A estas alturas de la película todos los aficionados al fútbol se han enterado de que el Rayo Vallecano lucirá en su segunda equipación una franja con los colores del arco iris, dedicando cada uno de esos colores a apoyar a una causa social o colectivo.
Así, tal y como informa el club en su web: el rojo es para los que luchan contra el cáncer; el naranja, para los que luchan por la integración de las personas con discapacidad; el amarillo, para los que nunca pierden la esperanza; el verde, para los que luchan por proteger el medio ambiente; el azul para los que luchan contra el maltrato infantil; el violeta, para los que luchan contra la violencia de género; y la suma de todos ellos, es decir, el arco iris en su totalidad, para los que luchan contra la discriminación por orientación sexual. Además, en la parte inferior de la camiseta se lucirá el eslogan “Solidaridad”.
Una iniciativa que no sólo tiene como objetivo el de concienciar, sino que parte de lo recaudado irá a parar a los colectivos que define cada color. “Siete euros de cada camiseta se repartirán entre las asociaciones elegidas para representar a cada causa”, según lo que informó la entidad. A todo ello se suma una tercera equipación en la que se podrá ver una franja rosa junto al lacito típico que representa la lucha contra el cáncer de mama.
Tras conocer la noticia, varias ONG de carácter social han mostrado públicamente su agradecimiento al equipo por la iniciativa. El deporte tiene un amplio potencial mediático y es ejemplo y referencia para muchas personas, por lo que utilizar sus foros para concienciar al personal es algo que debería pasar de anecdótico a obligatorio.
Sin embargo, a una parcela de aficionados rayistas no les ha parecido nada acertado este cambio estético en sus camisetas. El grupo de los bukaneros (aficionados más acérrimos) ha emitido incluso un comunicado oficial especificando su malestar y las causas de éste.
Según se puede leer en el mismo, el grupo rechaza “como llevamos años haciendo, cualquier invento en la primera o segunda equipación, más si este supone acabar con un símbolo tan importante como es nuestra franja (…) Todas las innovaciones deben darse siempre en la tercera equipación y dentro de unos parámetros que sean consensuados por todos”. Extracto al que añade el siguiente: “Por supuesto que todas las peñas aplaudimos a esta directiva por el gran gesto contra la homofobia (…), pero falla por completo en las formas. Los gestos y la solidaridad no deben estar reñidos con el respeto a nuestros símbolos y nuestra historia”.
De estas dos afirmaciones puede entenderse que la discrepancia radica en el cambio de color en la franja diagonal de la camiseta. Es cierto que esa franja es uno de los aspectos que hace reconocible al club, pero el hecho del color no parece tan importante, y más cuando se trata de una iniciativa que quiere apoyar causas sociales, con lo que se supone que será algo temporal.
Si de verdad los bukaneros ven bien que se apoyen los gestos contra la homofobia (de hecho el Rayo Vallecano fue el primer club en sumarse a la campaña #LaLigaArcoiris por la que los jugadores de los equipos nacionales llevaron cordones con esos colores) no parece demasiado lógico que por respetar un supuesto color tradicional en esa franja ahora se monte un encarnizado debate porque esos cánones cambien durante unos meses.
Desde este grupo se ha tachado de hipócrita a la directiva. “Y la demagogia llegó a Vallekas. Bajo hipocresía e intereses, se pisa la historia rayista y la lucha de una afición”, podía leerse en las redes sociales. Es posible que detrás de esta acción haya un interés mercantilista, pero si es usado para crear conciencia, bienvenido sea.