Tras realizar una buena temporada en general, llegaba el final de curso y Osasuna se veía jugándose su ansiado regreso a Primera división en los play-offs, todo ello porque ciertos errores le habían pasado factura y haberse alejado de los puestos altos de la tabla en ciertas jornadas fue aprovechado por sus competidores. De hecho, el estar un tanto menos espabilado en esa recta final casi le cuesta no llegar a la mencionada liguilla de ascenso, pero tiene el equipo rojillo una fortaleza y un orgullo grande, por lo que no se dio por vencido tan fácilmente.
Así pues, los de Quique Martín Monreal, tras ganar a Nástic y Girona, serán el tercer equipo que complete el pódium formado por Alavés y Leganés, el trío novedoso (algunos ya conocidos) que llega a la Liga BBVA con el propósito de quedarse. Podría decirse que mucha ‘culpa’ del ascenso logrado por el protagonista de estas líneas es del propio Martín. El entrenador navarro ha estado la mayor parte de su vida ligado a la entidad pamplonica y en ella ya suspiran para que siga al frente del equipo la próxima temporada. Además, ha sido el único capaz de ofrecer estabilidad al proyecto, porque desde que Osasuna bajara en la temporada 2013/14, hasta cinco entrenadores (contándolo a él) lo han dirigido.
Por otro lado, está la plantilla, un grupo que este año ha basado gran parte de su buen hacer en hombres como Nauzet, Merino, Nino, De las Cuevas, o Kodro. Ellos, junto a sus compañeros, han dado muestra durante todo el año de ese carácter sólido, competitivo hasta el límite, que siempre ha caracterizado a Osasuna. Y es que no podemos olvidar que los rojillos tienen una gran historia a sus espaldas: subcampeón de la Copa del Rey en una ocasión, participación en una fase previa de la Liga de Campeones y en cuatro ediciones de la antigua Copa de la UEFA, llegando a las semifinales en la temporada 2006/07. Con esos antecedentes, ¿cómo no iban a luchar para volver a Primera?
Un regreso que va a suponer algo más que el orgullo de estar nuevamente en la máxima categoría del fútbol español. Permitirá que el club salde su deuda con Hacienda. Su propio gerente, Ángel Ardanaz, comunicó a los jugadores que serían liquidados “todos los cobros pendientes” antes del 30 de junio. Hecho posible gracias a los mayores ingresos por derechos televisivos.
Ahora solo resta ver su devenir por Primera. Como se mencionó en el artículo del Alavés, esperemos que el regreso de Osasuna no sea un ‘visto y no visto’. Ahora solo ha estado dos cursos en Segunda, pero el equipo ha demostrado, por casta, que su territorio y sus aspiraciones están más arriba. Para ello contará con su equipo ‘de base’, los protagonistas del ascenso, y con algún fichaje ‘que marque la diferencia’, (algo que ahora sí se pueden permitir), según expresó su presidente, Luis Sabalza. Aunque no hay que olvidar que este equipo a quién verdaderamente le rinde cuentas es a su afición. Podría parecer una frase de Perogrullo, porque si existe el fútbol es gracias a los miles de hinchas que dan vida a este deporte, pero ya se sabe que en un mundo tan mercantilizado como el nuestro, al final, el que pone el dinero es el que manda. Por eso, en el caso de Osasuna, donde sus dueños son sus socios (al no ser una sociedad anónima deportiva como la mayoría de los clubes), será a ellos y, solo a ellos, a quienes se les deba dedicar este ascenso, por quienes se deba luchar para que esa posición en el pódium no se quede en unas simples fotos de fiesta para el recuerdo, sino en muchas otras imágenes de victorias, buen hacer y, por qué no, de celebraciones más importantes. Así que a todos esos seguidores de pro, ¡enhorabuena!, sus rojillos han vuelto. ¡Disfrútenlo!