a tierras alemanas donde con cinco goles y un señor partido en las semis contra Portugal, logró llevar a Francia a alzar el Europeo sub 19. El hito le permitió escalar aún más en los índices de notoriedad que cuando se reincorporó a las filas monegascas, su ídolo y antecesor Henry tuvo a bien visitarle en un encuentro donde veterano y promesa constataron las coincidencias físicas entre ellos. Ambos son delanteros espigados con un tren inferior muy desarrollado que les da explosividad a la hora jugar al fútbol y el talante de su rostro es el mismo, mezclando concentración con una sonrisa de pillo.
Une belle rencontre ce matin à la Turbie ️ @ThierryHenry pic.twitter.com/2TxuLh8Xol
— Kylian Mbappé (@KMbappe) 26 de agosto de 2016
Pero más allá de las semejanzas físicas, Mbappé recuerda al que fuera jugador del Barça en la forma vertical con la que encara a los rivales, de manera veloz pero con criterio. Capaz de generar los momentos de aceleración a partir de una vasta gama de recursos técnicos, todo ello siempre con la cabeza levantada y con la vista puesta a la portería, sin que nada perturbe su concentración y su confianza.
Competente para jugar en el centro de ataque como punta de lanza, pero particularmente explosivo si se ubica en los costados donde aprovecha la mayor cantidad de espacios para incomodar constantemente a sus adversarios con diagonales que le llevan a la zona de finalización donde un depurado toque lleva la voz cantante. ‘Titi’ necesitó tres campañas para despuntar definitivamente pero parece Mbappé se empeña en ser una mejor versión de su ídolo y con 18 años y campaña y media ya está labrando un esperanzador camino.