Uno de los nuevos equipos que protagonizan la ampliación de la Liga ZON Sagres a 18 equipos (ampliación ejecutada para dar cabida al Boavista después que un juicio considerase que el descenso administrativo de los ajedrezados en 2008 fuera ilegal) es el modesto Penafiel. Situado en una pequeña localidad homónima al norte de Portugal, este conjunto que hace ocho años gozaba de su primera experiencia en la élite del fútbol luso además de disfrutar con los goles del delantero de moda hoy día, un tal Diego Costa, se desmarca del resto de equipos portugueses por algo en concreto.
El Penafiel fue el equipo que más encuentros disputó la temporada pasada además de ser una de las principales sorpresas en el fútbol del país vecino. El equipo, que llegó lejos en las dos copas domésticas (incluso eliminó a dos clubes de la máxima categoría), demostró en la Segunda Liga que era un conjunto extremadamente competente, y con el excelente trabajo de Miguel Leal, alcanzó el objetivo del ascenso con una peculiaridad, tener el menor número de extranjeros del fútbol profesional luso.
En un fútbol, el portugués, donde se acostumbra a tener una cantidad ingente de brasileños o africanos (especialmente de las excolonias lusas) es loable que un equipo como el Penafiel, que cuenta con un único extranjero, el congoleño Mbala (que se podría considerar un portugués más pues tiene doble nacionalidad y encima es canterano del conjunto rubro-negro) haya cosechado el éxito dentro de sus posibilidades. Haciendo un paralelismo, el Penafiel ha sido en Portugal lo que Athletic y Eibar han sido en España, equipos que han apostado por el producto nacional teniendo a un sólo foráneo en sus filas (el francés Laporte en los bilbaínos y el brasileño Gilvan en los eibarreses) han conseguido sus respectivos éxitos, por un lado la clasificación a la Champions por otro el ascenso a Primera División.
Esta temporada bajo la batuta de Ricardo Chéu (que tendrá la difícil misión de mejorar el trabajo de Miguel Leal), los penafidelenses van a intentar demostrar que es posible alcanzar el objetivo de la permanencia con un elenco prácticamente portugués. Una vez destacada la singularidad del Penafiel cabría analizar a fondo este modesto equipo y sus posibilidades reales de alcanzar su cuota de éxito.
El Penafiel a fondo
Altas 2014/15: Rabiola (Sporting Braga), Tony (Paços Ferreira), Henrique (Jagiellonia), Bura (Chaves), Nelson (Chaves), João Pedro (Estoril), João Martins (Académica Viseu), Rafa (Nacional), Bruninho (Vitória Setúbal), Paulo Grilo (Académica Coímbra), Capela (Académica Viseu) y Rui Miguel (Moreirense)
Bajas 2014/15: Rui Riça, Nuno Santos, Nando, Iván Santos, Gabi, Nelson Sampaio, Fábio Ervões, Paulo Roberto, Pedro Santos, Alex, Ari, José Coelho, Mota, João Pedro y Caballero.
Objetivo: Permanencia
11 tipo: Coelho; Dani, Pedro Ribeiro, João Pedro, Nelson; Rafa, Ferreira, André Fontes, Aldaír, Vítor Bruno; Guedes.
Punto fuerte: Consistencia defensiva. El Penafiel tuvo la mejor defensa de la Liga2 Cabovisão en la temporada pasada, habiendo concedido sólo 24 goles en 42 encuentros. Coelho (tal vez el mejor portero de la categoría en el curso pasado), Dani (que tendrá la competencia de Tony) y Pedro Ribeiro eran los tres pilares del equipo atrás y van a continuar formando parte del plantel (sólo el lateral izquierdo João Pedro ha causado baja). En el centro del campo, tanto Ferreira como Rafa contribuyen de manera importante con tareas defensivas, pero pese a ello la marcha de Gabi al fútbol chipriota va a hacer mella en los rubro-negros.
Punto débil: Delantera. La posición más frágil en las últimas temporadas. La pasada campaña Rafael Lopes consiguió limar esa fragilidad y reivindicar esa posición debilitada, pero su fichaje por el Académica de Coímbra en el mercado de invierno, volvió a agravar el problema. Tras su marcha, el Penafiel apostó por Caballero del Oporto B, para suplirlo sin embargo fue Guedes quien ocupó este lugar en el once. Para esta temporada, han llegado para reforzar esta posición, Rabiola y Rui Miguel, y por el momento, su papel es aún una incógnita. Lo más positivo de esta línea es que si ‘por hache o por be’ falla el referente arriba, en los costados tiene jugadores muy válidos que pueden suplir esas carencias en ataque, como es el caso de Aldair Baldé o Vítor Bruno.
Jugador a seguir: Vítor Bruno. Suplente de João Pedro la temporada pasada, se le vio cerrado su puesto natural de lateral izquierdo. Sin embargo las lesiones de Aldair y Mbala le obligaron a actuar de extremo lo que supuso uno de los descubrimientos del año en tierras lusas porque en esa posición llegó a brillar y tuvo unas estadísticas aceptables: 7 goles en 40 partidos. Desborde y velocidad son las principales armas de este futbolista que será el baluarte principal del Penafiel. Su juventud (24 años) y su versatilidad hacen de Vítor Bruno, un puñal por la izquierda que debe ser apuntado como ‘futurible’ por equipos más grandes.
Previsión: Descenso. A pesar de que el conjunto posee un plantel compacto y una gestión de recursos notables, el Penafiel presenta las deficiencias típicas de un conjunto recién ascendido. La misma pinta tenía la pasada campaña el Os Belenenses que sólo el viraje de timón de Vidigal y la pésima temporada del Olhanense permitió que los azules de Do Restelo se quedasen en la Liga ZON Sagres. Para empeorar la situación de los penafidelenses ninguno de los refuerzos parecen ser de garantías. Chéu va a necesitar de mucha maestría para mantener el club en la máxima categoría.