Aunque no hace mucho dediqué unas líneas a analizar las incorporaciones del Sevilla para esta temporada, los últimos fichajes realizados por el equipo de Nervión merecen punto y aparte. Me refiero a las llegadas de Éver Banega y Gerard Deulofeu, dos jugadores que incluso antes de vestir la camiseta blanquirroja están generando expectativas, y no precisamente en el buen sentido.
El caso del argentino Éver Banega sea quizá más sonado. El excentrocampista del Valencia se hizo famoso, muy a su pesar, por diversas salidas de tono relacionadas con su afición a la fiesta, un vídeo íntimo que vio más gente de la necesaria y sus incidentes con los automóviles.
Desde que llegara al equipo ché (2008), Éver tuvo que hacer frente a muchos contratiempos y el primero le cayó cuando salió a la luz pública un vídeo de esos que no deberían ser públicos para nadie, pero mucho menos si eres alguien ‘famoso’. Ya antes, en 2007, había dado muestra de su carácter rebelde al destrozar la planta del hotel en la que se alojaba con la Selección sub-20 argentina (que se había proclamado campeona juvenil).
Del Valencia pasó al Atlético de Madrid, donde jugaría una temporada como cedido sin que marcara ninguna huella en el equipo colchonero. Se comentó por aquel entonces que se hizo muy amigo de la noche madrileña, algo que también demostró en su vuelta al conjunto valencianista, pues en alguna ocasión incluso llegó ebrio a los entrenamientos.
En cuanto a su mala suerte con los coches, a Éver Banega le ha pasado casi de todo. Desde que uno de sus autos saliera ardiendo cuando se dirigía al entrentamiento, hasta que se auto-atropellara en una gasolinera al olvidar echarle el freno de mano a otro. Por supuesto, a esto hay que sumarle alguna que otra multa por conducir mientras hablaba por el móvil, por ejemplo.
Todo ello resumido, hacen de él una auténtica ‘joyita’ al que el Valencia cedió esta última temporada al Newell’s Old Boys. El argentino quería gozar de minutos para ser parte de la lista de Sabella para el Mundial de Brasil, pero el seleccionador decidió no incorporarle a última hora.
Así las cosas y a pesar de su desafortunadas ‘aventuras’, Emery ha luchado para traerlo al Sevilla. El vasco, que ya lo tuvo durante tres temporadas en el Valencia e incluso llegó a protagonizar con él discusiones subidas de tono en el transcurso de algunos partidos, lo considera un jugador fiable, o al menos, una buena figura en la que estructurar el juego del equipo andaluz. Veremos si su apuesta triunfa.
Por otro lado, está el joven Gerard Deulofeu. Con tan sólo 20 años, este gerundense es una de las mayores promesas de la cantera del Barcelona, a la que llegó a la tierna edad de nueve años. Desde entonces, ha jugado siempre en los equipos inferiores del Barça y ha disputado de algunos minutos en el primer equipo. Sin embargo, esa misma juventud le han hecho pecar de ciertos síntomas de inmadurez por lo que el jugador no termina de demostrar todo su potencial.
El año pasado jugó cedido en el Everton con la intención de formarse en la liga inglesa para lograr luego un puesto en el Barcelona de Luis Enrique. Sin embargo, ‘Lucho’ no es un hombre fácil de convencer y le ha mandado toda clase de recados al joven extremo. Tanto personalmente como vía medios de comunicación, el técnico asturiano ha declarado que el futbolista necesita mejorar su progresión, sobre todo en el terreno defensivo, por lo que considera vital una nueva cesión para él, siendo el Sevilla el equipo que lo recoge para la próxima temporada.
Tras pasar el reconocimiento médico, Deulofeu aseguró que piensa aprovechar su año en el Sevilla al máximo. Está claro que para él y para Banega no hay más opciones. Uno parece pecar de inmadurez y falta de compromiso, otro de carácter difícil de controlar y gusto por la nocturnidad. Quizá Sevilla no sea la mejor ciudad para limar esos defectos (ya sabemos cómo le ha ido a otros exjugadores del equipo andaluz con el tema de las fiestas), pero ambos se encuentran ante el mejor momento para callar bocas, ante su última oportunidad para demostrar todo lo que pueden dar.