Iba a ser el gran estreno del verano, una vez terminado el mundial de Brasil, pero United Passions no consiguió llegar a las carteleras españolas. Una película rodada en Francia, Brasil, Suiza y Azerbaiyán, destinada a contar la historia de la FIFA y del Campeonato del Mundo, desde 1904 hasta la actualidad con caras reconocidas como Gerard Depardieu (en el papel de Jules Rimet), Sam Neill (João Havelange), Tim Roth (Sepp Blatter) o nuestro compatriota Antonio de la Torre (Enrique Buero, diplomático uruguayo que convenció a Rimet de organizar el mundial en tierras charrúas) que fue anunciado a bombo y platillo en el festival de Cannes y que finalmente ha sido un auténtico fiasco.
Con un presupuesto de 23’7 milones de euros, de los que el 90% ha sido proporcionado por la FIFA, United Passions solamente ha recaudado unos 169 mil euros en los siete países que ha sido estrenado (Portugal, Serbia, Suiza, Rusia, Ucrania, Hungría y Eslovenia) , proviniendo la mayor parte del mercado ruso donde ha recaudado 114 mil euros, algo que parece un síntoma de agradecimiento por recibir la organización del próximo mundial de 2018.
En España, esta película ha tenido menos futuro que cualquiera de la saga Goal!, pues ni siquiera se ha estrenado y ni hay visos de que se edite para comercializarla. En Francia, tampoco se estrenó y pasó directamente al mercado de DVD. En Italia, el film se estrenó directamente en televisión, en el ‘late night’. Mientras que en Inglaterra, donde la popularidad de Blatter bate récords negativos, nadie compró los derechos, algo que también pasó en la meca del cine, Estados Unidos.
Pese a que la FIFA esperaba un estreno mundial y un rédito considerable, una película orquestada por el organismo futbolístico para vanagloriar a sus directivos como si una hagiografía se tratara y en el que todas las múltiples tramas de corrupción que ha protagonizado la propia FIFA se omiten como si no hubieran existido nunca. Es más, en la película hay momentos para el humor, cuando Tim Roth en el papel de Blatter exclama “La mínima falta a la ética será castigada severamente”, al dirigirse a un grupo de ejecutivos del organismo con sede en Zúrich. Cinismo en estado puro.
El director Frédéric Auburtin declaró en Cannes que la película muestra los problemas que ha tenido el balompié en constituirse de manera organizativa, algo que sólo podría ser interesante si se tratara de un documental, y no de un film de ficción categóricamente dirigido por la FIFA. La película ha pasado tan desapercibido que en el portal de FilmAffinity no hay valoración alguna de los usuarios, pues ¿a quién le iba interesar una película de deportes donde los héroes son los ejecutivos?.
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Fuente: FIFA