Tras la espantada del mejor entrenador de la pasada Premier y artífice del milagro de la permanencia del Crystal Palace, Tony Pulis, los ‘eagles’ han estado dirigidos interinamente por Keith Millen cosechando malos sin sabores a la espera del técnico elegido, que finalmente ha sido, un viejo conocido de ‘la casa’, Neil Warnock.
Warnock ha logrado numerosos ascensos con varios clubes diferentes, pero su momento más feliz y más productivo en su carrera seguramente su etapa vivida en la que ha vuelto a ser su casa, Selhurst Park. El preparador de Yorkshire estuvo en el Palace desde el año 2007 hasta 2010 cuando la directiva cambió y el anterior presidente, su amigo Simon Jordan, fue destituido. En esa etapa logró una relación fantástica con los aficionados ‘glaziers’ por lo que su reciente vuelta cuenta con el beneplácito de la grada.
Sin embargo Warnock no fue reconocido internacionalmente hasta que llegó al Queen Park Rangers justo después de dejar el Palace. Después de que el técnico nacido en Sheffield ascendiera al equipo a la Premier League, el QPR cambió de manos con la irrupción del magnate Tony Fernandes y la empresa ArcelorMittal, a pocos días de que se cerrara el mercado. Esto significaba Warnock tenía que actuar rápido y pensar aún más rápido con respecto a los jugadores que quería firmar, para asegurar la supervivencia en la Premier, y cumplir las expectativas de los nuevos dueños. Justo al límite del cierre supo convencer a jugadores de la talla de Shaun Wright-Phillips y Joey Barton para que ingresen en el club del oeste de Londres.
El 8 de enero 2012 fue despedido mientras el QPR se encontraba en el puesto decimoséptimo, uno por encima de la zona de descenso y con una la oportunidad traer algunos jugadores de calidad en el mercado de invierno. No se le dio ninguna oportunidad de mantener a los ‘hoops’ en el lugar que él le había llevado después de una década en categoría menores. Mark Hughes, que venía de ser denostado por los árabes del Manchester City, sería el que tomaría las riendas del cuadro londinense, el cómo terminó la andadura del galés en este equipo, es de sobra conocido.
Volviendo a Selhurst Park, Warnock ha sido el elegido principalmente por dos motivos. Primero, la capacidad de encontrar y firmar jugadores de calidad que marquen la diferencia en el equipo, y segundo la habilidad de gestionar cualquier vestuario y obtener resultados de los jugadores que ya tiene a su disposición. Cuando Warnock comenzó su primera etapa en el Crystal Palace, que apenas tenía dinero para fichajes, y debía contentarse con el equipo que ya tenía, los ‘eagles’ iban languideciendo en el puesto 19 de Championship a mediados de octubre, pero gracias a su mentalidad ganadora y el trabajo que inculcó a sus jugadores, hizo que se produjera la sorpresa y al final terminaron la temporada alcanzando los ‘play-offs’ de ascenso.
Otro punto a destacar, es que Neil Warnock ha trabajado bajo propietarios ‘incómodos y caprichosos’ con anterioridad, como es el caso del Queens Park Rangers, y pudo lidiarlos con soltura. Los propietarios en QPR siempre tenían una opinión sobre el equipo titular que debe jugar, pero el técnico inglés siempre logró callar sus demandas con razones.
El otro día, escuché decir a Paul Giblin que Tony Pulis abandonó la jerarquía del Palace por desavenencias con los propietarios. Una carga que como ya hemos dicho Warnock parece saber llevar. Además hereda un equipo hecho con un estilo similar al fútbol que él defiende y con retoques importantes como James McArthur, fichado en el último instante, Fraizer Campbell, Brede Hangeland o Martin Kelly.
Warnock está a la altura del Palace y es una apuesta acertada si lo que se quiere es continuar donde Tony Pulis lo dejó al final de la temporada pasada. Un equipo ordanado, luchador y que sabe sacar réditos a sus visitas. No me sorprendería si los ‘eagles’ están en la zona media de la tabla cuando llegue el próximo mayo.