En pleno periodo estival no podía faltar el típico culebrón del verano en el que un fichaje no se consigue o en el que dos o tres equipos pelean por hacerse con los servicios de un mismo jugador. Vamos, la rutina de los meses en los que se para la competición.
Si hay un nombre que en los últimos días está siendo protagonista es el de David Parejo, jugador (a su pesar) del Valencia, con el que ha protagonizado un enfrentamiento tajante. Menciono lo de “a su pesar” porque ya ha quedado más que claro que la intención del jugador es la de abandonar el club ché. Pero el asunto no es tan sencillo, así que vayamos por partes.
Por un lado está el hecho de que el madrileño firmó el año pasado su renovación hasta el 2020. Con ello su ficha aumentó hasta los 2,5 millones y su cláusula de rescisión de se cifra en 50 millones de euros. Y ustedes se preguntarán, ¿cómo es posible que tras esa mejora en su contrato el jugador ahora quiera irse? Pues tiene su explicación. La temporada pasada, y bajo las órdenes de Nuno (2014/15), Parejo vivió su mejor época en el Valencia. De hecho, y aunque lo suyo es el centro del campo, fue el máximo anotador del equipo en Liga con doce goles. Sin embargo, esta temporada las tornas se cambiaron. No es ningún secreto que durante el curso 2015/16 el club ché ha vivido una época convulsa. Cambios de entrenadores (Nuno por Neville) y falta de resultados. Todo eso llevó a la afición a ser bastante crítica tanto con los técnicos como con los propios jugadores, siendo Parejo uno de los señalados. En un intento de quitar hierro al asunto, a David se le quitó el rol de capitán, pero eso no lo ayudó a volver a ofrecer su mejor fútbol, por lo que las dudas en torno a él siguieron creciendo. Con todo ello, el jugador ya dejó entrever que quería dejar el Valencia y este verano esa petición ha sido más bien una demanda. Pero el club no parece estar dispuesto a ceder a sus pretensiones.
Así las cosas, la situación ha ido ‘in crescendo’ y Parejo ha sido apartado del equipo por el actual entrenador. Pako Ayestarán consideró que no estaba rindiendo lo suficiente y, primero, mandó al madrileño a entrenar aparte y, luego, decidió que no viajara junto con sus compañeros para el partido que jugó el Valencia con el Bornemouth el pasado miércoles. Es más, desde el club confirmaron a la agencia EFE que este ‘castigo’ se mantendrá en las próximas jornadas, sin que haya una posible fecha de regreso a la normalidad.
Y para completar un poco todo este embrollo, casi sin quererlo, se ha visto involucrado el Sevilla. Desde que comenzara el mercado de fichajes, el club de Nervión ha sido uno de los equipos más interesados en hacerse con los servicios de Parejo. Aquí radicaría otro de los motivos para la negativa del Valencia en venderle. Al ser el club andaluz un rival directo de los chés, ni siquiera lo toman como posible destino. Se ha comentado también que el Valencia querría evitar otro ‘caso Banega’: es decir, un jugador que con ellos no daba la talla, y al llegar al Sevilla explota todo su potencial. Lo que sí es cierto es que la primera oferta que hizo Monchi por el jugador fue de de diez millones de euros y esa cifra no contentó a Peter Lim.
De este modo, la solución a este culebrón se antoja harto difícil. Sobre este asunto se pronunció el excancerbero valencianista Santiago Cañizares, quien aseguró que traspasar al jugador al Sevilla “es ceder” a sus “pretensiones”, “además de sentar precedente en futuros casos”. No le falta razón, pero no sería la primera vez que un jugador se declara en ‘rebeldía’ y tampoco es esa una situación que pueda mantenerse en el tiempo. ¿De qué le serviría al Valencia seguir pagando la ficha de un jugador que no va a utilizar y que cuando lo haga, posiblemente, no se entregue al 100%? Por eso, considero que el ‘castigo’ puede ser más contraproducente que otra cosa.
Cabe mencionar también el aspecto de la profesionalidad. Es innegable que, ante todo, un futbolista, como cualquier otro trabajador, debe ser profesional. Todos cumplimos con nuestro trabajo aún cuando haya cosas que no nos gusten, pero no hacemos un berrinche si nos encontramos con situaciones más complicadas. Quizá, tanto él como la afición, tengan que poner un poco más de su parte para lograr un entendimiento. Aunque si de verdad para Parejo es tan insoportable seguir en el Valencia, que se pague él mismo su clausula, o convenza al Sevilla, o al equipo que sea, de hacerlo, porque alargar la cosa podría llevar a un ‘mala venta’ posterior. Y aquí, sinceramente, no comprendo la negativa del Valencia a venderlo al club rojiblanco solo porque es ‘rival directo’. Como ejemplo podría citar la venta de Gameiro (sevillista) al Atlético de Madrid (otro posible rival por la Champions para el equipo de Sampaoli).
Lo cierto y verdad es que este culebrón debería terminar antes de que comience la nueva temporada. Primero, porque da mala prensa a la entidad. Y segundo, y más importante, porque convivir con un mal ambiente dentro de la plantilla no ayudará a nadie. Veremos pues quien ‘gana esta batalla’.